Cuenta su experiencia en un Hammam tradicional marroquí y es difícil quedarse indiferente

Cuenta su experiencia en un Hammam tradicional marroquí y es difícil quedarse indiferente

Una española cuenta sorprendida lo que pasa realmente.

Foto del Hammam@Azul_Mistico

Una tuitera española (@Azul_Mistico) ha contado a través de la red social X su experiencia yendo a un Hammam tradicional marroquí por primera vez, algo que la ha dejado totalmente sorprendida.

En primer lugar, la tuitera ha explicado que asistió al Hammam junto a una amiga, también española, porque la dueña del hotel donde se alojaba le había preparado una sesión. Aunque, para asombro de ambas, esta experiencia no tenía nada que ver con una sesión de spa, que es lo que ellas se esperaban.

En cuanto al lugar, se trata de un cuartito húmedo y muy caliente, pero con un par de grifos y bancos, al que hay que entrar de dos en dos.

"Me he imaginado que sería como los tratamientos de los spas, que te ponen un producto por los brazos y piernas, y como mucho por la espalda...", ha comentado. Bajo esta creencia, la usuaria optó por cambiarse el bañador por un bikini y, lo primero que pasó al llegar, es que la trabajadora del Hammam le quita la parte de arriba de un tirón.

Posteriormente, el baño empieza con la trabajadora echándote agua con un cazo por todo el cuerpo, para acto seguido embadurnarte con una especie de barro, a la que la tuitera llama "sustancia número uno". "Pero no como en un spa cuando te dan un masaje, no... sino como cuando tienes cinco años y tu madre te embadurna de crema, a lo bestia", ha puntualizado.

Además, ha señalado el poco tacto con el que te dan el baño, detallando que a ella le agarraba los brazos, le levantaba las piernas y le manoseaba todo el pecho, todo esto sin mediar palabra, ya que la señora no hablaba francés.

Pero la mayor sorpresa fue cuando llegó el momento de la exfoliación, que consistió en que la trabajadora, con un guante que, según la tuitera, "parecía una lija del 40", le empezó a exfoliar todo el cuerpo con tal vigorosidad que pensaba se le iban a borrar hasta los tatuajes.

En concreto, ha comentado en tono jocoso como le exfolió hasta sus partes íntimas. "Los tatuajes no sé, pero mi dignidad se la ha llevado enterica vamos", ha bromeado.

Después, la empleada la enjuagó con el cazo, echádole agua también por dentro del bañador "como quien se ducha después de la playa pa' quitarse la arenilla del alma", para volverla a untar con otro barro. 

Finalmente la experiencia acaba con  las usuarias sentadas en un taburete, donde les han lavado con jabón y champú todo el cuerpo, el pelo, las axilas y hasta les han metido los dedos en las orejas.

Sin embargo, la tuitera ha aclarado que ahora tiene la piel "como el culito de un bebé", además de mucha menos vergüenza, y ha recomendado ir a un Hammam, pese a que sostiene que la primera impresión es un poco chocante.

Tras contar esta aventura, @Azul_Mistico ha finalizado el hilo con una encuesta, en la que ha preguntado a los usuarios de X si tras esta historia se animarían a ir a un Hammam tradicional y, de momento, ganan los detractores.