Zelenski ha tenido que pelear en la cumbre de la OTAN hasta por un café y este vídeo lo demuestra
Una taza, dos mandatarios, mucho en juego y toda la necesitad de esta alerta. El ucraniano y su homólogo neerlandés, Mark Rutte, protagonizan el momento más amable de una cumbre complicada como la de Vilna.
La Cumbre de la OTAN en Vilna (Lituania) de este pasado martes y miércoles ha dejado muchos momentos que remarcar y llevar a primera plana. Desde la entrada de Suecia en la Alianza tras el veto turco al aumento del presupuesto en Defensa a la unidad en el reto que supone China en el Indo-Pacífico, pasando sobre todo por el intento de Ucrania se ser un miembro de pleno derecho (va para largo).
Su presidente, Volodimir Zelenski, que a punto estuvo de no ir a la reunión, tuvo que ponerse serio, denunciar retrasos y exigir garantías, chocar hasta con el secretario general, Jens Stoltenberg y, al fin, conformarse con que le den estatus de igual, aunque aún no como aliados. Se le ha visto solo, mientras se organizaba la foto de familia, en una imagen viral que ha evidenciado la dureza de su situación.
Pero es que hay otra imagen, mucho más amable, que refleja que el exactor y héroe por sorpresa de la invasión rusa de su país ha tenido que pelear mucho, hasta por el café. Como lo lees. La escena es la siguiente: Zelenski está sentado a una mesa frente a frente con su homólogo de Países Bajos, Mark Rutte, en una de las múltiples reuniones bilaterales que jalonan una cumbre de estas características en las que, además de estar presentes los 31 miembros de la OTAN, acuden otros aliados invitados. El caso es que Rutte se queda mirando el café que Zelenski tiene delante y, con tono un poco desesperado, le dice en inglés, que es el idioma común entre ambos: "¿Dónde has conseguido ese café?". El ucraniano, sorprendido, le pregunta a su vez: "¿Quieres? Toma el mío, toma el mío".
Entonces es cuando Rutte, que es uno de los líderes que más abrazos dieron en esta cumbre a Zelenski, uno de los europeos que más ayuda ha comprometido en la guerra de Ucrania y que acaba de anunciar su retirada tras 13 años como primer ministro, le replica: "No, tú estás peleando una guerra, es tu café, tienes que estar sano", ante un Zelenski que se pone medio rojo y resuelve: "OK, lo comparto contigo, al 50%". Y deja la taza en mitad de la mesa.
La escena ha sido muy comentada en las redes sociales, como uno de los pocos gestos de distensión que se ven en una cumbre como esta y porque no suele verse apenas nada de lo que ocurre en estos encuentros a puerta cerrada.
El pasado 4 de julio los Países Bajos anunciaron la concesión de un segundo paquete de ayuda a Ucrania en plena invasión rusa, valorado en más de 118 millones de euros. 93 de estos millones provienen de la reserva de 2.500 millones que el Gobierno de Rutte ha reservado para ayudar al país a lo largo de 2023, pero 25 vienen de un presupuesto de comercio exterior y cooperación al desarrollo, por lo que esa cifra inicial de 2.500 millones puede elevarse sensiblemente cuando acabe el año.
Los fondos se destinarán a facilitar la reconstrucción de viviendas, asegurar el suministro de agua, proporcionar asistencia sanitaria, comprar botes salvavidas, así como apoyar a los activistas de derechos humanos, según se precisa en un comunicado del Ejecutivo.
Desde el inicio del operativo ruso en Ucrania, Países Bajos ha entregado a Kiev armas y equipos bélicos como vehículos blindados. Asimismo, se trata de una de las naciones que promueven la necesidad de dotar a Ucrania con cazas F-16.