Almeida y los neutrinos de baja energía

Almeida y los neutrinos de baja energía

Este neutrino es mil veces mayor que el interés que siento por la boda del alcalde Almeida, los invitados, los nervios del novio, la autora del traje de la novia...

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, y su esposa, Teresa Urquijo, a su salida de la iglesia de San Francisco de Borja de Madrid.Carlos Alvarez/Getty Images

Algunas magnitudes del universo son increíblemente ínfimas. Por mucho que lo intentemos, no podremos ni imaginar remotamente las escalas tan pequeñas de las que estamos hablando cuando nos referimos a ciertas entidades. ¿El grosor de un cabello humano? No, por favor. Un cabello humano —incluso el cabello más fino de la historia de la Humanidad— es absolutamente gigantesco, inabarcable, tiene un tamaño descomunalmente grande en comparación con algunos elementos del mundo microscópico. ¿Un glóbulo rojo? Tampoco, tampoco. Aunque estas células sanguíneas no alcanzan la centésima parte de un milímetro, siguen siendo rascacielos, el Himalaya, el planeta Júpiter, la maldita Vía Láctea de lado a lado, si las comparamos con otros elementos de los que quisiera hablarles hoy.

Nuestros queridos amigos los virus no alcanzan el micrómetro de tamaño. Un micrómetro es una milésima parte de un milímetro. Y me estoy refiriendo a los virus de tamaño medio, que los hay incluso cien veces más pequeños, los cuales son elefantiásicamente grandes en comparación, por ejemplo, con una molécula de glucosa. Ponga setenta mil moléculas de glucosa en fila india y habrá alcanzado el grosor de un folio. Si la molécula es de agua deberá usted apilar cuatro veces más unidades para conseguir la misma longitud: unos trescientos mil enlaces de dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno, puestos uno encima de otro, rondarían la décima parte de un milímetro. ¿Le parece que estamos llegando ya al límite de las entidades más pequeñas del universo? Ni se imagina lo lejos que estamos todavía.

Es a escala subatómica donde las cosas empiezan a ser pequeñas, pero pequeñas de verdad: la longitud de onda de los rayos gamma mide la milmillonésima parte de un milímetro, algo que en Física se llama “picómetro”. En dicha longitud de onda caben holgadamente, sin apretujones, mil protones. Ah, los protones, esas enormes masas de materia, mil veces mayores que los quarks. Ah, los quarks, esas enormes masas de materia, cien veces mayores que los neutrinos. Ya falta poco. Los neutrinos pueden ser de alta o de baja energía. Los segundos son diez mil veces más pequeños que los primeros, midiendo alrededor de 0.000000000000000000000001 metros —usted ha pasado los ojos rápidamente por encima de esta cifra, pero yo le juro que he calculado y contado cada cero: veinticuatro—.

Pues bien, al fin llego a donde quería llegar. Este neutrino es mil veces mayor que el interés que siento por la boda del alcalde Almeida, los invitados, los nervios del novio, la autora del traje de la novia, el cuñado japonés de la pareja de la autora del traje de la novia, la compañera de egebé de la tía del frutero de la intérprete de la marcha nupcial, y, sea dicho de forma genérico-distributiva, la madre que los parió a todos. Atendería de mejor gana a la nieve que se ve en un televisor no sintonizado —que, por cierto, refleja en parte la radiación cósmica del big bang— que a la amplia cobertura que Telemadrid ha brindado al evento. Que nadie se enfade: esta columna sólo intenta colaborar con la Física teórica en su exploración de los límites absolutos del universo. Allí, en la última frontera, está el PP madrileño.

MOSTRAR BIOGRAFíA

Licenciado en Filosofía y doctor en Psicología. Es profesor titular de Psicología Clínica de la Universidad de Oviedo desde antes de que nacieran sus alumnos actuales, lo que le causa mucho desasosiego. Durante las últimas décadas ha publicado varias docenas de artículos científicos en revistas nacionales e internacionales sobre psicología, siendo sus temas más trabajados la conformación del yo en la ciudad actual y la dinámica de las emociones desde una perspectiva contextualista. Bajo la firma de Antonio Rico, ha publicado varios miles de columnas de crítica sobre televisión, cine, música y cosas así en los periódicos del grupo Prensa Ibérica, en publicaciones de 'El Terrat' y en la revista 'Mongolia'.