Tras el 'boom' de los juegos de mesa: un ocio no solo para frikis y con posibilidades educativas

Tras el 'boom' de los juegos de mesa: un ocio no solo para frikis y con posibilidades educativas

La venta de estos juegos aumentó un 40% durante la pandemia y la venta se ha mantenido convirtiéndose en un sector que mueve 60 millones de euros al año en España.

Grupo jugando a juegos de mesa en la feria Interocio.Cortesía de Zacatrus

Echar una partida al Trivial, al Monopoly o al Risk después de las comilonas de las cenas de Nochebuena o Nochevieja es también una tradición en muchos hogares españoles. Sin embargo, a muchos les parecerá aburrido o les sonará anticuado eso de pasar horas frente a un tablero jugando a un juego de mesa del que no ven siquiera el final o habrá a los que no les guste competir con familiares o amigos y los roces que eso puede suponer.

Pero los juegos de mesa hoy en día son mucho más que eso. Y tener que estar en casa confinados durante meses hizo que muchos descubrieran en los meeples y los dados algo más que una sobremesa familiar. El mercado de los juegos de mesa aumentó en un 20% durante la pandemia y tiendas especializadas como la cadena Zacatrus incrementaron en un 40%. Y, desde entonces, la industria del sector mueve unos 60 millones de euros al año en España.

Cada vez hay más personas aficionadas a jugar a juegos de mesa y no solo en reuniones familiares o citas determinadas, sino que se ha convertido en una opción diferente a salir de cañas en no pocos grupos de amigos.

No solo el aislamiento fomentó el crecimiento de los juegos de mesa, también incentivado por su uso educativo, tanto en las casas como en las aulas como una forma de enseñar a los pequeños. De ahí que con la llegada de la temporada navideña cada vez sean más los estantes llenos de juegos de mesa en grandes superficies.

Esta popularidad ha llevado también a que desde la propia industria del juego se reivindiquen para pedir la reducción del IVA al 4%, como el de los libros; en lugar del 21 %, con el que actualmente están gravados.

Para todas las edades y gustos: una opción no solo para frikis

Aunque ya han pasado casi cuatro años de aquellos meses de confinamiento, tal y como cuenta Laura García, CMO de Zacatrus, se ha mantenido la constante de consumo de juegos de mesa y la afición se ha mantenido en la población.

“Cuando la gente estaba tan confinada, nos pusimos todos a comprar como locos juegos de mesa y buscamos nuevas formas de entretenernos en casa, pero también durante mucho tiempo se estuvieron haciendo planes muy de interior, de quedar con los amigos en casa. Ahora con la crisis, también es una forma de ocio barata, un juego de mesa te cuesta de media unos 12 o 15 euros y sabes que al final eso entre mucha gente sale baratísimo frente a otros planes de ocio fuera de casa”, explica.

Además, la mayoría de juegos de mesa son rejugables, es decir, permiten que una inversión se amortice más en el tiempo el gasto inicial. Esta apertura ha hecho que el perfil del jugador de juegos de mesa se pase del “friki” aficionado a otros géneros como los Warhammer o las cartas Magic a un público familiar, adulto e incluso adolescente e infantil.

"Ahora con la crisis, también es una forma de ocio barata, un juego de mesa te cuesta de media unos 12 o 15 euros y sabes que al final eso entre mucha gente sale baratísimo frente a otros planes de ocio fuera de casa"
Laura García, CMO de Zacatrus 

“Es verdad que la media de nuestros clientes se puede decir que tienen unos 40 años. Pero es una mezcla muy grande, aunque tenemos muchas familias o parejas que viven solas y juegan a dos, pero cada vez se juega también más el solitario incluso”, apunta García.

Esta popularidad no solo se ha quedado en las tiendas, en internet han proliferado en los últimos cinco años canales de YouTube, webs o perfiles de TikTok o Twitter en los que se reseña o se comentan las últimas novedades de los juegos de mesa. Teniendo en cuenta ferias internacionales como InterOcio o la Essen Spiel. Algunos incluso con un tono de humor como hace el tiktoker Mortal Charles, que explica juegos a golpe de meme.

La oferta de juegos de mesa se extiende entre distintas temáticas, mecánicas y tipos, ya que no es lo mismo un eurogame que un ameritrash, que un party o que un juego familiar, lo que supone que el catálogo de tiendas como las de Zacatrus superen los 7.000 juegos. De hecho, García recuerda que aunque la variedad y los juegos más nuevos atraigan a un nuevo público no reniegan de los más clásicos: “Nos encanta el Monopoly, el Catán e incluso vamos a sacar un ajedrez y una baraja de cartas”.

Algunos de los juegos del catálogo de Zacatrus.Cortesía de Zacatrus

Para Jorge Moya Higueras, doctor de Psicología de la Universitat de Lleida e investigador sobre juegos de mesa del programa Game in Lab de la editorial Asmodee, cree que el cambio de los juegos de mesa no es algo nuevo. De hecho, apunta que los juegos de mesa modernos se crearon a partir de la década de los 60 y son aquellos a los que se le reconoce su autoría.

