La solución de Trump a los tiroteos escolares: armar a los profesores
"Ya no sería una zona libre de armas de la que puedan aprovecharse los maníacos".
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha charlado este miércoles en la Casa Blanca con un grupo de afectados de varios tiroteos, tanto del último, el del instituto de Florida, como de matanzas muy conocidas como la de la escuela de primaria Sandy Hook o la de secundaria de Columbine.
El objetivo era escuchar sus historias y puntos de vista para llegar a soluciones que eviten que suceda otra tragedia más en centros de enseñanza en EEUU. La idea que ha tenido Trump va contra la petición de un mayor control en la venta de armas que pedían los afectados de Florida, seis de ellos presentes.
Su idea es armas a los profesores. Al menos, al 20% de ellos.
El magnate ha sugerido la posibilidad de que algunos maestros o trabajadores en las escuelas puedan portar armas de manera oculta para responder rápidamente si se produce un tiroteo. También ha mencionado, más de pasada, aumentar la edad mínima para comprar legalmente un arma.
"Hay algo que se llama portar armas de forma oculta, y que solo funciona cuando tienes a gente entrenada para ello", ha explicado Trump. "Los profesores tendrían un permiso especial, y (la escuela) ya no sería una zona libre de armas" de la que puedan aprovecharse los "maníacos", ha agregado.
El sindicato de profesores de Broward, donde sucedió la matanza de Florida, ha reaccionado con dureza: "Los maestros no están entrenados en puntería ni en tomar decisiones de vida o muerte en segundos ni en evaluar si se puede disparar sin poner en peligro la vida de niños inocentes con fuego amigo".
Miles de estudiantes se han concentrado en Washington este miércoles para protestar por la falta de control a la venta de armas y para pedir a los republicanos, siempre en connivencia con la poderosa Asociación Nacional del Rifle, que impongan restricciones a su tenencia y adquisición.
Baraja enviar marines a las escuelas
El presidente, que según el New York Times parecía realmente conmovido por una vez tras una tragedia (algo que le ha resultado difícil en el pasado, según el diario), ha apuntado que su medida sería "obviamente sólo para gente muy capacitada en el manejo de armas" tras "un entrenamiento especial".
Trump cree que, dado el tiempo que puede tardar la Policía en llegar a una escuela al recibir una alerta de tiroteo, los profesores debidamente entrenados podrían detener estos sucesos "muy rápidamente".
"Vamos a examinar esa idea muy en serio, mucha gente va a estar opuesta a ello, y mucha va a estar de acuerdo", opina, al reconocer que es algo "controvertido". También ha planteado que podría enviarse a las escuelas a "profesionales, que podrían ser marines" y que eso "podría resolver el problema".
Asimismo, Trump ha prometido que va a lograr una solución "muy seria en el tema de los antecedentes criminales" para mejorar la comunicación entre autoridades locales y federales, con el fin de impedir que las personas condenadas por un delito puedan comprar armas.
Un periodista avispado ha captado algunas de las preguntas y frases que tenía Trump apuntadas en su chuleta para la cita. Entre ellas, "¿qué te gustaría más contarme de tu experiencia?" y "te escucho".
"Vamos a fijarnos en el tema de la edad"
"Además, vamos a fijarnos en el tema de la edad para comprar (un arma) y en el aspecto de la salud mental", ha avanzado, ya que en su opinión no hay suficientes "instituciones mentales" en EEUU para lidiar con la gente que pueda tener una enfermedad que le lleve a comportamientos violentos.
Bajo la ley federal, la edad mínima para comprar un arma de fuego son 21 años si es una pistola y 18 si es un rifle, aunque algunos vendedores sin licencia las pueden suministrar a personas aún más jóvenes. El autor del tiroteo en Florida, Nikolas Cruz, tiene 19 años.
Trump ha escuchado duros testimonios de supervivientes y familiares de víctimas de varias masacres, y su propuesta de armar a los profesores recibió críticas de algunos de los asistentes, aunque casi todos los invitados se han mostrado partidarios del presidente y el control de armas ha recibido pocas menciones.
Sólo un estudiante de Florida ha alzado la voz para pedir más restricciones a la venta de armas, en un giro respecto a lo que defienden compañeros de clase que han organizado el movimiento #NeverAgain (nunca más) y se han movilizado a nivel nacional para poner coto a este tema. Esos no han sido invitados.
Sam Zeif, un superviviente de Florida de 18 años que sí estaba presente ante Trump, se ha echado a llorar y ha implorado al magnate que haga algo para detener las matanzas escolares.
"Cumplí los 18 el día después del tiroteo y me desperté con la noticia de que mi mejor amigo había muerto. Y no entiendo cómo aún puedo entrar a una tienda y comprar un arma de guerra, una AR (como la que usó Cruz contra su escuela). El otro día leí que un chico de 20 años compró una en cinco minutos con un carné caducado. ¿Cómo es posible que sea tan fácil comprar un arma así?", se pregunta.
Mark Barden, cuyo hijo de 5 años Daniel fue asesinado en el tiroteo de Newtown en 2012, tampoco está de acuerdo con Trump: "Mi esposa es profesora y ella le diría que los maestros ya tienen suficiente como para además tener la enorme responsabilidad de la fuerza letal que puede acabar con una vida".
Padre de una víctima: "Esto no va sobre armas"
Pero muchos de los presentes, se han mostrado a favor de la idea de Trump. Dos miembros de la familia de Meadow Pollack, que falleció en la masacre de Florida, han dicho que el debate debe estar en hacer las escuelas seguras y no en las armas.
"Como ha dicho el señor presidente, si pudiera encontrar un 20% de agentes de la ley retirados o un profesor que pueda hacer un discreto entrenamiento para llevar un arma en la cintura, habría sido todo diferente", opina Hunter Pollack, uno de sus hermanos. "Necesitamos más seguridad, más armas en los recintos escolares, revisar mejor los antecedentes y estudiar más las enfermedades mentales", añade.
Andrew Pollack, el padre, se ha convertido en el gran protagonista del encuentro al estallar de ira y dolor al recordar que "sólo hubo un 11-S y se arregló, ¿cuántos más colegios y niños deben recibir balazos (para que se haga algo)?" y al asegurar que no descansará hasta "haberlo arreglado".
"Vamos a reunirnos, a trabajar con el presidente y a arreglar los centros de enseñanza. Eso es todo. Ninguna otra discusión. Debemos acabar con esto trabajando juntos y llegando a la conclusión correcta, que es la seguridad en las escuelas. Esto no va de las leyes sobre armas, esa es otra batalla, otra lucha. Vamos a arreglar las escuelas y luego os podéis pelear como queráis", ha espetado a los demócratas.
Fred Abt, padre del superviviente de Florida Carson Abt, ha comentado que ha hablado con la secretaria de Educación y que lo más eficiente sería que hubiera armas en los centros: "Es una posible solución, que no será muy popular: tener gente en los colegios, profesores o personal de administración, que se ofrezcan voluntarios para tener armas bajo llave en cada clase y reciban entrenamiento todo el año".