El 7 de octubre de 2023, Hamás lanzó en suelo israelí el ataque más dañino de su historia. Tel Aviv replicó con una ofensiva que aún dura y a la que nadie le ve el fin. La dinámica del conflicto, viejo de 80 años, ha saltado por los aires, a pura muerte.
"La protección de los periodistas empieza por la lucha contra la impunidad", sostiene la ONG, que insta a que se presenten cargos contra los autores identificados por su investigación.
La selección de evidencias relevantes en un contexto de guerra no es fácil, por eso es tan importante el apoyo de los aliados internacionales también en este flanco.
El exministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigú, y el jefe del Estado Mayor, Valeri Guerásimov, son culpables de crímenes de guerra por "dirigir ataques contra objetivos civiles" y por "causar daños colaterales excesivos" a inocentes.
Se ha estimado que 22.000 personas murieron durante el cerco y captura de la ciudad. Los civiles se quedaron sin agua, fuel o electricidad a los pocos días del asedio, cuando las temperaturas cayeron por debajo de los 10 grados bajo cero.
Netanyahu "ha dado a sus fuerzas de seguridad carta blanca para atacar objetivos civiles de forma amplia e indiscriminada en Gaza", indica el documento.
Entre los crímenes de los que responsabiliza al primer ministro de Israel y a su ministro de Defensa está el uso del hambre como “método de guerra” contra los civiles y el “asesinato intencionado”.
La prensa israelí sostiene que se espera para esta semana y también perseguiría al ministro de Defensa, Yoav Gallant, y al jefe del Estado Mayor de las FDI, Herzl Halevi.
"Las autoridades utilizaron una amplia legislación antiterrorista y antiextremista contra personas críticas, profesionales de la abogacía y grupos opositores y religiosos", constata AI, que dedicó a Rusia cinco páginas de su informe anual.
En 1994 se vivió una de las matanzas más brutales de la historia reciente. El odio al diferente rompió persecución étnica, tras décadas de un desencuentro alimentado por las potencias coloniales europeas.
La guerra lanzada por Israel contra la franja palestina tras los atentados de Hamás del 7 de octubre agota los calificativos. Más de 33.000 muertos después, ya parecen "demasiados" para Occidente y se pide a Tel Aviv que frene. Netanyahu dice no.
Las IDF habían reconocido disparos a primera hora pero luego han enfatizado que sólo fueron al aire y que el centenar de civiles pudo morir por la avalancha.
Hay denuncias de asesinatos extrajudiciales contra mujeres y niñas en lugares donde habían buscado refugio o durante su huida, incluso bajo bandera blanca.
"Son delitos que atentan contra los más elementales principios y valores de la Comunidad Internacional", destaca en la propuesta que lleva mañana al Congreso.
El economista Andrei Ilarionov publica en 'Newsweek' el relato de su relación con el presidente ruso, en pleno ascenso, y cómo no se doblegó ante sus acciones.
Por 15 votos contra 2, da un mes a Tel Aviv para que presente dichas medidas pero le pide que de inmediato evite daños. El alto tribunal de la ONU sostiene que es competente para investigar genocidio y que hay "algunos actos" que lo apuntan.