Las zonas que esconden unos parásitos voladores aún más repugnantes y molestos que las garrapatas
Te revelamos qué es la mosca ciervo y en qué partes del mundo se encuentra.
El Lipoptena cervi, comúnmente conocido como la mosca ciervo o mosca de los ciervos, es un parásito que se encuentra principalmente en las zonas templadas de Europa, Siberia y el norte de China, y que ha sido introducido en América del Norte. Este insecto, que mide entre 5 y 7 mm de longitud y es de color marrón, se caracteriza por su cuerpo plano y elástico, lo que dificulta su eliminación una vez que se adhiere a su huésped.
Aunque el Lipoptena cervi prefiere a los cérvidos como huéspedes, en raras ocasiones puede morder a los humanos, causando reacciones que varían desde imperceptibles hasta altamente alérgicas. La picadura inicial puede pasar desapercibida, pero en un plazo de tres días puede desarrollarse en una lesión endurecida y enrojecida, con un picor intenso que dura entre 14 y 20 días. En animales como los caballos y los perros, las picaduras pueden provocar cólicos y dermatitis severa, respectivamente.
El Lipoptena cervi ha sido identificado como portador de Anaplasma phagocytophilum, la bacteria que causa la anaplasmosis, y de Borrelia burgdorferi, agente causante de la enfermedad de Lyme. Sin embargo, aún no se ha confirmado si este insecto puede actuar como vector de estas enfermedades.
Tanto machos como hembras del Lipoptena cervi se alimentan de la sangre de sus huéspedes, con sesiones de alimentación que duran entre 15 y 25 minutos. La hembra produce una larva a la vez, reteniendo la larva en desarrollo en su cuerpo hasta que está lista para pupar. Tras la pupación, el adulto alado emerge y busca un huésped, momento en el cual se desprende de sus alas y se asocia permanentemente con él.
Este parásito se ha establecido en la mayoría de Europa, incluyendo Gran Bretaña e Irlanda, así como en Argelia, Siberia oriental y el norte de China. En Estados Unidos, ha adquirido huéspedes como el ciervo canadiense, el ciervo de cola blanca y el reno. Aunque los registros de picaduras en humanos son escasos, se han documentado casos en perros y tejones.