El estudio genético de los tumores gana importancia en lucha contra el cáncer
"El cáncer de mama precisa distintos tratamientos según su perfil genético". Así de rotundo se muestra Juan Guerra, jefe de oncología del hospital universitario de Fuenlabrada, uno de los centros pioneros en ensayos clínicos en la lucha contra el cáncer. Otro referente en Europa es el centro nacional de investigaciones oncológicas (CNIO) dirigido por María Blasco, quién, al igual que Guerra, piensa que hay que implementar los tratamientos personalizados en cada paciente, fundamentalmente en aquellos que padecen tumores muy avanzados para los que la quimioterapia no es efectiva.
Estos días se está celebrando en Chicago, Illinois, Estados Unidos, el congreso anual sobre cáncer (ASCO). Son varios los estudios de investigación que respaldan la tesis desarrollada por María Blasco. Los científicos insisten en la importancia de la detección precoz del cáncer, de individualizar el tratamiento en los pacientes para obtener mejores resultados y estudiar los genes del nódulo para combatirlo desde sus particularidades.
"Cada tumor tiene sus características, tiene su ADN, su genética y hay que combatirlo estudiando sus peculiaridades", afirma Guerra. Para este oncólogo, "a día de hoy aún queda un largo camino por recorrer, pero los resultados de los ensayos clínicos son alentadores". Desde que se comenzó a investigar con mayor profundidad los tumores y sus características genéticas se ha podido individualizar de una manera más efectiva las necesidades de los pacientes, es decir: "no exponer al enfermo a una a alta toxicidad como la quimioterapia y los consecuentes efectos secundarios si el resultado no va ser efectivo".
La opinión de Guerra está respalda por gran parte de la comunidad científica. Julie Gralow, una de las responsables de la ASCO y profesora adjunta de la facultad de medicina de la Universidad de Washington, ha afirmado desde el simposio que los resultados de nuevas investigaciones sobre el perfil genético de los tumores en estados avanzados "son muy positivas". "Si se sigue por este camino, en un futuro no muy lejano se podría determinar cual es el mejor tratamiento para el enfermo y darle una mejor calidad de vida".
En el año 2002, un estudio presentado por el científico holandés René Bernards afirmaba que estudiando los genes del cáncer de mama se podía conocer el grado de agresividad del tumor, y saber si la quimioterapia sería efectiva en ese caso. Este test se comercializa, diez años más tarde en Estados Unidos, pero no es una práctica médica en España. Según varios especialistas consultados de diversos hospitales, la razón es que dichos tratamientos, cuyo coste en inferior a los 3.000 euros, no están subvencionados ni por la Seguridad Social ni por la mayoría de las compañías de seguros privadas.
Afrodita Aguirrebeña, 54 años, oftalmóloga en el hospital de Getafe. Le diagnosticaron cáncer de pecho en 2010. "Fue al volver de vacaciones, de estar con mi familia en Cádiz. Me hice un chequeo rutinario y me dijeron que estaba enferma". Hoy, dos años después de ese fatídico día, respira holgadamente, es una mujer feliz porque esta curada y vuelve al trabajo, pero recuerda esos terribles 24 meses de tratamiento. "Tuve que pasar por la quimioterapia y me sentó muy mal. Se me secaron tanto las mucosas del cuerpo que los médicos tuvieron que ingresarme de urgencia y bajarme la dosis de radiación a los mismo niveles que los niños que padecen leucemia ". Días después meditó la posibilidad de ayudar con su caso a la ciencia, así que decidió someterse a diferentes ensayos clínicos para averiguar cual era la medicación mas adecuada para ella y experimentar con su tumor posibles tratamientos alternativos. Quizás, Afrodita no hubiese tenido que pasar por el calvario de la quimio si hubiese podido tener acceso a dicho test en una primera fase inicial.
En la actualidad son muchos los enfermos de cáncer que se están beneficiando de este tipo de tratamiento, sobretodo aquellos que padecen cáncer de próstata, mama y pulmón, el más letal de todos. Según los últimos datos publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) este tipo de cáncer en particular se cobra 1,3 millones de muertes al año. En total fallecen 8 millones de personas por esta enfermedad.
"España es un país de referencia en la medicina personalizada", afirma Albert Jovell presidente de la asociación española del paciente. Jovell, además de dirigir dicho organismo, es médico y está enfermo por lo que le resulta fácil entender y empatizar con ambos lados. "Las investigaciones sobre las características moleculares que se están llevando a cabo por el centro nacional de investigaciones oncológicas (CNIO) son fundamentales. Al igual que los trabajos científicos que se realizan en centros universitarios, razón por la cual hay que seguir invirtiendo en este sector". No oculta su preocupación sobre la situación actual de la sanidad española y los recortes que ha sufrido este sector en los últimos meses. Jovell afirma con rotundidad: "ahogar a la investigación , es ahogar a los pacientes con cáncer", afirma con rotundidad.
El ministerio de Sanidad ha preferido no responder a las preguntas de El Huffington Post sobre este tema alegando que no tienen competencia en esta materia ya que los presupuestos destinado a sanidad están transferidos a las autonomías y son ellas las que deciden a que organismo subvencionar y como hacerlo.