Diez lecciones que hemos aprendido de nuestras parejas favoritas de las series
Como que el amor se encuentra cuando menos lo esperas.
Hay un motivo por el que las parejas de la televisión pasan a ser icónicas: porque los espectadores se sumergen en su historia de amor.
¿Y quién podría culparlos por ello? Están ahí desde el inicio de su relación y lo presencian todo, desde el primer y mágico beso hasta los primeros "te quiero" que se dicen. Y aunque hay muchos altibajos entre ellos, los espectadores siguen ahí para darles su apoyo.
Independientemente de que sean dos personas destinadas a estar juntas, como Carrie y Mr. Big (De Sexo en Nueva York), o una pareja con un final más triste, como Poussey y Soso (de Orange is the new black), es inevitable sentir cada triunfo y fracaso de esos personajes conforme se enamoran y desenamoran.
A medida que evolucionan sus historias de amor, siempre se aprende algo. Y aquí es donde encajan las diez pequeñas lecciones que se pueden extraer de algunas de las series más famosas:
1. Ross y Rachel, de Friends
Lección: El amor requiere esfuerzo.
¿Por qué? Ross y Rachel son una de las parejas televisivas que más cortan y vuelven a empezar, pero si su interminable historia de amor tiene una moraleja, es que el amor requiere esfuerzo.
La mayoría de la gente piensa que el amor tiene que ser sencillo, pero los realistas saben que las cosas no siempre encajan así como así. A veces hay que esforzarse, lo que implica perdonar y dejar pasar algunas cosas.
Rachel tardó años en superar la infidelidad de Ross ("¡Nos estábamos dando un tiempo!"), pero estos dos personajes volvieron a intentarlo y hasta tuvieron un bebé (aunque fuera por accidente). Al final se dieron cuenta de que estaban hechos el uno para el otro.
2. Glenn y Maggie, de The Walking Dead
Lección: El amor se encuentra cuando menos lo esperas.
¿Por qué? Si la relación de Glenn y Maggie tuviera un himno, sería la canción de Rihanna We Found Love: Encontramos el amor (en un lugar sin esperanza). Al fin y al cabo, esta pareja no solo se conoció por azar durante un apocalipsis, sino que empezaron a salir tras un escarceo y su relación se mantuvo fuerte hasta la inesperada muerte de Glenn (esa escena aún está en las retinas de muchos espectadores).
Si eso no es una prueba de que el amor se encuentra cuando menos lo esperas, nada lo es.
3. Cory y Topanga, de Yo y el mundo
Lección: Los amores del instituto pueden durar.
¿Por qué? No hay nada mejor que el amor cuando eres joven, pero, por desgracia, los amores de instituto tienen mala fama. Aunque encontrar el amor a edades muy tempranas plantea sus propios desafíos, está bien creer que el amor, da igual cuándo se encuentre, puede resistir el paso del tiempo.
El ejemplo: Cory y Topanga. Estos dos personajes son la personificación del amor entre cachorros. No solo crecieron juntos, sino que fueron sus primeros amores. Sinceramente, no puede ser más bonito, y el hecho de que estos dos se hayan casado, hayan tenido hijos y sigan manteniendo una relación sana en Riley y el mundo es la guinda del pastel.
4. Tyrion y Shae, de Juego de Tronos
Lección: No puedes evitar amar a alguien, pero tienes que saber cuándo alejarte.
¿Por qué? No todos los amores son convenientes, y Tyrion y Shae son un ejemplo perfecto. Aunque estos dos personajes robaron el corazón de muchos espectadores con su determinación para seguir juntos, las cosas se pusieron muy feas cuando no supieron separarse.
En caso de que necesites un recordatorio, la situación se puso algo peliaguda cuando forzaron a Tyrion a casarse con Sansa Stark. Temiendo por la seguridad de Shae, Tyrion lo organizó todo para que su amada saliera de Desembarco del Rey, pero jamás llegó a irse. Shae dio por hecho que Tyrion la había traicionado para estar con Sansa, de modo que ella lo traicionó a él con su padre, Tywin.
No hace falta dar más spoilers, basta con saber que la cosa no acabó muy bien.
