El Instituto Goethe cabalga a lomos de la crisis
El Instituto Goethe cabalga a lomos de la crisis española. El desplome de nuestra economía ha multiplicado el interés de los jóvenes por aprender alemán. "Las cifras suben y suben: un 40% más de inscripciones en el año 2011, y hasta finales de 2012, incluso un 60% más que en los años anteriores al boom", reconocen en dicho instituto.
El Instituto Goethe cabalga a lomos de la crisis española. El desplome de nuestra economía ha multiplicado el interés de los jóvenes por aprender alemán. "Las cifras suben y suben: un 40% más de inscripciones en el año 2011, y hasta finales de 2012, incluso un 60% más que en los años anteriores al boom", reconocen en dicho instituto. El aumento del número de matrículas ratifica la fe ciega que existe en la locomotora germana. Ante la ausencia de futuro en el mercado laboral de nuestro país, muchos han decidido depositar su confianza en las bondades de una economía que también comienza a dar síntomas de fatiga. Y el primer paso que dan muchos antes de embarcar con rumbo a Alemania es inscribirse en el Goethe.
El homólogo a nuestro Instituto Cervantes saca pecho con las cifras en la mano. Manfred Ewel, director académico del Instituto Goethe de Madrid, apunta que "continúa la tendencia al alza que comenzó hace casi dos años con la visita de la canciller Merkel en febrero del 2011". En un comunicado solicitado al Goethe para la realización de este post expresan su profunda satisfacción por el aumento del número de inscritos con cierta arrogancia: "¿Qué sector laboral podría afirmar algo semejante en esta España golpeada por la crisis?"
El mismo fenómeno se repite en el resto de los países del Sur de Europa. El presidente del Instituto, Klaus-Dieter Lehmann, reconoció el pasado mes de diciembre, en Berlín, que el mayor crecimiento de matrículas en 2012 se produjo en los países del sur de Europa, donde casi la mitad de los jóvenes están sin empleo. El Goethe registró un incremento del 37% en España, seguido de Portugal, con un 22%, y Grecia con el 16%.
El Instituto Goethe cuenta con sede en Madrid, Barcelona, San Sebastián y Granada y con una red complementaria de once centros examinadores que se rigen por las normas del instituto que promueve la difusión del alemán en 136 centros repartidos por todo el mundo. Las colas para matricularse en España, un país en el que solo el 2 por ciento de los ciudadanos es capaz de comunicarse en alemán, no han pasado desapercibidas en los medios de comunicación.
"Avalancha" es el término que utiliza el diario Süddeutsche Zeitung para definir la fiebre por aprender lo que ellos denominan en su titular La gramática de la vida. El autor de la crónica, Thomas Urban, indica que "en España se aprende alemán entre otras cosas porque el idioma goza de gran prestigio. La avalancha al Instituto Goethe refleja también un cambio cultural: antes, en España no se le daba tanto valor a las lenguas extranjeras. Pero los expertos coinciden en una cosa: la ola de alemán no conducirá a una gran ola de emigración a Alemania".
El análisis que realiza el periodista alemán dista mucho de la estrategia del Goethe para sacar tajada de una crisis que ha poblado sus aulas de licenciados españoles que buscan en este instituto una antesala a su viaje a Alemania. "El interés por el idioma alemán está creciendo a una velocidad inaudita. Los problemas económicos del país y la preocupación por un buen futuro profesional anima a muchos jóvenes cualificados y altamente motivados a aprender otra lengua extranjera: el alemán. Las cifras para las matrículas están aumentando y podemos apreciar que desde febrero de 2011 un nuevo y cuantioso grupo de alumnos -aproximadamente un 25% de todos nuestros estudiantes- son ingenieros, médicos o especialistas informáticos que buscan un futuro profesional en Alemania", según Manfred Ewel.
¿Y qué ha hecho el Goethe ante la llegada de un nuevo perfil de estudiantes? Ha creado nuevos cursos especiales cuyos enunciados revelan la disposición del instituto a ser una pasarela hacia el mercado laboral germano: Mi entrevista de trabajo en Alemania, Alemán para Médicos y Alemán para Ingenieros. Una atención que se centra en los profesionales que reclama Merkel para su país.
Los gestores del Goethe apuntan que "nunca tuvo tanto renombre la marca Alemania" y lamentan que "frente a la actual popularidad del idioma alemán entre los jóvenes adultos, en España existan muy pocos colegios públicos donde los alumnos puedan aprender alemán como primera o segunda lengua extranjera". Las cifras que maneja el Goethe son relativamente lejanas, pero son una radiografía de la demanda de lenguas extranjeras en nuestro sistema educativo: "En el curso escolar 2009/10 el alumnado que aprendía alemán suponía tan sólo un 0,4% del total, pero si le añadimos los centros privados alcanzamos el 1,1%, un porcentaje demasiado bajo en comparación con la media europea, que asciende al 15,4%. Un 86,2% de los alumnos de colegios públicos en España estudia inglés, un 12,9% francés, mientras que el alemán es casi testimonial, excepto en Canarias (6,2%) y Baleares (4,8%)".
Lisboa, Oporto, Madrid, Barcelona, San Sebastián, Granada, Roma, Turín, Trieste, Palermo, Milán, Génova, Atenas, Tesalónica,... Los tentáculos del Goethe se extienden en los países del Sur de Europa ante los "encantos" de una economía, la alemana, que se ha convertido en un referente para los jóvenes oprimidos por la crisis. Y sus responsables no quieren caerse de una ola inédita para ellos en nuestro país y ya han abierto una plataforma con un título muy sugerente para los desempleados españoles: Rumbo Alemania.