Morate confesó en Rumanía que había matado a Marina, según una testigo
Marina murió asfixiada y Laura de un fuerte golpe, según los forenses.
Sofía Valeria H., la mujer del amigo rumano de Sergio Morate, ha afirmado este miércoles en el juicio con jurado que se celebra en Cuenca que el procesado les confesó que había matado a su expareja, Marina Okarinska.
El procesado, acusado también del asesinato de la amiga de su exnovia, Laura del Hoyo, explicó a la policía, tras ser detenido, que la aparición en su piso de Laura alteró sus planes.
La mujer de Itsvan Horvath, el amigo al que Morate conoció en prisión y en cuya casa de Lugoj (Rumanía) fue detenido el 13 de agosto de 2015, ha declarado que les dijo que había matado a Laura un día antes de ser detenido, en el juicio que celebra en la Audiencia Provincial de Cuenca por los asesinatos de su expareja Marina Okarinska y de Laura del Hoyo en agosto de 2015.
SE LO CONFESÓ EN LA TERRAZA DEL APARTAMENTO
En una videoconferencia ha explicado que estaban hablando en la terraza de su apartamento de Lugoj cuando Morate reconoció que había matado a Marina, aunque ha negado que les dijera que lo hizo atándole una cinta de plástico, como afirmó al declarar ante una comisión rogatoria en Rumanía el 14 de agosto de 2015, según le ha recordado la fiscal, Cristina Moruno.
Y una vez que fue extraditado a España, comentó a la policía que la presencia de Laura alteró los planes que tenía con relación a su expareja el día que se produjeron los asesinatos, en conversaciones que el procesado entabló espontáneamente.
El agente del Grupo de Homicidios de la Comisaría General de Policía Judicial que acompañó a Morate desde que llegó a España el 5 de septiembre de 2015, extraditado desde Rumanía, ha dado a conocer el contenido de estas conversaciones.
MARINA FUE CON LAURA A BUSCAR LAS COSAS A SU CASA
En su declaración, ha comentado que pasó muchas horas junto a Morate, que no llegó a decir en ningún momento que había matado a Marina y a Laura, aunque aludía a detalles relativos a lo ocurrido y volvía a hablar de los mismos asuntos de forma recurrente, ha explicado el policía.
Entre estas cuestiones, comentaba que el día que ocurrieron los hechos había llamado a Marina para que acudiera a su casa a recoger sus cosas, pero se encontró con que ésta llegó acompañada de su amiga Laura, por lo que les dijo que no subieran.
Pero ante la insistencia de Marina subieron las dos, lo que alteró sus planes, de acuerdo con los comentarios que hacía Morate, que contaba que una vez que las chicas entraron cerró con llave y en este punto cortaba siempre su relato, sin que los policías le preguntaran, ha asegurado el agente.
Estas circunstancias fueron un contratiempo para él, ya que había pensado ir con su amigo Alexánder Echeverri a un concierto a Alicante, como habían quedado desde hacía varias semanas, pero al tener que enterrar también a Laura cambió de planes.
OPTÓ POR IRSE A RUMANÍA
Según dijo en estas conversaciones, vio que no podía cavar más en la fosa donde enterró a las jóvenes, ya que pensaba excavar un hoyo de dos metros en 10 minutos, pero se encontró con que el terreno era muy duro y con el añadido de tener que enterrar también a Laura.
Por eso, al ver como había quedado el escenario del enterramiento decidió que no podía quedarse en España y optó por irse a Rumanía, ha señalado el agente, que ha insistido en aclarar que fueron todas manifestaciones espontáneas, que él no intentó que contara nada.
En la vista ha declarado también una inspectora de homicidios de la Comisaría General de Policía Judicial, que ha considerado que el propio Morate debió comentar a Horvath y a su mujer que había asfixiado con una brida a Marina cuando llegó a Rumanía, ya que así lo confesó ante la comisión rogatoria en Timisoara del 14 de agosto de 2015, a la que ella asistió.
Esta agente ha señalado que la circunstancia de la aparición de la brida en el cadáver de Marina se dio a conocer el día 13 de agosto, por lo que es imposible que lo conociera otra persona que no fuera el ejecutor de los hechos.
MARINA MURIÓ POR ASFIXIA MECÁNICA DESPUÉS DE QUE SU ASESINO LE COLOCARA UNA BRIDA AL CUELLO
Una inspectora de Homicidios de la Comisaría General de Policía Judicial ha confirmado que Marina Okarinska murió por asfixia mecánica después de que su asesino le colocara una brida al cuello "cortada de manera oblicua" y que, a su juicio, la "anuló por la propia agonía y la angustia de sentirte ahogada", que le impidió reaccionar y cortarse la brida.
La inspectora ha agregado que, en la autopsia, el médico forense "vio que era de un diámetro muy pequeño", para, a continuación, mostrarse "convencida" de que los asesinatos se produjeron en el domicilio de la calle río Gritos.
En este punto, ha defendido que es este lugar el último sitio donde se "ve a ambas víctimas", justificando su posición también por el "dato objetivo del posicionamiento del teléfono y la conversación que mantienen con él".
Respecto a la muerte de Laura, ha asegurado que esta deriva de un ahogamiento posterior a un "fuerte golpe" que su asesino le habría propinado "en un ataque repentino, dado el poco tiempo que estuvo solo con las víctimas", con quienes, ha confirmado, "tenía una gran diferencia de corpulencia".