5. Louis y Jessica, de Fresh Off The Boat
Lección: Los polos opuestos se atraen.
¿Por qué? Las relaciones son cuestión de equilibrio, algo de lo que Louis y Jessica no van escasos. Lo que le falta a Louis en cuanto a disciplina lo completa Jessica con sus normas estrictas y sus pocas ganas de aguantar excusas.
Sin embargo, aunque estos dos personajes pueden parecer polos opuestos, especialmente en lo referente a criar a sus hijos, comprenden que sus diferencias son lo que les hace funcionar. Tener algo en común tampoco está de más: sus hijos (y el karaoke).
6. Jane y Michael, de Jane the Virgin
Lección: Tu primer amor no siempre será el último.
¿Por qué? Si no estás al día con Jane the Virgin, quedas avisado: ¡Alerta de spoilers!
Jane y Michael eran una pareja perfecta, pero su historia de amor no estaba destinada a durar para siempre, ya que Michael murió repentinamente a mediados de la tercera temporada, al poco de haberse casado.
Su muerte fue tan chocante como triste, pero la relación entre Jane y Michael dejó una importante enseñanza: aunque parezca imposible encontrar el amor tras perder a tu pareja (ya sea por una ruptura o por fallecimiento), algún día volverás a amar.
7. Connor y Oliver, de Cómo defender a un asesino
Lección: El amor te empuja a hacer locuras.
¿Por qué? Cuando te ves implicado en un asesinato, lo último que deseas es que tu pareja lo sepa. A fin de cuentas, no quieres implicarle de ninguna manera ni hacerle parte de tu coartada.
Sin embargo, cuando sucede, la mayoría de las personas hacen todo lo que está en su mano para proteger a la persona a la que quieren, aunque signifique ayudar a encubrir un crimen. Un buen ejemplo son Connor y Oliver. Estos dos personajes son tremendamente adorables, y aunque Oliver estuvo a punto de dejarlo en el pasado, ambos saben que están mejor juntos.
8. Hannah y Adam, de Girls
Lección: El amor puede ser tóxico.
¿Por qué? No cabe duda de que la relación entre Hannah y Adam fue bastante rara. Ambos tenían sus rarezas y eran una pareja de amantes interesante. Sin embargo, aunque gustó mucho su intensidad como pareja y su afectuosidad hacia el final de la serie, es innegable que su relación empezó siendo bastante tóxica.
No solo salían y cortaban constantemente, sino que Adam también era muy superficial al principio. Además de sus repentinos ataques de rabia (por los que comenzaba peleas innecesarias), también presionaba a Hannah para mantener ciertos encuentros sexuales incómodos, prueba de que el amor no siempre es bonito. A veces es tóxico.
9. Capitán Ray Holt y Kevin, de Brooklyn Nine-Nine
Lección: No hace falta que pregones tu amor a los cuatro vientos para demostrar que es real.
¿Por qué? Una de las mejores características del capitán Ray Holt y de su marido Kevin es que son humildes con su amor. Son conscientes de que no tienen que estar constantemente mostrando su amor en público ni tienen que llenar de fotos el escritorio del trabajo para demostrar que están enamorados.
El hecho de que estos dos personajes sean tan reservados con su matrimonio es muy tierno. Al fin y al cabo, el amor está en los pequeños detalles.
10. Marshall y Lily, de Cómo conocí a vuestra madre
Lección: El amor verdadero sí que existe.
¿Por qué? ¿Existen las almas gemelas? Depende de la persona a la que le preguntes, pero teniendo en cuenta a Lily y Marshall de Cómo conocí a vuestra madre, la respuesta siempre es que sí.
Llevan juntos desde la universidad y forman una pareja adorable hasta la saciedad. Desde sus motes cariñosos —Marsupialito y Lily Pad (Nenúfar)— hasta sus teorías de parejas, Marshall y Lily son una pareja perfecta, y aunque también han tenido sus altibajos (como cuando Lily dejó a Marshall para intentar cumplir sus sueños de artista en San Francisco), todo acabó saliendo bien porque estaban destinados el uno para el otro.
Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' Canadá y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.