Los frentes abiertos de Mediaset España en la era pos-Vasile
La dueña de Telecinco se enfrenta al mayor punto de inflexión de su historia tras la salida de su mítico consejero delegado, Paolo Vasile.
“La Mediaset que conocemos es puro Vasile. La que viene no sabemos qué será”. A esta frase pronunciada por una fuente cercana al grupo se le podría añadir un ‘o si será’. Y es que, más allá de la salida de Paolo Vasile, el grupo televisivo se enfrenta ahora a una cascada de cambios que podrían teñir de incertidumbre hasta su propia identidad.
El pasado lunes el periódico El Mundo hizo saltar la liebre: Mediaset iba a prescindir de Vasile como CEO. El italiano dejaba inmediatamente huérfana a la televisión española y la noticia corrió como la pólvora. Todos los medios intentaron confirmar, completar o detallar dicha información y la inmediatez jugó una mala pasada a la terminología utilizada. Media For Europe (MFE) matizó horas después que no había “despido”.
Efectivamente. Lo que el propio protagonista confirmó al día siguiente en el mismo periódico fue su marcha, por decisión propia y para disfrutar de su familia. En la conversación publicada por el diario también eximía a los Berlusconi y admitía que llevaba meses buscando el momento perfecto para tomar la decisión.
Las fuentes consultadas por El HuffPost aseguran que Vasile estaba decidido a anunciar su salida el mismo día que Alejandro Echevarría dejara la presidencia del grupo. Sin embargo, esta ocasión fue frustrada por su buena relación con Borja Prado. Según explican, el sustituto de Echevarría quería contar con su respaldo al menos durante los primeros meses como presidente. “Empaparse de la visión de Paolo”, comentan.
Al filo de la desaparición empresarial e identitaria
Pocas televisiones tienen un sello de identidad tan marcado y personalizado como Telecinco, algo que en gran medida se debe a la influencia de su CEO. Lo que el público percibe en sus pantallas es la esencia televisiva que Vasile ha modelado durante años y el modelo estratégico que él mismo eligió por su rentabilidad: el ‘todo’ por las audiencias.
En lo referido a los contenidos, Mediaset tiene el reto de seguir en la línea de lo emitido hasta la fecha -en busca de la remontada de los datos frente a Atresmedia- o de plantear una remodelación integral de su estrategia de producto. Ambas opciones son complicadas sin la guía de su veterano ‘patrón’. Sin embargo, para las voces consultadas la segunda es especialmente delicada porque supondría “perder el factor diferencial”. “Convertir Telecinco en una copia de Antena 3 o TVE no tendría ningún sentido estratégicamente”, comentan.
Pero, continuar anclados en la primera de las posibilidades tampoco asegura un buen resultado a los de Telecinco si se tiene en cuenta la pérdida de liderato de los últimos once meses. Sea como fuere, todas las voces apuntan a que Prado tiene la solución a dicha encrucijada.
El expresidente de Endesa habría planteado en las últimas semanas a su entorno que la clave para la recuperación del buen share en un año electoral se encuentra indiscutiblemente en la política. Cabe recordar que Borja Prado fue elegido presidente por sus elevadas relaciones institucionales, en aras de transformar la mera figura institucional de la presidencia en un potente brazo ejecutor para el grupo.
En este sentido, hasta que haya nuevo CEO, las riendas de Mediaset quedan en manos de un líder que tiene claro el nuevo rumbo que deben tomar los canales: más información y tertulia política y menos entretenimiento.
En cualquier caso, los cambios en la entidad solo podrían producirse de seguir existiendo como conglomerado independiente, algo que también está en el aire. Y es que, tras llevar a cabo con éxito la oferta pública voluntaria de adquisición (OPA) sobre el 44,31% del capital que no controlaba de Mediaset, Media For Europe (MFE) pasó a contar con el 82,92% y anunciar que “analizará llevar a cabo una posible fusión por absorción de Mediaset España”.
Esta intención, plasmada en el folleto de la operación, podría suponer, en caso de ser aprobada por las respectivas juntas generales de accionistas de Mediaset España y MFE, la extinción de Mediaset España y su exclusión bursátil. Llegado el caso, la matriz italiana pediría la admisión a negociación en las Bolsas de Valores españolas de todas las acciones A de MFE en circulación. Un paso más hacia la materialización del soñado gigante paneuropeo de los Berlusconi.
Fusión también en las cúpulas
Crear un imperio audiovisual a nivel europeo trae consigo transformaciones económicas, estructurales y editoriales inevitables. Una de las más ‘esperables’ es la unificación de las diferentes directivas que lideran cada una de las entidades que conforman el holding.
“Desde la OPA hay cierta tensión”. Todas las fuentes consultadas coinciden en que la operación puso a flor de piel el temor de muchos ejecutivos de Mediaset a perder su puesto en la corporación. Y es que, según comentan directivos de otros grupos audiovisuales a este medio, es casi “inconcebible” la coexistencia de varias cúpulas si la intención de MFE es centralizar su actividad.
Para los italianos el camino más rentable pasa por impulsar las sinergias y la reducción de costes entre Italia y España, ya sea a través de la infraestructura tecnológica, humana o las coproducciones. En este contexto también es importante destacar que la matriz completó el año pasado el traslado de su sede legal a los Países Bajos.