Dijo que los llevaba a la privada porque en la pública hay muchas horas de ausencia de profesores. Ahora se sabe que su elegida es una institución católica, investigada por homofobia y sexismo, y que a su hijo no le pasaban de curso en su viejo centro.
Las asociaciones LGBTI protestan contra la iniciativa de la Fiscalía de Padua para cancelar el registro de los menores, incluso con carácter retroactivo, después de una orden del Gobierno ultraderechista de Meloni.