El increíble y tremendamente gélido lugar donde creció la primera palmera del mundo

El increíble y tremendamente gélido lugar donde creció la primera palmera del mundo

Aunque sea difícil de imaginar, diversos estudios recientes apuntan a que la primera palmera del mundo no estaba precisamente en un desierto o en una isla caribeña.

Isla con dos palmerasGetty Images

El surgimiento de la primera palmera en el Polo Norte es un acontecimiento que desafía los preceptos convencionales sobre el clima y la vegetación en el extremo septentrional del globo. Aunque pueda parecer increíble, existen pruebas científicas que respaldan este fenómeno, indicando que en el periodo del Eoceno, hace millones de años, el clima en el Polo Norte era considerablemente más templado y húmedo, propiciando así el florecimiento de una variada y exótica flora y fauna.

Entre las especies que florecieron en ese periodo se encuentran las palmeras, árboles que usualmente asociamos con climas tropicales y que resulta difícil imaginar en un entorno cubierto de hielo y nieve. Sin embargo, investigaciones geológicas y paleontológicas han descubierto restos fósiles de palmeras en la región ártica, lo que sugiere que estas plantas prosperaron allí en algún momento de la historia del planeta. A continuación destacamos uno de estos estudios.

El estudio clave sobre las palmeras árticas

Hace aproximadamente 53,5 millones de años, durante una fase transitoria templada conocida como Máximo Térmico del Eoceno 2, las palmeras proliferaban en el Ártico, según un estudio realizado por la Universidad de Utrecht en los Países Bajos y publicado en la edición digital de la revista 'Nature Geoscience'.

Los expertos indican que la presencia de estas plantas sugiere que las temperaturas invernales en los continentes del Ártico eran, en promedio, superiores a los 8 grados centígrados.

Para llevar a cabo la investigación, dirigida por Appy Sluijs, los científicos analizaron sedimentos marinos obtenidos del Océano Ártico para estudiar los cambios ambientales asociados con el rápido calentamiento durante el Máximo Térmico del Eoceno 2.

En los sedimentos marinos, encontraron evidencia del polen de palmera, lo que indica que estas plantas se encontraban en las latitudes más septentrionales del planeta. Este episodio climático suele atribuirse a un rápido aumento en las concentraciones de carbono atmosférico.

Este hallazgo nos insta a reflexionar sobre la capacidad de adaptación y transformación de la naturaleza a lo largo del tiempo, desafiando nuestras percepciones y prejuicios sobre el mundo natural y abriéndonos a nuevas posibilidades y descubrimientos aún por explorar.