España no tendrá embajada en Ramala cuando reconozca a Palestina como Estado
Será el cónsul de Jerusalén el que se encargue de las relaciones diplomáticas, según recoge 'El País'.
Comienzan a conocerse más novedades sobre la futura relación diplomática entre España y Palestina, cuando esta sea reconocida como Estado por parte de nuestro país, antes de este verano. Según ha adelantado El País citando a fuentes diplomáticas, España no contará con una embajada en Ramala, ciudad cisjordana en la que se halla la sede del Gobierno palestino del presidente en funciones Mahmmoud Abbas.
En su lugar, se encargará de esta relevante tarea la misma figura que ya viene estando al cargo de la representación española ante las autoridades palestinas. Será el cónsul general de Jerusalén, Alfonso Lucini, el que desempeñará estos labores ya que tanto la ciudad santa como Cisjordania y la Franja de Gaza entran en sus competencias.
En este sentido, buena parte de los países que ya dieron el paso de reconocer a Palestina como estado cuentan con misión diplomática en Ramala. Hay unas 40 representaciones extranjeras en la capital de la Cisjordania ocupada por Israel. Sin embargo, es necesario recordar que la legación española se ubica en Jerusalén Este. Otro territorio bajo ocupación israelí.
Jerusalén, escenarios de choques por las embajadas
Asimismo, con esta decisión, España se situará en sintonía con otros países que reconocieron al Estado palestino. Parte de la comunidad internacional considera que la capital palestina se localiza en Jerusalén Este. Por ejemplo, cuando Suecia procedió al reconocimiento en 2014 estableció allí su embajada. España no tendría que hacer cambios siguiendo estos pasos. También Turquía es el otro país que reconoce a Palestina como estado y que cuenta con embajada en este punto.
En este sentido, cabe destacar un episodio pasado que abrió un importante conflicto durante la Administración Trump en la Casa Blanca. El presidente republicano decidió cambiar la embajada estadounidense en Israel de Tel Aviv a Jerusalén, lo que generó un gran rechazo por parte de las autoridades palestinas y de segmentos de la comunidad internacional.