Así se fabrica un bulo: Begoña Gómez o la trama mediática para crear una sombra de corrupción
Años de bulos, verdades a medias y titulares han confluido en crear una denuncia que ha volado por los aires los marcos de la política española.
Siete recortes de prensa han bastado para volar por los aires la política española, que en poco más de 48 horas sabrá si sigue teniendo a Pedro Sánchez como presidente del Gobierno o bien, como vaticinan muchos en Moncloa y Ferraz, acaba con su dimisión.
Una denuncia que presentaba hace unas semanas Manos Limpias y con la que el juez abría diligencias, sin notificar a la Fiscalía, a Begoña Gómez. La propia organización reconocía un día después de conocerse la noticia de la apertura de diligencias que su denuncia podría tener bulos, como ya se había demostrado, pero que correspondía al juez verificarlo.
En los siete artículos aportados, el pseudosindicato de ultraderecha trataba de acusar a Begoña Gómez un presunto delito de tráfico de influencias.
El primero de ellos, publicado por El Confidencial, indicaba que Begoña Gómez elaboró dos cartas de recomendación desde la cátedra que dirige en la Universidad Complutense al empresario tecnológico Carlos Barrabés. Éste, se unió junto a otra empresa en una UTE para recibir unas ayudas que superaban los siete millones de euros que daba Red.es, que dependía del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital.
En el artículo, que tras conocerse la denuncia volvió a ser de pago y que se entiende mucho mejor compaginándolo con la tercera noticia, también de El Confidencial, se indica que además de esa carta de recomendación, la UTE que se llevó la adjudicación incluyó otras 18 cartas más. Entre ellas la del Ayuntamiento de Madrid (PP) y empresas como IBM, Orange o Microsoft. El texto fue idéntico para todos. "Declaración de interés y apoyo de máster en captación de fondos para el desarrollo del programa Conecta formación e inserción laboral en desempleados”, indicaba el título de la carta. "Por medio de la presente manifestamos nuestro apoyo a dicho programa, que persigue detectar, formar e incorporar al mercado digital a jóvenes desempleados. Asimismo, mostramos nuestra intención de colaborar activamente en la difusión de sus convocatorias en nuestro ámbito de actuación que pudieran ser interesados", rezaba el cuerpo de la misma.
En el segundo, también de El Confidencial, se habla de Air Europa. "Air Europa pactó pagar 40.000 € al año al Africa Center de Begoña Gómez antes del rescate", indica el texto. Para entenderlo hace falta contexto.
Para evitar problemas, Begoña Gómez decidió dejar su trabajo con una excedencia y poco después firmó con la IE University para dirigir un centro llamado África Center. Se llegó a un acuerdo con Air Europa en enero de 2020 para financiar dos becas. Pese a que tenía un fondo de 40.000 euros, solo se gastaron 1.700 en dos vuelos en turista a Londres para Begoña Gómez y la presidenta de África Center. Llegó la pandemia y el acuerdo se canceló. A finales de año, el Gobierno rescató a las aerolíneas españolas ya que, al no haber turismo, corrían riesgo de irse a la quiebra provocando el despido de miles de personas y la pérdida de la competitividad del sector. El rescate a Air Europa fue avalado por el Tribunal General de la Unión Europea y la Oficina de Conflicto de Intereses dio carpetazo al PP al insinuar irregularidades.
La cuarta, de VozPópuli. "El Gobierno de Sánchez adjudicó 18,8 millones de euros a la empresa que recomendó Begoña Gómez. Se trata de una noticia que no está firmada por ningún periodista, basada en la información publicada por El Confidencial, lo que en el periodismo se conoce como 'fusilar' un texto de otro medio. Explica que ese desembolso de dinero fue aprobado en Consejo de Ministros un año antes. Nada nuevo.
La quinta es de Libertad Digital. Realmente se menciona a Begoña Gómez para tratar de relacionarla con el 'caso Koldo' sin una sola afirmación. Explica el dinero que se llevó Aldama y ya. Ni una sola relación.
La séptima es de Es Diario. El titular es "Sánchez inyectó 80 millones de euros a un cliente de su esposa", al menos el que consta en la denuncia. Si uno acude al medio comprueba que han recortado "... y del novio de Ayuso". Un error o un olvido voluntario y que habla de los contratos que se llevó el Grupo Quirón en base a contratos durante la pandemia para desarrollar protocolos sanitarios principalmente en el Ministerio de Transportes. ¿Dónde está el vínculo con Begoña Gómez? Quirón participa de manera muy residual en la cátedra de Begoña Gómez en la Complutense.
El octavo es el bulo que publicó The Objective y que reprodujeron los informativos de Telemadrid, entregados al control del PP de Madrid. Indicaban que el Gobierno ocultaba una subvención a nombre de Begoña Gómez. Sin embargo, en cinco minutos y dos clicks es posible ir al portal de subvenciones y adjudicaciones para comprobar que esa Begoña Gómez es una empresaria cántabra.
