La Federación Europea de Psicología y usted

La Federación Europea de Psicología y usted

Sólo hay un motivo por el que el Colegio Oficial de Psicólogos español no se llama Colegio Oficial de Psicólogos Español, y es la poca simpatía que muchísimos españoles sienten hacia la existencia de España.

Una persona en el psicólogo.LOURDES BALDUQUE FOTOGRAFA

A veces la vida nos da extrañas sorpresas, y cosas que parecen estar completamente alejadas resultan estar muy relacionadas. Por ejemplo, no se imagina lo mucho que tiene que ver la Federación Europea de Colegios de Psicólogos con usted. ¿No se lo cree? Permítame que se lo explique. Como su propio nombre indica, la Federación Europea de Colegios de Psicólogos —EFPA, por sus siglas en inglés— agrupa a las asociaciones profesionales de psicología de todos los países europeos. Belgische Federatie van Psychologen. Dansk Psykolog Forening. Συλλογοσ Ελληνων Ψυχολογων. … En total suman treinta y siete instituciones. Todas ellas, como es natural, señalan en su nombre su vínculo con la profesión de la psicología y su país de procedencia.

¿Todas? Mmm… pues no, no todas. De los treinta y siete colegios reunidos en la EFPA, treinta y seis citan el nombre del Estado europeo al que pertenecen. Pero hay uno que no lo hace. Pueden consultar la lista en internet. Entre el Drustvo Psihologov Slovenije y el Sveriges Psykologförbund, aparece un misterioso “Colegio Oficial de Psicólogos” de no reconocida procedencia. El nombre en español nos indica con bastante seguridad que se trata de la asociación española, sobre todo teniendo en cuenta que ningún otro país de la UE tiene al español como lengua oficial. Pero la exclusividad de su lengua no impidió que el colegio polaco se llame Polskie Towarzystwo Psychologiczne o la Ordem dos Psicólogos Portugueses sea el nombre del colegio portugués.

Sólo hay un motivo por el que el Colegio Oficial de Psicólogos español no se llama Colegio Oficial de Psicólogos Español, y es la poca simpatía —consciente, preconsciente o inconsciente— que muchísimos españoles sienten hacia la existencia de España. Alemania, bien. Finlandia, bien. Chipre, bien. Pero España… bien, s-s-sí… si no digo que esté mal, pero… ¿qué necesidad hay de poner la palabra España en el nombre de la asociación profesional que representa a la psicología española en Europa? Como el aire que no vemos pero respiramos, metemos en el cuerpo trece veces por minuto la leyenda negra antiespañola que se inventó el capitalismo protestante. “Yo no tengo nada contra España”, dice una cantante que cuenta que va a “emprender una gira por Cataluña, Galicia y el Estado”.

Infiltrados
Un proyecto de Ikea

Hay que ser muy cándido para creer que no pagamos de mil formas los mil tics con los que presumimos de creer que España es un error histórico —el pasaporte de los “ciudadanos del mundo” se expide en Berlín, por cierto—. Pocas creencias tienen menor fundamento. Y hay que estar muy en la higuera para no apreciar el revulsivo que implica la aparición de la candidatura de Izquierda Española para el 9-J. El escándalo que para muchos supone su nombre es la mejor medida de su ignorancia y del acierto de Guillermo del Valle con su banda comunera. No pueden derivarse más que ventajas de que el Colegio Oficial de Psicólogos se llame Colegio Oficial de Psicólogos de España y de que IzqEsp consiga marcar un gol dentro de tres semanas. ¿Ve cómo la EFTA tenía mucho que ver con usted?

MOSTRAR BIOGRAFíA

Licenciado en Filosofía y doctor en Psicología. Es profesor titular de Psicología Clínica de la Universidad de Oviedo desde antes de que nacieran sus alumnos actuales, lo que le causa mucho desasosiego. Durante las últimas décadas ha publicado varias docenas de artículos científicos en revistas nacionales e internacionales sobre psicología, siendo sus temas más trabajados la conformación del yo en la ciudad actual y la dinámica de las emociones desde una perspectiva contextualista. Bajo la firma de Antonio Rico, ha publicado varios miles de columnas de crítica sobre televisión, cine, música y cosas así en los periódicos del grupo Prensa Ibérica, en publicaciones de 'El Terrat' y en la revista 'Mongolia'.