Ibiza inicia una caza a restaurantes con pescado capturado con pistolas
Las autoridades han llevado a cabo inspecciones en la isla para detectar las ilegalidades que puedan producirse desde el momento de la pesca hasta la venta de los productos.
Durante los últimos días, miembros del servicio de inspección pesquera del Govern de las Islas Baleares y del Consell de Ibiza, han realizado varias inspecciones en numerosos establecimientos que venden productos pesqueros en la isla ibicenca, con el objetivo de detectar supuestas irregularidades en los pescados que ofertan.
Esta medida, apoyada por el gobierno autonómico, pretende comprobar y verificar la trazabilidad de los productos comercializados en la isla, y así garantizar que los consumidores son conocedores de los productos que consumen: su origen, en la forma en la que se han pescado además de que cumplan con la normativa vigente.
Por el momento, las investigaciones han dado resultado, al notificarse que algunos de los productos a la venta procedían de la pesca recreativa. De acuerdo con la información aportada por los responsables, esto ha sido fácilmente identificable, "ya que mostraban signos de haber sido capturados mediante pesca submarina, evidenciados por la presencia de orificios de entrada y de salida"
Del mismo modo, se han detectado ejemplares de mero cuyo tamaño era inferior a los 45 centímetros, que establece la legalidad vigente como el mínimo permitido en el calador del Mediterráneo.
Tanto la primera como la segunda implican dos infracciones graves, de acuerdo con la legislación pesquera actual. De hecho, las sanciones por este tipo de prácticas pueden oscilar entre los 60 y 600 euros de multas en el caso de las leves, y entre 601 y 60.000 euros en las graves.