Un caldo de cultivo, que se ha ido alimentando desde febrero y que en la denuncia culmina así: Begoña Gómez firma dos cartas para que su compañero se lleve siete millones de euros, a su vez recibe 40.000 euros de Air Europa antes de que Pedro Sánchez, su marido, rescate a la empresa con varios cientos de millones de euros. Además, Sánchez aprobó en Consejo de Ministros la adjudicación millonaria a su compañero, pero además Gómez está relacionada con el caso Koldo y sin olvidarnos de que Sánchez pagó 80 millones a una empresa con la que trabaja Begoña Gómez y que a su vez ocultan una subvención.
Mientras tanto, la oposición aprieta al presidente. Día a día y de manera constante diferentes cargos de PP y Vox acusan a Sánchez y su mujer amparándose en que la prensa (o pseudoprensa en algunos casos) publica estas informaciones. A su vez, calientan el debate público señalando al presidente cada vez que tienen un medio cerca y amagan con llevar a Sánchez o su mujer a las comisiones de investigación montadas en Congreso y Senado tras el estallido del 'caso Koldo'. Horas antes de la carta, el PP hizo valer su mayoría absoluta en el Senado y modificó el objeto de la comisión que controlan para poder citar a Begoña Gómez, el PSOE deslizaba que le darían asesoramiento judídico.
Una de las últimas acusaciones, las de Ester Muñoz, vicesecretaria de Sanidad y Educación del PP, que comparecía en el Congreso tras publicarse que se habían abierto diligencias disparando a toda la familia de Sánchez. En concreto, apuntaba "a su suegro que se enriquece con esas saunas que todos conocemos [una sauna gay cerrada desde hace años y que estaba ubicada próxima a la Gran Vía de Madrid y que fue utilizada como un bulo más de Villarejo asegurando que se usaba para extorsionar a políticos], a su padre que se enriquece con fondos de Next Generation, a su hermano que se muda a Portugal para no pagar impuestos y escándalos en torno a su mujer".
Un día más tarde, cuando Silvia Intxaurrondo preguntaba a Muñoz por estas acusaciones y cuestionaba si tenían pruebas, ésta negaba que fueran acusaciones y que se limitaba a reproducir lo que publicaban estos mismos pseudomedios. Ladrar, pero no morder.
Años de desgaste con bulos que crea un clima de opinión contrario
Precisamente bulos como el de la sauna gay son habituales desde hace años creando un clima mediático, del que se vale la oposición, para menospreciar y desgastar la imagen del presidente del Gobierno. "El suegro de Pedro Sánchez y la prostitución gay, lo que le faltaba a Begoña Gómez", titulaba hace unos días Es Diario. No es el único. También el de que Begoña Gómez es "travesti" acuñando un insulto: "Begoño".
Por ejemplo, Pilar Baselga, una agitadora ultra en redes sociales como X fue imputada hace unas semanas por inventarse este bulo. Baselga, por cierto, también ha vinculado, como siempre sin pruebas, a Gómez con el narcotráfico. Es una práctica habitual que realiza la ultraderecha a lo largo y ancho del mundo. Ya le ha ocurrido a Michelle Obama o a Brigitte Macron.
Y es complicado luchar contra ello. Natalia Diez, coordinadora de Maldito Bulo. "Nosotros en Maldita.es pensamos que desde los medios tenemos que ser conscientes del poder que tenemos. Cuando sacamos una información hay que ser conscientes del poder que puede tener y verificar lo que publicamos", explica hablando de que es una cuestión que cada persona debería hacer cuando usa las redes sociales, aunque no tengan la misma responsabilidad social que un medio de comunicación.
A ellos se les debe, por ejemplo, conocer que el Gobierno no ocultaba ninguna información sobre una supuesta subvención a Begoña Gómez y que ese nombre correspondía a una empresaria cántabra.
"Verificamos la información haciendo una búsqueda en la base de datos del Portal de Adjudicaciones y Subvenciones Públicas", explica resaltando que, aunque el nombre coincidía, el resto de información que aparecía no coincidía con lo que podría ser la actividad profesional de Begoña Gómez. Además, contactaron directamente con la mujer de Sánchez, que rápidamente les remitió "información para poder contrastar". "Vimos que no era así y que no era ella", explica sobre el sencillo paso que siguieron para desmentir la información publicada por The Objective y que buena parte de la derecha mediática compró, también, sin contrastar.
"Luchar contra desinformación es más complicado que lanzar un bulo. Un desmentido no va a llegar tan lejos como un bulo", lamenta. Y es que una mentira viaja más rápido que una verdad. "Parar la viralización de un contenido falso con un contenido contrastado es importante, pero los bulos se nutren de mensajes que apelan a tus emociones y hace que lo compartas más rápido", explica añadiendo que en las redes sociales, los algoritmos premian a aquellos contenidos que se comparten mas, propagando en muchas ocasiones el bulo.