España entra a África por la puerta trasera de Marruecos
El Gobierno de Mauritania quiere reforzar lazos con Madrid, más allá de la pesca clásica, apostando por trabajar en materias como energías y cooperación. Y ya tiene planes concretos.
La "vecindad sur" es un concepto que no deja de repetir el Gobierno español. En su Presidencia actual del Consejo europeo, en la madrileña cumbre de la OTAN del pasado año, casi en cada intervención del ministro de Exteriores, José Manuel Albares... Es un objetivo claro: cuidar a los vecinos del sur, especialmente a los africanos, centrándose en la estabilización de la región en términos políticos, económicos y de seguridad.
Los negocios y las oportunidades, los proyectos conjuntos en lo privado y en lo público, entran de lleno en este plan. Las relaciones con Marruecos han mejorado sensiblemente ahora que Madrid ha cambiado de idea y ha defendido que el plan de autonomía de Rabat para el Sahara Occidental es el más "serio, realista y creíble" para acabar con el conflicto. Controlado ese flanco y, en cambio, resentido el argelino por los mismos motivos, se apuesta también por Mauritania.
En el digital Atalayar han entrevistado a Abdoulaye Mamadou Ba, presidente de la Autoridad de la Zona Franca de Nuadibú (Mauritania), de reciente visita en Madrid para asistir al Africa-Spain Cooperation Summit del 6, 7 y 8 de julio pasados. En este encuentro da cuenta de cómo se están reforzando las relaciones entre los dos países. Insiste en que hay que reforzar los lazos en pesca, pero eso es un clásico, por lo que añade nuevas iniciativas en las que caminar juntos, sobre todo en el campo de las energías y de la cooperación.
"Mauritania y España mantienen relaciones muy estrechas. Porque España está al lado, somos la puerta de España a África, Mauritania y Marruecos son la puerta de entrada de España a África. Estamos a un vuelo de una hora de Las Palmas", recuerda el enviado mauritano.
Uno de los ejemplos concretos que pone sobre la mesa en la entrevista con este medio es un proyecto de energía con Senegal, en el que España intervendría para supervisar todo lo relacionado con la seguridad ambiental, un extremo que nuestro país domina mejor y ayuda a completar el proyecto. "España puede apoyar a Mauritania en el desarrollo de este importante sector, pero también hablé de ello con el consejero económico del gobierno canario en una reunión B-To-B sobre la posible cooperación entre los países de la subregión con vistas a la explotación del gas mauritano, del petróleo y del gas, que pronto se pondrá en marcha entre Mauritania y Senegal", indica.
Hay que ver, dice, "hasta qué punto todos los países de la subregión van a estar seguros desde el punto de vista medioambiental, porque hay que prevenir, estamos pensando en aprovechar la experiencia española en este ámbito, y está prevista una visita de expertos españoles a la Zona Franca de Nuadibú en septiembre". Entonces, entiende que será la ocasión de discutir qué se puede hacer y, "sobre todo, de encontrar medios para formar a los técnicos y a las personas implicadas en la lucha contra las grandes contaminaciones, porque pueden ocurrir, y tenemos que desarrollar estas posibilidades para disponer también de equipos suficientes que puedan ser utilizados conjuntamente por Mauritania y Marruecos".
Pueden venir más proyectos en el futuro porque, recuerda Abdoulaye Mamadou Ba, "pronto se explotará el gas en Mauritania, y se trata de un nuevo recurso importante", muy necesario para toda Europa cuando se trata de desligar del gas ruso, tras la invasión de Ucrania. "Y en el campo de la energía verde, tenemos activos importantes. Como decía, la cooperación entre nuestros puertos es algo que realmente puede ayudarnos a avanzar y a superar nuestras dificultades", remarca.
Insiste en que en Nuakchot "realmente" quieren "aprovechar la experiencia española e intentar ver cómo podemos desarrollar las relaciones entre el puerto de Nuadibú y el puerto de Las Palmas y los otros puertos españoles", como otro ejemplo de remar juntos. Ahora mismo, España es el primer socio pesquero del país, por lo que esas relaciones hay que mantenerlas y amplificarlas, defiende, pero abriendo nuevos horizontes en este país que es tan cercano a Marruecos, tocando la frontera en litigio con los saharauis. Cita, pesca aparte, los negocios de mineral de hierro y de oro cada día más avanzados.
El gestor repite también la idea de que África, a la que a veces se mira con condescendencia, es una oportunidad para la cooperación bilateral, como la que tiene firmada con España, y también para los inversores privados. En el continente, "la gente sólo ve conflictos, sólo ve hambruna, sólo ve problemas o guerras o problemas o inmigración. Pero África tiene enormes recursos y oportunidades que aún están por explotar".
Eso sí, recuerda a quien quiera negociar con ellos que las relaciones tienen que ser como las que mantiene con España hoy, "de respeto mutuo" e "independencia", entre "iguales", y no desde la "explotación".
Mejora y diversificación
El Ministerio español de Exteriores, en su ficha de país, indica que las relaciones con Mauritania han sido "tradicionalmente buenas", estando apenas a 900 kilómetros de las costas canarias, y "han ido diversificándose" en los últimos años, sobre todo desde 2005. "Unas relaciones anteriormente centradas en la pesca y en la cooperación al desarrollo se han ido progresivamente ampliando a la cooperación en materia de lucha contra la inmigración irregular, el terrorismo y la criminalidad organizada, el fomento de las inversiones y la cooperación en el ámbito de la defensa", explicita.
Aún, el peso relativo que tiene Mauritania en las relaciones comerciales españolas es "muy reducido". De enero a octubre de 2020, España exportó a Mauritania por un valor de 89,4 millones de euros, un 50% menos respecto al mismo periodo en 2019, situándolo en el puesto 94 de países a los que exporta nuestro país. Son los datos más frescos que aporta Exteriores pero que hay que entender que se dieron en un proceso de pandemia mundial por el covid-19.
En cuanto a las importaciones de productos mauritanos, se registró un valor de 174,6 millones de euros, lo que supone un descenso del 30,4% respecto al mismo periodo del año anterior, y que posiciona a Mauritania en el puesto 80 de proveedores de España.
Considerando los datos de EUROESTACOM, España se situó en 2020 como el segundo país de Europa que más exportó a Mauritania, con un valor de 89 millones de euros y por detrás de Francia (189,2). Por otro lado, en el periodo enero-octubre 2020, España lideró el ranking de países europeos que más productos mauritanos importan, ascendiendo su valor a 174,52 millones de euros.
"Cabe destacar por otro lado el importante papel que juega desde el punto de vista económico Canarias como proveedora de bienes y servicios, sea a nivel minorista sea a gran escala de negocios, como la minera canadiense KINROSS. A su vez, Mauritania se cuenta entre los primeros socios económicos del Archipiélago en el continente africano", concluye el ministerio que comanda Albares.