La muralla romana de Zaragoza se queda indefensa

La muralla romana de Zaragoza se queda indefensa

El ayuntamiento no consigue que el ministerio de Industria le asigne una partida para recuperarla.

ZaragozaJon Reid

Revés para la ciudad de Zaragoza. El Ministerio de Industria y Turismo acaba de rechazar el proyecto para poder recuperar la muralla romana de la ciudad e impulsar un museo en el Torreón de la Zuda donde se analizará su historia. Así lo publicaba este miércoles Heraldo de Aragón, citando fuentes del ayuntamiento. 

La capital de Aragón concurrió a la convocatoria de ayudas de los fondos europeos que se asignan a proyectos que sirvan para mejorar la competitividad y la dinamización del patrimonio histórico con uso turístico. Sin embargo, el ministerio ha denegado la solicitud señalando que faltan indicios de la incidencia que tendría la recuperar de la muralla en la dinamización turística y la generación de una oferta cultural.

Según Heraldo, el objetivo del ayuntamiento es recuperar la muralla romana de Zaragoza, junto a la iglesia de San Juan de los Panetes y el Torreón de la Zuda, para hacer visitable el lienzo y los restos arqueológicos que alberga, y crear un museo donde se explicaría su historia. Quedaría integrado en la Ruta de Caesaragusta, de la que también forman parte el Foro, el Puerto Fluvial, las Termas Públicas y el Teatro. Se requiere para ello una subvención de tres millones de euros a ejecutar en tres años.

Al tratarse de una resolución provisional, el ayuntamiento va a seguir peleando para conseguir la financiación necesaria para poner en pie este proyecto.

La ciudad romana de Caesaraugusta estaba rodeada de una muralla con un perímetro de 3km y 10 metros de altura, hasta 7 metros de anchura y 120 torres a lo largo de su recorrido. 

Aunque se desconoce su fecha de construcción, los restos actuales datan de los siglos II y III d.C. Quizás existiera una primitiva muralla de la época de Augusto, hacia el siglo I a.C., que sirvió de cimentación a la nueva muralla. 

La muralla se abría por cuatro puertas, situadas en los extremos del Cardo y el Decumano: la puerta de Toledo (Oeste) y la de Valencia (Este), la puerta del Ángel (Norte) y la del Arco Cinegio (Sur). Fue aprovechada con finalidades defensivas durante la Edad Media por visigodos y musulmanes; y condicionó el trazado urbano durante siglos, el cual se aprecia en la actualidad.