En defensa del trabajo de WWF en la Cuenca del Congo: por las personas y la naturaleza
Respecto a las nuevas declaraciones de Survival Internacional:
Una vez más, desde WWF rechazamos las injustificadas acusaciones de Survival Internacional de participar, promover o financiar ningún tipo de persecución y maltrato hacia personas de la etnia Baka en la Cuenca del Congo. El compromiso de WWF es inequívoco con los derechos humanos y de los pueblos indígenas, con los que trabajamos estrechamente en todo el mundo.
Desde su origen, WWF ha participado y participa en la creación de cientos de áreas protegidas en todo el planeta. En muchos casos, esa es la única vía para evitar la destrucción de la naturaleza ante el avance de la agricultura intensiva, la ganadería, la explotación de la madera o la caza ilegal.
Aunque la gestión de las áreas protegidas suele ser responsabilidad de los gobiernos, en todos los proyectos promovidos por WWF siempre contamos con la participación de las comunidades locales y grupos indígenas que viven en ellos, procurando que se respeten sus legítimos derechos.
WWF está interesada y comprometida en que se investiguen a fondo las denuncias de abusos a los indígenas Baka por parte de guardaparques empleados por el Gobierno. Propusimos una comisión de investigación y pedimos colaboración a Survival International, para poder exigir a las autoridades gubernamentales que se esclarecieran los hechos. Lamentablemente, a pesar de nuestras reiteradas peticiones y deseos de colaboración, Survival International se ha negado a compartir la información que permitiría actuar legalmente contra los responsables.
También lamentamos la decisión unilateral de Survival Internacional de abandonar el proceso de mediación voluntario con WWF que iniciaron en la oficina de la OCDE en Suiza. Desde el primer momento, WWF ofreció su total colaboración para esclarecer las denuncias de Survival y buscar soluciones a largo plazo que aborden los complejos problemas sociales y políticos a los que se enfrentan los Baka en la Cuenca del Congo. Su abandono de este dialogo impide seguir avanzando y colaborando en esta dirección.
WWF es una de las pocas ONG internacionales que realmente trabaja sobre el terreno en la Cuenca del Congo, tratando de frenar la alarmante deforestación, el impacto brutal de la minería o el furtivismo y comercio ilegal de fauna salvaje a gran escala.
Trabajamos para proteger la naturaleza, la fauna salvaje y los bosques de los que dependen directamente las comunidades locales y los pueblos indígenas, y lo hacemos en condiciones muy difíciles de guerra, conflicto constante, militarización y violencia extrema por parte de grupos armados y bandas organizadas de furtivos.
Pese a todo, llevamos dos décadas trabajando sin descanso con los Baka y otras comunidades indígenas de la Cuenca del Congo: ayudando a desarrollar proyectos e iniciativas para hacer frente a su marginación y discriminación histórica, proporcionando acceso a servicios esenciales como educación o sanidad, o con programas de conservación que protegen sus medios de vida.
WWF trabaja en un centenar de países y sabemos que las personas y la naturaleza son dos caras de la misma moneda: no podemos proteger la fauna salvaje sin las personas, y creemos que nuestro trabajo de conservación puede – y debe- beneficiar a las comunidades locales todo lo posible. Es una convicción que ha guiado nuestro trabajo durante décadas, pero seguimos esforzándonos cada día por seguir mejorando y fortaleciendo nuestras políticas sociales y de apoyo a las comunidades locales y los pueblos indígenas.
Por todo ello, volvemos a rechazar la incomprensible campaña de Survival Internacional contra WWF, en lugar de sumar esfuerzos para denunciar las amenazas reales que están arrasando los bosques y ecosistemas de la Cuenca del Congo, acabando con la fauna salvaje y poniendo en peligro el futuro de los Baka.
Algunos ejemplos del trabajo de WWF sobre el terreno en Camerún y la República Centroafricana
Nuestra oficina en Camerún, en la que también trabajan Bakas, desarrolla iniciativas en el país como por ejemplo:
- Influir en el Gobierno para formalizar y ampliar el derecho de los pueblos indígenas al consentimiento libre, previo e informado (CLPI), unos esfuerzos que fueron aplaudidos por la Relatora Especial de la ONU como un caso de "mejores prácticas" en 2016. En áreas protegidas creadas antes de la existencia del CLPI, WWF trabaja con las comunidades y autoridades locales para desarrollar planes de gestión que garanticen el acceso y el uso sostenible de los recursos naturales por parte de las comunidades. El cumplimiento del CLPI es responsabilidad del Gobierno.
- Apoyar a los Baka y otras comunidades indígenas para establecer bosques comunales, áreas de caza sostenible y eco-cooperativas para mejorar sus ingresos y bienestar.
- Proyectos prácticos centrados en mejorar el acceso a medios de vida, educación y sanidad a través de la conservación. El último de ellos, en una colaboración con Plan Internacional.
- La creación de un Observatorio Nacional para los Pueblos Indígenas, en el que participan representantes Baka y de otras comunidades, el Gobierno de Camerún, ONG de derechos humanos que trabajan sobre el terreno, y expertos de conservación de WWF. El objetivo es diseñar y poner en marcha medidas para mejorar las vidas de las comunidades Baka y proteger las áreas naturales de las que dependen. La primera reunión del foro se produjo en abril de 2017, y se ha reunido regularmente desde entonces.
- Reconociendo los problemas históricos de marginación a los que se enfrentan los pueblos indígenas como los Baka en todo el mundo, hemos desarrollado mecanismos para recibir cualquier alegación o denuncia sobre abusos o violación de derechos (por supuesto, también anónimamente) y poder transmitirlos a las autoridades responsables.
En la República Centroafricana, un país devorado por la guerra civil desde 2012, también trabajamos sobre el terreno, escuchando y colaborando con las comunidades locales para entender sus problemas y cómo puede ayudar la conservación a proteger y desarrollar sus derechos. De hecho, un tercio de la plantilla de WWF en Bayanga (de la región de Dzanga-Sangha) es de comunidades indígenas, y hemos trabajado con los BaAka, las autoridades y socios para:
- Ayudar a definir una Zona de Caza Comunitaria entre las dos partes del Parque Nacional Dzanga-Ndoki. La zona no sólo se creó para la caza, también para permitir a los pueblos indígenas que siguieran promoviendo sus otras tradiciones.
- Colaborar en el proyecto juvenil Ndima-Kali, para educar y empoderar a los jóvenes en el área protegida de Dzanga-Sangha. Los miembros del proyecto han desarrollado obras de teatro y videos sobre la discriminación, y han emitido una serie de programas de radio sobre temas sociales, culturales y ambientales. Otro proyecto comunitario ha ayudado a localizar lugares y árboles considerados sagrados por los Baka, así como recabar información sobre plantas medicinales del bosque. Esta información ha sido esencial para que las comunidades indígenas pudiesen desafiar y hacer frente a concesiones madereras otorgadas por las autoridades gubernamentales en esas áreas.
- Poner en marcha un proyecto educativo para que 30 estudiantes al año reciban educación secundaria, incluyendo los costes escolares, los uniformes, y alojamiento en residencias gestionadas por socios locales.
- Abrir un Centro para los Derechos Humanos en Bayanga, para ofrecer apoyo legal y acceso a la justicia a las comunidades BaAka. Gestionado por un abogado especialista en derechos humanos, el centro defiende y representa los intereses de los grupos BaAka que viven en la reserva. También investigan quejas e identifican los problemas que pueden derivar en malos tratos y abusos.
- Poner en marcha un ambulatorio móvil para que un doctor visite los campamentos BaAka.