El Banco de España retrasa hasta septiembre el informe de las auditorías sobre la salud de la banca
El Banco de España ha pospuesto hasta septiembre la publicación de la segunda ronda sobre el examen de la banca. El informe, elaborado por cuatro grandes auditorías -Deloitte, KPMG, PwC y Ernst & Young-, analizará de forma individualiza y detallada las carteras crediticias de las entidades financieras.
El retraso de la publicación, que estaba prevista para el próximo 31 de julio, se debe a que los organismos implicados -Banco de España, Ministerio de Economía, las auditoras y el comité asesor (formado por el FMI, BCE, el Banco de Francia y el de Holanda)-, han estimado recabar "más información" sobre la salud de la banca española y realizar un análisis más exhaustivo.
"Todo esto requiere de un trabajo adicional", subrayan fuentes consultadas por Europa Press, que además han confirmado que a día de hoy se mantiene para este jueves la publicación de la evaluación acometida por las consultoras Oliver Wyman y Roland Berger sobre las necesidades de capital que experimentaría la banca ante un fuerte deterioro económico.
LAS NUEVAS EXIGENCIAS PUEDEN ESPERAR
El Banco de España informó hace unos días de que estudiaría una tercera ronda de provisiones una vez que contara con todos los resultados de valoración de los activos bancarios, previsto para el 31 de julio. Por tanto, estas posibles nuevas exigencias de capital se podrían también retrasar al menos hasta septiembre.
El Gobierno ha puesto en marcha un ejercicio de transparencia que consiste en dos análisis privados independientes de valoración de las carteras crediticias en España de los catorce principales grupos bancarios que representan el 90% del sistema financiero.
En concreto, las consultoras Oliver Wyman y Roland Berger identificarán las necesidades de capital que experimentaría la banca ante un fuerte deterioro económico; y en segundo lugar, las auditoras Deloitte, KPMG, PwC y Ernst & Young comprobarán cómo han clasificado, provisionado y medido las entidades los riesgos de sus carteras.
La incertidumbre sobre el estado de la banca española obligó al Gobierno el pasado 2 junio a solicitar al Eurogrupo una línea de financiación de hasta 100.000 millones de euros. El FMI calcula que el conjunto del sistema financiero español podría necesitar de un capital de al menos 40.000 millones.
Las ayudas europeas para el sistema bancario español se canalizarán a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), cuya capacidad de endeudamiento se elevó recientemente en 66.000 millones de euros.
El PP introdujo esta posibilidad, que se articulará mediante un aval del Estado al organismo, a través de una enmienda a la ley de presupuestos del Estado en su tramitación en el Senado.