Cómo saber si un Yorkshire Terrier es puro o bien es mestizo
¿Hay un nuevo perrete en casa y quieres saber si es genuino? Toma nota de las características y comportamiento de un yorkshire terrier puro.
¿Has comprado o adoptado hace poco un perrete y te preguntas si es un yorkshire terrier auténtico, de pura raza? ¿Cómo discernir si tu mascota es genuina o si es mestiza? La autenticidad de esta raza canina a menudo se certifica mediante un pedigrí, aunque no todos los ejemplares lo poseen, dificultando así la identificación. Pero no te preocupes, aquí te brindamos toda la orientación necesaria para disipar tus dudas.
Características de los yorkshire terrier de puro
Comenzando por lo más evidente, los yorkshire son canes de tamaño pequeño. Generalmente, su peso adulto no excede los 3,2 kilos, conforme al estándar de la Federación Cinológica Internacional (FCI).
Estos perros destacan por sus características físicas y temperamento distintivos. Conociendo estos rasgos principales, resulta más sencillo discernir la autenticidad de un yorkshire;
- Pelaje largo, fino y sedoso, usualmente más oscuro en la raíz que en las puntas. Los cachorros yorkshire presentan una densa capa negra que con el tiempo se torna en un tono fuego brillante. Contrario a la creencia popular, su pelaje es hipoalergénico, ideal para personas alérgicas.
- Tamaño reducido pero proporcionado, con un cráneo más pequeño en proporción a su cuerpo. Presentan un hocico chato, mordida en forma de tijera (que puede ocasionar problemas dentales), y ojos oscuros y medianos que destacan.
- Orejas pequeñas en forma de V, rodeadas de pelo corto. Aunque al principio puedan estar caídas, es habitual que con el tiempo se mantengan erguidas.
- Cola con abundante pelo, de longitud media y bastante pelaje, distinguiéndose de otras razas.
- Patas con uñas negras y redondeadas.
El comportamiento de los yorkshire
Si te preguntas cómo identificar un yorkshire genuino, además de las características físicas, es crucial observar su comportamiento. Los yorkies son cariñosos y activos, siempre listos para jugar y explorar nuevos entornos. A pesar de su breve resistencia física, son astutos y curiosos, disfrutando de la compañía humana.
Son atrevidos, juguetones y algo traviesos, aunque también disfrutan de momentos de calma y caricias. Socialmente, son amigables y suelen llevarse bien con otros perros, aunque con la edad prefieren la tranquilidad a la actividad frenética.