Estos perros odian que los abraces y no lo sabes

Estos perros odian que los abraces y no lo sabes

Las muestras de cariño suelen gustar a nuestras mascotas, les tranquilizan y les dan seguridad de pertenencia a un grupo, pero no todos las reciben igual.

Los perros suelen ser animales cariñosos que se muestran felices cuando reciben caricias y abrazos, pero siempre hay excepciones.Getty Images

Los que disfrutan de la compañía de un perro en su vida saben que estos animales suelen buscar las caricias y el cariño de sus dueños. Y aunque no haya certezas científicas de lo que sienten o piensan exactamente los animales al recibir estas muestras de amor, por sus gestos y movimientos, podemos concluir que les gusta, les tranquiliza y les da seguridad de pertenencia a un grupo.

Ahora bien, la web especializada en animales Kodami señala que no todos los perros reaccionan igual a las caricias, dependiendo de la edad, la raza, la historia y el carácter individual de cada perro: "Muchos perros pueden adorar los abrazos y buscar constantemente el contacto físico con sus humanos y más allá, mientras que otros apenas lo toleran o solo en circunstancias específicas, mientras que otros pueden incluso evitarlo por completo".

Es más, algunos caninos reaccionan con un gruñido a esas caricias y detrás de ese rechazo puede haber varios motivos:

1. Miedo. "Un perro que no ha seguido un camino de socialización correcto en las primeras etapas de desarrollo puede tener miedo a las personas y al contacto físico", advierten y esto puede estar relacionado además con el abuso o el abandono .

2. Dolor o malestar. Puede que la zona acariciada esté malherida, tenga problemas en las articulaciones o esté sufriendo un proceso infeccioso.

3. Está molesto. Sencillamente, no es el momento de acariciarle porque está jugando, está durmiendo o su atención está puesta sobre otra cosa.

4. Porque es posesivo. El perro puede interpretar la caricia como una amenaza sobre algo que consideran exclusivamente de su propiedad como la comida, un juguete o, en el caso de las madres, sus cachorros.

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5. Problemas de relación. Explican desde la web que puede haber "motivaciones más profundas y complejas , ligadas a dificultades importantes o conflictos relacionales con miembros de la propia familia" que, cuando se convierten en un problema de convivencia, conviene dejar en manos de veterinarios y formadores.