No sólo 'Zorra': las otras veces que España envió polémicas canciones a Eurovisión
Fuimos el primer país en incluir palabras 'prohibidas' como "sexo" o "bragas" y cantamos un tango argentino en Reino Unido en plena guerra de las Malvinas.
- Eurovisión 2024 en directo
Ocurra lo que ocurra este sábado 11 de mayo en la final de Eurovisión 2024, 'Zorra' pasará a la historia por ser una de las canciones más polémicas que han representado a España en el famoso festival europeo. Quizá, la que más. Desde su triunfo en a primeros de febrero en el Benidorm Fest, la preselección organizada por RTVE para elegir a nuestros abanderados, la propuesta presentada por Nebulossa ha sido objeto de debate social entre numerosas críticas, la mayoría procedentes de denominado 'feminismo tradicional'.
Algo, en cierto modo, inexplicable cuando Zorra fue compuesta por María Bas y Mark Dasousa, los componentes del grupo alicantino, como un canto a la liberta de la mujer. "'Zorra' es una palabra que he llevado dentro de mí durante mucho tiempo. De hecho, todas las mujeres nos hemos sentido en algún momento insultadas, marginadas y denigradas. Por eso, decidí que había que dejar esa palabra al margen, empoderarme y sacar todo aquello que me había hecho sentir mal durante mucho tiempo. Es muy curioso que una vocal pueda cambiar el significado radical de una palabra. ¿Por qué 'zorro' se utiliza cuando hablamos de alguien astuto y 'zorra' es un insulto?", explicaba María a El HuffPost en su primera entrevista antes de publicarse la canción.
Aunque el tema pasó inadvertido durante sus dos primeros meses en plataformas digitales, su inesperado triunfo en el Benidorm Fest sobre propuestas como las de St. Pedro, Miss Caffeina, María Peláe o Angy, desencandenó una enorme polémica por la letra de la canción y también su puesta en escena.
Se acusó a la propuesta de ser misógina, frívola y vulgar por estrofas como "Si salgo sola, soy la zorra. Si me divierto, la más zorra. Si alargo y se me hace de día, soy más zorra todavía". Tampoco se entendió que una candidatura de marcado acento feminista fuera representada con dos bailarines hombres en lencería y una ambientación de cabaret. "La canción está dedicada a todo aquel que se sienta apartado o que no se siente libre de ser uno o una misma", señalaba Mark.
Juan Sebastián Domínguez, director creativo y encargado de la escenografía de Nebulossa para Eurovisión, ahondó más en ese aspecto. "Mery es la dueña de ese local, al que todos estamos invitados a ser quien quieras ser, todos los ofendidos, humillados o insultados por no entrar dentro de los cánones que marca la sociedad. Todos ellos tienen un lugar donde sentirse seguros y ese lugar es ese local rojo y negro con estética de cabaret trasnochado (...) Zorra es una metáfora de todas esas palabras que existen en nuestro lenguaje y que han sido utilizadas para hacer daño al que es diferente, al que no entra dentro del compartimento que otros dictan como “lo normal”, explicaba en una entrevista en Eurovisionspace.com.
Pero las explicaciones poco sirvieron para frenar una corriente de odio contra la propuesta española. El feminismo clásico, representado en figuras políticas como la exvicepresidenta del Gobierno Carmen Calvo, consideraba que Eurovisión no era el escenario propicio para 'resignificar' una palabra que ha causado tanto dolor. "'Zorra' es la última palabra que oye una mujer antes ser agredida", señalaba la socialista. En el lado popular, la presidenta de la Comunidad de Madrid, elevaba la elección de la canción a uno de los "cien escándalos" de Pedro Sánchez en sus primeros cien días de gobierno. El jefe del Ejecutivo, por su parte, la defendía asegurando que la canción "representa muy bien a España", ya que es una "demostración" de la "pluralidad" y "diversidad".
Los medios internacionales pronto se hicieron eco de la polémica, lo que hizo que la canción llegara a la cima de canciones más virales en plataformas como Spotify o Youtube, mientras en las casa de apuestas se hundían sus opciones de victoria. Actualmente, España ocupa la posición 18 de 26.
Sin embargo, Zorra no es la única canción polémica que España ha enviado a Eurovisión en sus más de sesenta años de participación. De hecho, ni siquiera la palabra 'zorra' es la primera que nuestro país intenta derribar como tabú en el certamen europeo. En 1993, Eva Santamaría fue la primera que incluyó la palabra 'sexo' en una propuesta eurovisiva. Algo revolucionario en su momento. Además, lo hizo en una canción también marcadamente feminista en la que cantaba: "Todos los hombres son tan egoístas, que han confundido macho con machista (...) Ponen el cerebro, nunca el corazón. Vuelan como cuervos a tu alrededor. Y al sexo llaman amor". La canción acabó en el puesto undécimo, a dos puntos del top10.
Y de alguna manera más excéntrica, la parodia protagonizada por Rodolfo Chikilicuatre en 2008 con su Baila el Chiki Chiki incluyó por primera vez en una canción la palabra "bragas". La letra del tema también tuvo que ser modificada al hacer menciones directas a políticos como Hugo Chávez, Mariano Rajoy o José Luis Rodríguez Zapatero.
Tampoco es la primera vez que parte del feminismo se 'levanta en armas' contra Eurovisión. En 2005, algunas asociaciones pidieron la retirada de la canción Brujería, interpretrada por Son de Sol, por entender que atentaba contra la dignidad de la mujer. Consideraban que alababa "el comportamiento dominado y subordinado de las mujeres” por estrofas como: 'Tú me dominas con sólo mirarme, y no hacen falta cuerdas para atarme, soy una fiera que aunque la reja me abran nunca me escapo de la jaula por amor'. La propuesta española terminó en el puesto 21 en el festival celebrado aquel año en Kiev (Ucrania).
Otras propuestas españolas también fueron objeto de crítica por el idioma (para la historia la descalificación de Joan Manuel Serrat cuando quiso interpretar parte del La La La en catalán o los continuos ataques de los académicos de la RAE por apostar por el inglés en algunas de las candidaturas) e incluso por acusaciones de plagio. En 1981, Julio Iglesias aseguró que la canción que defendería José María Bacchelli en Eurovisión, Y sólo tú, se parecía demasiado a uno de sus temas. Julio llevó al representante a los tribunales, pero acabó perdiendo la demanda.
Tampoco pareció muy acertada la decisión de apostar por el tango, con Lucía y su canción Él, justo el año en que tuvo lugar la guerra de las Malvinas entre Inglaterra y Argentina y el festival se celebraba en Harrogate (Reino Unido). Muchos quisieron ver en la candidatura española una ofensa al país anfitrión. "Con el tiempo me he considerado valiente por cantarles un tango a los ingleses en su propia casa en tan mala época pero, si te digo la verdad, en ese momento yo no sabía lo que hacía. No estaba al día de política ni me preocupaba. Yo iba a cantar simplemente. Y lo cierto es que la canción gustó y no dejó a nadie indiferente, independientemente de que fuera un tango argentino", señaló Lucía años después en una entrevista a OGAE España. Con ánimo de provocación o no, el tango argentino de Lucía acabó en un muy bien valorado décimo puesto.