La iniciativa parte de 'El Quiosco de Down Experience', un referente de la inclusión de las personas con cromosoma 21 extra que ha recuperado un puesto tradicional.
Al caloret de las fallas y desde el instante en que la alcaldesa abre la veda que convierte Valencia en un enorme botellón, todo se dispara: desde las cifras de visitantes hasta el consumo y los precios, pasando por los castillos y las mascletás.