“Los juegos de mesa modernos tienen un autor o un diseñador o diseñadoras reconocidos, ilustrador o ilustradoras reconocidos también y han innovado mucho en cuanto a las mecánicas de juego”, explica y detalla que las mecánicas de juego “son aquellos elementos que los diseñadores y diseñadoras ponen al servicio de los jugadores y jugadoras para interactuar con los peones o entre las personas y poder desarrollar el juego”. Desde entonces, se han duplicado las mecánicas de juego.

Según explica, estas mecánicas de los juegos modernos permiten “trabajar con unos procesos cognitivos y emocionales que antiguamente era imposible”. A esto, Moya suma la estética cuidada de los juegos, no solo a nivel de ilustración como táctil.

“Hoy en día se trabaja mucho en el gusto que te da coger una carta porque tiene un tipo de relieve, que parece que no, pero cada vez desde el punto de vista de investigación básica en un juego son elementos que cada vez se tienen más en cuenta porque agradan mucho más y eso hace que la experiencia del juego sea mucho mejor”, explica el psicólogo.

La narrativa y las temáticas más especializadas también han fomentado que cualquier persona encuentre su hobbie o un juego que le pueda parecer afín por el que introducirse en esta afición. Los hay sobre animales, sobre creación de fábricas, sobre gestión de galerías de arte, sobre química o sobre temáticas relacionadas con el espacio.

“Hay juegos de mesa que son muy narrativos y, de hecho, básicamente el juego se trata de ir viviendo una aventura, hay otros que no tienen carga narrativa, pero siempre hay una contextualización”, detalla y recuerda que, aunque esto no es algo nuevo, nunca se ha puesto de manifiesto.

“El ajedrez por ejemplo se supone que estamos haciendo una especie de guerra pero al final cuando alguien te explica lo que es el ajedrez no te ponen una contextualización histórica de que esto pasó o no tienes unos peones, unos caballos que se mueven así y tienes que ganarle al otro”, detalla.

García recuerda que la elección se limita por múltiples factores que van desde el número de jugadores y su edad, como la temática, la duración o la dinámica del juego. “Al final es como quien ve una película, que tiene que saber un poco el juego que te puede gustar. Puede no gustarte el Catán, pero sí alguno así más party, más específico. Es investigar un poco”, explica García quien recuerda que juegos más clásicos pueden resultar más “aburridos” a un público adulto porque están hechos para jugar en familia o para una edad que ronda los 10 u 11 años, pero hay otros muchos.

El tablero dentro de las aulas

Más allá de como forma de ocio en casa, los juegos de mesa se han convertido también en aliados de los profesores en las aulas. Tal y como recuerda Moya, en sus investigaciones se han llevado juegos de mesa modernos como La Morada Maldita o Abejitas Zum Zum a las aulas y a centros de rehabilitación neuropsicológica.

“Los maestros y las maestras están utilizando ya habitualmente estos juegos y de hecho lo que queremos ver es si realmente hay mejoras utilizándolos. Porque durante los últimos 20 años se han ido introduciendo en las escuelas y en los centros psicológicos y de neuropsicología pero sin que hubiera una evidencia científica detrás suficiente como para saber si realmente tiene efectos o no”, señala.

Las temáticas científicas, de historia o incluso de composición del lenguaje pueden servir para llevar el conocimiento a las aulas, además de generar cierta mejora psicosocial en los alumnos.

"Muchos lo usan como herramienta pedagógica de formación en valores, para desarrollar habilidades, para mejorar la relación entre los compañeros, para también interiorizar pautas, incluso algunos juegos los utilizan para el temario de clase"
Laura García, CMO de Zacatrus

“Tenemos muchísimos coles y profes que juegan que compran juegos para enseñarlos en clase. A eso lo llamamos aprendizaje basado en juegos o gamificación. Muchos lo usan como herramienta pedagógica de formación en valores, para desarrollar habilidades, para mejorar la relación entre los compañeros, para también interiorizar pautas, incluso algunos juegos los utilizan para el temario de clase”, explica García, quien recuerda que juegos como Unanimo permiten cambiar las preguntas y adaptarlas al temario.

En algunos centros los juegos de mesa se trabajan desde el punto de vista incluso de la creación, ya que algunos profesores incentivan a sus alumnos con crear mecánicas de juego distintas que puedan servir de prototipo en base a otros que se ven en clase.

Grupo de personas de todas las edades jugando a juegos de mesa.Cortesía de Zacatrus

Mejoran la capacidad cognitiva en niños y ayudan a socializar en adultos

La entrada en las aulas de los juegos de mesa está muy relacionada con los beneficios que pueden aportar a los niños. De hecho una investigación publicada en la revista Early Years apunta a que juegos basados en el conteo como Monopoly, Othello y Serpientes y Escaleras hacen que los niños pequeños, de entre 3 y 9 años, sean mejores en matemáticas.

Más allá de capacidades específicas, según una investigación del grupo de Neuropsicología, genes y ambiente (NeuroPGA) de la Universidad de Lleida del que participa Moya, los juegos de mesa ayudan en los procesos cognitivos en niños y a evitar el deterioro de los mismos en mayores de 65 años.

