Un fotógrafo desmonta el postureo de los posados profesionales

Un fotógrafo desmonta el postureo de los posados profesionales

El brasileño Gilmar Silva triunfa mostrando la verdad de sus fotografías: matorrales, cunetas y mucho Photoshop.

No dejes que un mal lugar te arruine una buena foto. Esa parece ser la filosofía tras las imágenes del brasileño Gilmar Silva. De 25 años, lleva los últimos cuatro fotografiando bodas y posados familiares en su ciudad, Cascavel.

Este tipo de retratos suelen ser composiciones preciosistas para ser enmarcadas o presumir de ellas a través de las redes sociales. Silva, sin embargo, ha decidido enseñar la realidad de estas fotografías: lo que la cámara no ve. Lo hace, paradójicamente, a través de sus perfiles de Facebook e Instagram, que están llenos de imágenes como ésta.

Estas instantáneas forman parte del proyecto que ha bautizado como LUGARXFOTO, en el que lleva inmerso ocho meses. "Empecé a publicar estas fotografías cuando mis seguidores de Instagram empezaron a pedirme que mostrara las bambalinas de mis retratos porque las fotos les parecían bonitas y hechas en lugares supersimples y, de hecho, así es", cuenta a El HuffPost.

Así, unos arbustos, una cuneta o cualquier otro anodino rincón le bastan para convertirlos en escenarios de ensueño.

Silva tiene ojo y maña —en ocasiones, con algo de Photoshop— para ver y transmitir la belleza de los lugares menos pensados. El fotógrafo reconoce que improvisa las localizaciones: "Llego al lugar propuesto por el cliente o por mí y allí se me ocurren ideas según lo que veo en ese momento".

"Normalmente las localizaciones son calles, casas abandonadas, charcos de agua o cualquier espacio, desde el más simple que vea", añade.

A continuación puedes ver más imágenes de su proyecto. Puedes explorar más en su cuenta de Instagram y en su perfil de Facebook.

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Responsable de Life