Ágatha Ruiz de la Prada, sobre su divorcio de Pedro J. Ramírez: "Me lo dijo trayéndome el desayuno a la cama"
La diseñadora acudió a 'El Hormiguero' y contó los detalles de su separación del periodista, de la que se cumple un año.
Más de 10 años después de su estreno, la diseñadora de moda y de millones de cosas Ágatha Ruiz de la Prada se ha convertido en la primera modista en acudir al plató de El Hormiguero. La flamante Premio Nacional de Diseño de Moda se sentó junto a Pablo Motos para hablar de muchas cosas: de su ropa, sus diseños, sobre que quiere diseñarse su propia tumba, de que le gusta "provocar y que le provoquen"... De hecho, Ruiz de la Prada contó que fue ella quien le pidió a Motos que la llevara al plató hace pocos días, cuando ambos coincidieron en un restaurante.
Pero, sobre todo, la creadora charló sobre su relación de tres décadas y de su divorcio del periodista Pedro J. Ramírez. Sin llegar a citarlo aún, al principio de la entrevista dijo: "Yo antes no habría venido a este programa porque estaba atontada. Ahora estoy feliz de estar aquí". "Se te ha quitado el empane un poco", le replicó Motos. "Sí, ahora hago cosas que antes no hacía. Por ejemplo, pedirte que me trajeras a tu programa. Cuando me llamaste me hizo mucha ilusión".
La conocida creadora de flores, nubes y corazones de colores no se cortó un pelo a la hora de dar detalles sobre cómo fue su sonadísima ruptura de la que a principios de noviembre se cumple justo un año. Aunque ya había contado algo a ciertas revistas, ahora ha querido sincerarse ante millones de espectadores. Ella misma confesaba a Motos tras explicarle cómo fue su cese de la convivencia: "Me aburre hablar de este tema, pero es tan cinematográfico..."
Una de las confesiones que más sorprendió de De la Prada (mucho más delgada que en su etapa junto a Ramírez y vestida con sus reconocibles corazones) fue la de cómo tuvo lugar el anuncio del divorcio. La diseñadora y el periodista, que llevaban juntos 30 años, se habían casado en verano. "A los tres meses y un día me dice: 'Oye, que estoy pensando que nos debíamos de separar' Yo siempre pensé... Si tú no te casas, no te puedes separar. Si tú no te casas, no te puedes divorciar. Para divorciarte, tienes que haberte casado. Yo lo había pensado toda la vida", reflexionaba De la Prada, algo que Motos aseguraba que era "de una lógica aplastante".
"Yo no me quería casar, porque mis padres estaban separados. Yo siempre dije: ¡Qué horror, qué pereza!", relató, afirmando que le "daba vergüenza" casarse y que no se lo contó más que a sus hijos y a dos amigas. Unas amigas que la ayudaron mucho cuando se separó, y que le dieron buenos consejos: asegura que lo superó a base de ver Downton Abbey y de tomarse una pastilla de Orfidal cada noche.
"A lo mejor inconscientemente —porque conscientemente te puedo asegurar que no— es que esto se tenía que acabar y entonces fue 'Vamos a casarnos'. Nos casamos, y entonces te pueden decir 'Me quiero separar'. Es que si te lo hubiera dicho antes... Como no estás casado...".
"Me lo dijo trayéndome un desayuno a la cama una mañana. Este domingo va a hacer un año. Y lo voy a celebrar", confesó sonriente entre aplausos y con una media sonrisa mientras bebía incesantemente de su taza. "No te digo cómo pero va a ser la bomba. Imagínatelo, imagínatelo", aseguró, afirmando que al final este había sido "un año muy emocionante".
"Yo venía de un viaje bastante largo, 26 días", relató la modista. "El día anterior a esto, que fue una cosa muy alucinante, hicimos un reportaje para la revista Vogue, de la familia feliz: los dos, los dos niños, los perros fueron a la peluquería... Abrazados... Me llama la de Vogue y me dice: '¿Por qué no lo hacéis en la cama?' y yo le digo: 'Estás loca. No lo hacemos'. Y venga a darme ideas... Pero al final estábamos abrazados el viernes a mediodía. Y esto fue el sábado por la mañana, a las 10, las 10:10 de la mañana. Yo me quedé flipada. Pero dije: '¡Ostras!'. No dije nada. Desayuné. Pero creo que eso es muy normal, porque estaba bajo estado de shock.
Tras el episodio del desayuno en la cama, llegó la hora del almuerzo. Y los dos decidieron hacerlo juntos: "Luego me fui y comí con él. Vino a la hora de comer y comimos juntos en la cocina. Yo creo que él había ido a ver a esta tía y le había dicho: 'Oye, ¿tú se lo has dicho a Ágatha?' Porque yo estoy convencida de que ella le dijo: 'Le tienes que decir a Ágatha que tiene que separarse". Entonces fue cuando él le sacó el tema y le preguntó qué le había parecido lo que le había comentado por la mañana, es decir, el divorcio. "Así fue. Ya no he vuelto a hablar con él nunca más", confesó ella.
"Ese día se me cerró el estómago", relató sobre cómo adelgazó tanto, 18 kilos en total, 10 kilos en una semana. "Fue del disgusto, el susto, la adrenalina".