“En los niños lo que encontramos es que en una serie de procesos cognitivos principalmente que se llaman funciones ejecutivas, que son los que permiten pensar en un objetivo de la vida, imaginarnos o razonar qué pasos tenemos que seguir y en qué orden para poder conseguirlos”, explica Moya, quien recuerda que la parte emocional juega un papel fundamental para conseguirlo. “Si hemos conseguido el objetivo, pues perfecto, vamos a pasarlo bien celebrándolo y si no lo hemos conseguido, pues vamos a ver qué es lo que tendríamos que haber hecho para haberlo conseguido”, añade.

Según detalla, hay dos tipos de funciones ejecutivas que forman parte de los procesos: las complejas como es la planificación o el razonamiento deductivo y las básicas, que hacen que las primeras se activen. 

“Nosotros nos hemos focalizado sobre todo en las funciones ejecutivas básicas, que es como que es ese motor básico que debe tener nuestra cognición para poder funcionar y que todo el resto de procesos puedan llevarse a cabo. Hemos encontrado que en población infantil, especialmente en niños y niñas de primaria, el jugar a juegos de mesa parece que ayuda a desarrollar estas funciones ejecutivas básicas”, señala.

Otras líneas de investigación apuntan también a beneficios a nivel de gestión emocional, de lo que forma parte por ejemplo un programa de la consejería de educación de la Comunidad de Madrid. Gracias a los juegos se pone en juego tanto la interacción social como la regulación emocional.

"Al jugar en sociedad, implica que tú tienes que estar interactuando con otras personas y eso hace que tengas que regular tus emociones mucho"
Jorge Moya Higueras, doctor de Psicología de la Universitat de Lleida e investigador sobre juegos de mesa del programa Game in Lab de la editorial Asmodee

“Al jugar en sociedad, implica que tú tienes que estar interactuando con otras personas y eso hace que tengas que regular tus emociones mucho. Tienes que saber ganar y saber perder. Incluso como son juegos cognitivos, que algunos de ellos son relativamente complejos, tienes que regular tu emoción para que no te bloquee", apunta. "A lo mejor tú has pensado en una estrategia, que al final no te ha salido bien y si tiras la toalla, vas a perder definitivamente. Pero si consigues reponerte y tirar para adelante, a lo mejor acabas ganando”, explica Moya.

En este sentido, apunta a que la mayoría de los niños participantes de la investigación se lo pasan bien jugando a juegos de mesa, con los beneficios emocionales que esto tiene y que, además se han observado mejoras a nivel de memoria y una reducción significativa en problemas de conducta en menores con TDAH.

En mayores de 65 años, tal y como recuerda Moya, se vieron beneficios similares en la mejora de la capacidad cognitiva o el mantenimiento de la misma, aunque además se tuvieron en cuenta otros factores. “A nivel cualitativo, que aquí no tenemos ya datos matemáticos, se lo pasan bien, que están un rato socializándose. Que eso sobre todo, claro, en gente mayor es muy importante, porque uno de los principales problemas de la gente mayor actualmente es la soledad”, explica.

Dos personas jugando a juegos de mesa en un evento de Zacatrus.Cortesía de Zacatrus

García pone el foco en que los juegos de mesa mejoran “mucho el estado de ánimo”. “En una época en la ue mucha gente tiene ansiedad o se encuentra mal, los juegos de mesa transmiten una sensación de calma, tranquilidad, de diversión, se reduce el estrés, se estimula la motivación, también favoreces un poco la interacción social y te alejas de las pantallas”, señalan desde Zacatrus.

La mencionada compañía pone en valor también la capacidad social de los juegos de mesa, ya que en la mayoría de ellos para jugar tienes que estar, mínimo en pareja. Pero también como una forma de ocio que sirve de punto de encuentro con toras muchas personas. “Por ejemplo, tenemos un Meetup y tú te puedes apuntar, puedes ir tú solo o con quien quieras y puedes jugar a pues tanto a los juegos de la ludoteca por tu cuenta o apuntarte a torneos o actividades que hacemos en grupo, como torneos”, explica.

Para ella, los juegos no son solo competición, ya que en muchos casos los juegos cooperativos o ciertas dinámicas favorecen también la ayuda entre jugadores. “Incluso, por ejemplo, en las empresas también organizan actividades de team building, en el que pues se usan juegos cooperativos para mejorar esto, como los juegos así tipo escape room”, sentencia.

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Marina Prats es periodista de Life en El HuffPost, en Madrid. Escribe sobre cultura, música, cine, series, televisión y estilo de vida. También aborda temas sociales relacionados con el colectivo LGTBI y el feminismo. Antes de El HuffPost formó parte de UPHO Festival, un festival urbano de fotografía en el marco del proyecto europeo Urban Layers. Graduada en Periodismo en la Universidad de Málaga, en 2017 estudió el Máster en Periodismo Cultural de la Universidad CEU San Pablo y en 2018 fue Coordinadora de Proyecto en la Bienal de Arte Contemporáneo de Fundación ONCE. También ha colaborado en diversas webs musicales y culturales. Puedes contactarla en marina.prats@huffpost.es