Así ha sido la actuación de Nebulossa en la segunda semifinal de Eurovisión 2024
La propuesta española pretende ser un canto a la libertad dentro de un show de tintes cabareteros. Mery, vocalista del dúo, ha estado bien vocalmente.
El dúo de electropop Nebulossa, que representa este año a España en Eurovisión, participó este jueves como país invitado en la segunda semfinal del concurso interpretando por primera vez Zorra, su propuesta con la que optará a ganar el micrófono de cristal en la final de este sábado 11 de mayo.
Mery Bas y Mark Dasaousa se subieron al escenario del Malmö Arena, sede del festival este año tras la victoria de la sueca Loreen en la edición anterior, junto a sus dos bailarines y la baterista Ani Villa para desplegar su show con tintes cabareteros.
Emulando a su actuación en el Benidorm Fest, preselección que les dio el billete a Eurovisión, la puesta en escena pretende recrear un club clandestino de los años 30 donde la libertad puede florecer sin censuras. Porque, como ya han señalado en más de una ocasión los representantes españoles, el mensaje que quiere transmitir Zorra no es sólo feminista, sino que también pretende convertirse en un lema para todos los ofendidos, humillados o insultados por no entrar dentro de los cánones que marca la sociedad.
Por este motivo, la actuación española arranca con una gran cerradura roja cuya bocallave es la silueta de Mery, que aparece imponente tras elevarse uno de los enormes cubos que cuelgan sobre el techo del estadio. La audiencia europea ha entrado así en ese mundo de fantasía y libertad que incluye un sillón de terciopelo rojo en el que Mery se sube o se sienta en diferentes ocasiones junto a sus dos bailarines, quienes en un momento de la actuación se despojan de parte de parte de su ropa para bailar junto a la cantante enfundados en un corsé negro, medias de rejilla y botas de tacón alto del mismo color.
César Louzán y Iosu Martínez, profesionales procedentes del mundo drag, han derrochado descaro y sensualidad con guiños directos a la cámara y un par de acrobacias imposibles que han provocado el aplauso en tacones unánime de un público que no ha dejado tampoco de gritar "Zorra, Zorra, Zorra" durante toda la canción. De hecho, el entusiasmo de los eurofans ha sido tal que Mery ha decidido, igual que en Benidorm, ceder su micrófono para que fueron ellos quienes cantaran "soy más zorra todavía" de la segunda estrofa.
La intérprete, justa vocalmente y apoyada en una segunda voz pregrabada, ha lucido como una dominatrix un vestuario creado por Michael Costello, un exitoso diseñador de moda que ha vestido a artistas de renombre como Lady Gaga, Beyoncé o Nicki Minaj. Para la representante española ha creado un espectacular mono de color negro hecho a medida con 63.000 cristales. El vestuario de Mery Bas lo completan unos guantes de terciopelo hasta el codo y un corsé, sello de identidad de la vocalista, elaborado en vinilo liso mate y adornado con delicadas tiras de strass negro que van juego con el mono de Mery y con el vestuario de sus dos bailarines.
Mientras que el negro predomina en el vestuario, el rojo y los tintes anaranjados protagonizan la iluminación y los fondos de una candidatura que, en materia de realización para televisión, ofrece hasta 77 planos diferentes en sus tres minutos de duración. Uno de los encuadres más poderosos es justo en el final, en el que Mery ejerce de anfitriona del cabaret subida al sofá de terciopelo y con el viento levantando su cabello. Un cierre de actuación que ha dado paso a un gran aplauso por parte del público.
La actuación de esta semifinal sirve como aperitivo al de la gran final de este próximo sábado, donde Nebulossa competirá junto a otros 25 países por el preciado micrófono de cristal. Los pronósticos que ofrecen las casas de apuestas no son buenos: España ocupa la 24º plaza como favorita para ganar y donde sí lidera es en la apuesta sobre qué país tiene más probabilidades de acabar último.