Ladrón de maletas
Seguro que nos robó rápidamente. Abrir esos maleteros era cosa de poco menos que llegar y tirar con decisión, así que siguió el procedimiento habitual: golpeó con un martillo el bombín de la cerradura, puso su dedo índice en el pequeño tirador que lo rodeaba y voilà. Miró discretamente a su alrededor, cogió las dos maletas y se alejó del coche.