Rescate: la palabra tabú para el Gobierno y sus medios afines
Los espectadores de los telediarios de Telemadrid pueden tener al menos una certeza: la palabra 'rescate' no se pronunciará, ni por activa ni por pasiva, en las piezas que se emitan en los informativos. De hecho, desde el sábado, cuando el Gobierno solicitó el rescate de la banca, no se ha mencionado ni una sola vez ese término. Según el sindicato UGT-Telemadrid, la omisión representa una prueba más de la “manipulación” que sufre Telemadrid “desde la llegada de Esperanza Aguirre al poder, hace nueve años”.
Los medios internacionales no dudaron en definir como “rescate” lo que Telemadrid llama "línea de crédito" o “auxilio financiero”. Eufemismos empleados por el Gobierno y la mayoría de medios conservadores, que no han dudado en recalcar que el préstamo se ha logrado “en condiciones muy ventajosas”.
Incluso la agencia estatal de noticias Efe, que recientemente ha cambiado de presidente por uno más afín al PP, pone reparos a emplear el término maldito. "No se está utilizando la palabra rescate en las informaciones", afirman al Huffington Post trabajadores de la empresa.
El presidente de la Asociación Española de Consultores Políticos, Francisco Roldán, atribuye la negativa de Rajoy, de su partido y de sus medios afines a emplear la palabra 'rescate' a una cuestión de honor: "Según su planteamiento, reconocer que fue un rescate supondría asumir un fracaso", explica.
Los sindicatos de Telemadrid reconocen que la 'orden' de veto no se ha cursado por escrito -“sería un riesgo innecesario”, reconocen-, sino que ha llegado de palabra. De hecho, más que orden se trata de sugerencia. Y, a veces, ni siquiera eso: “Los que mandan saben a quién encargar las cosas. Estas piezas no las escribe nadie que no sea de absoluta confianza, sólo recaen en los que aquí llamamos los ‘amanuenses’”, aseguran. Se huye de la palabra 'rescate' con tanta insistencia como Zapatero eludió mencionar la palabra ‘crisis’. Una estrategia política concebida para construir una realidad paralela.
'LA ROJA' ES LA SELECCIÓN ESPAÑOLA
Desde el sindicato del ente público madrileño son muy críticos con la línea editorial “manipulada” que sufren desde hace nueve años. Hay más ejemplos: "La Roja no es La Roja, sino selección nacional para evitar cualquier tipo de connotación". Usos y costumbres en los que Telemadrid sólo va a rebufo: "La línea editorial la marca el diario La Razón y los argumentarios que distribuye el PP. Siempre lo clavan", lamentan.
El Huffington Post ha intentado sin éxito recabar el punto de vista del director de informativos de Telemadrid.
Los servicios informativos de la cadena "se han convertido en el departamento de agitación y propaganda de Esperanza Aguirre, no del PP", denuncian desde UGT, que lamentan carecer de un Consejo de Informativos que velen por el rigor en las noticias, como sí tiene RTVE.
Yolanda Sobrero forma parte de este Consejo. Asegura que la palabra ‘rescate’ se utiliza con total libertad en los telediarios de la cadena. “No me consta que se haya dado una orden en sentido contrario y espero que no me conste”, comenta. ¿Y si ocurre? “Protestaríamos actuando de oficio”, aclara.
Sobrero insiste en que, pese a que en julio habrá previsiblemente un nuevo director de informativos, “nada ha cambiado”. “Seguimos funcionando exactamente igual”, aunque no garantiza que la situación se mantenga invariable en los próximos meses. “Esperamos que no se repitan cosas que sería mejor olvidar”. En los telediarios de la cadena se ha empleado la palabra 'rescate' sin problemas.
En realidad, Telemadrid sigue la estela marcada por el Gobierno de Mariano Rajoy, enrocado en evitar la palabra 'rescate' a cualquier precio. Ni el ministro de Economía, Luis de Guindos, ni Mariano Rajoy han utilizado este término en los últimas días. Una estrategia similar a la empleada por José Luis Rodríguez Zapatero cuando se negó no sólo ha admitir la crisis, sino a emplear ese término. En una sesión en el Congreso el expresidente rizó el rizo al utilizar más de una decena términos para evitar pronunciar una palabra tan breve como contundente: crisis:
"Situación ciertamente difícil y complicada”
“Condiciones adversas”
“Una coyuntura económica claramente adversa”
“Brusca desaceleración”
“Deterioro del contexto económico”
“Ajuste”; “Empeoramiento"
“Escenario de crecimiento debilitado”
“Periodo de serias dificultades”
“Debilidad del crecimiento económico”
“Difícil momento coyuntural”
“Empobrecimiento del conjunto de la sociedad”
“Gravedad de la situación”
“Las cosas van claramente menos bien”
#PALABRASQUEMOLAN
Las críticas hacia Rajoy por escudarse en el término "crédito a la banca" no sólo parten del ámbito periodístico. En las redes sociales, por ejemplo, ha comenzado a circular en Twitter el hashtag #palabrasquemolan e, incluso, la líder del Unión Progreso y Democracia (UPyD), Rosa Díez, le ha afeado al jefe del Ejecutivo su rechazo a pronunciar la palabra tabú:
INTELIGENCIA CIUDADANA
Tras el recurrente uso de eufemismos por parte del Gobierno, Francisco Roldán detecta cierto desprecio hacia la inteligencia de la ciudadanía: "Están malinterpretando el poder. No somos tontos y piensan que vamos a cometer alguna barbaridad si nos dicen la verdad y llaman rescate al rescate". Del mismo modo, se tiende a eludir responsabilidades elementales, como comparecer para explicar los detalles de una decisión que afectará a los españoles durante las próximas décadas. “El poder genera cierta patología por no dar la cara", asegura Roldán.
El consultor político defiende que el uso de una palabra u otra es una polémica que se queda en la superficie. Cuando se bucea más surgen enigmas más relevantes cuya solución no se despeja. Por ejemplo, cómo se puede frenar la sangría del paro, por qué se ha aprobado una reforma laboral que el propio presidente del Gobierno ha reconocido que no va a funcionar a corto plazo o, sobre todo, qué consecuencias va a tener sobre los españoles el rescate a la banca, "auxilio financiero", "línea de crédito en condiciones muy favorables" o como se le quiera llamar. Porque una cosa es la semántica y otra la realidad. La cruda realidad.