Muere Rodney King, el hombre cuya agresión motivó los peores disturbios raciales de Los Ángeles
En 1992 se produjeron los peores disturbios raciales de Los Ángeles. La absolución de cuatro policías blancos por dar una paliza a un conductor negro -emitida por televisión en todo el mundo- generó una histórica oleada de protestas en la ciudad: murieron 55 personas, 2.000 resultaron heridas y se produjeron mil millones de dólares en pérdidas materiales. Rodney King, la víctima de aquella agresión, que recibió medio centenar de golpes, ha fallecido a los 47 años este domingo en la piscina de su vivienda en Rialto (California).
A principios de este año, King aseguró que había perdonado a los agentes. "Lo he hecho porque me han perdonado a mí muchas veces. Este país ha sido bueno conmigo, es el único hogar que he conocido, así que tengo que ser capaz de perdonar, por la generación que viene detrás de mí", declaró.
King consiguió finalmente una indemnización de 3,8 millones de dólares por ser víctima de abusos policiales. Su vida fue una continua detención por diferentes crímenes, desde abusos domésticos hasta conducción bajo la influencia del alcohol. El año pasado apareció en un programa en el que trataba de vencer la batalla al alcoholismo.
Su caso derivo en uno de los procesos judiciales más importantes de la historia reciente de Estados Unidos. La absolución de Theodore Briseno, Laurence Powell, Timothy Wind y Stacey Koo de los cargos de abuso de la fuerza y asalto con arma letal estuvo amparada, según Michael Stone, el abogado de uno de los agentes, en una versión sin cortes del vídeo de la paliza.
En esas imágenes se podía ver, según el letrado, cómo King -que en esos momentos se encontraba bajo libertad condicional por un delito de robo- intentaba agredir a uno de los agentes, que respondió en defensa propia.
El veredicto, no obstante, terminó por hacer estallar la ya de por sí tensa situación en los barrios marginados de Los Ángeles, como South Central. Nada más conocerse el resultado del proceso judicial, comenzaron tres días de saqueos y disturbios que conmocionaron a la sociedad estadounidense.
Casi un año después, los cuatro agentes volvieron a comparecer ante un tribunal, esta vez federal, y por cargos estipulados según las leyes de Derechos Civiles. Koon y Powell fueron hallados culpables y condenados a 30 meses de cárcel, Briseno y Wind fueron absueltos. King recibió entonces la compensación de unos 3 millones de euros.
En los años siguientes, King volvió a tener encontronazos con la ley. En 1996 fue condenado a 90 días de prisión por un atropello con fuga y el año pasado, en el vigésimo aniversario de la paliza, fue detenido y multado por una infracción leve de tráfico.