El príncipe heredero de Arabia Saudí promete un Islam "moderado y abierto" en el país
No concreta si permitirá las iglesias, pero sentencia que se acabará "muy pronto" con el extremismo.
El príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamad bin Salmán, ha prometido un Islam "moderado y abierto" en el país, dominado por el wahabismo, una rama extremadamente conservadora dentro del sunismo.
"Estamos volviendo a lo que fuimos, un país de Islam moderado que está abierto a todas las religiones del mundo", ha manifestado, según ha informado el diario local Saudi Gazette.
"No pasaremos los próximos 30 años de nuestras vidas haciendo frente a ideas destructivas. Las destruiremos hoy", ha dicho, agregando que "se acabará muy pronto con el extremismo".
Así, Bin Salmán ha resaltado que "la juventud es la riqueza del país", argumentando que "si reciben la guía adecuada, crearán un mundo excelente sobre la Tierra".
"Los jóvenes son ambiciosos. Todos los componentes del éxito están disponibles en el Reino. La voluntad política es fuerte y la gente es ambiciosa", ha sostenido el influyente príncipe heredero, quien es además viceprimer ministro y ministro de Defensa.
Las declaraciones de Bin Salmán chocan con la casta religiosa saudí, muy influyente en el país, que mantiene el wahabismo o salafismo como su pilar religioso.
En el país impera la doctrina wahabí, corriente religiosa perteneciente a la rama suní del Islam inspirada en las enseñanzas de Muhamad ibn Abdel Wahab, quien formuló una aplicación rigorista de la religión basada únicamente en el Corán y los 'hadices' (tradiciones relacionadas con las enseñanzas y los actos de Mahoma y sus discípulos) y elogió la 'yihad' violenta frente a la interiorizada.
El wahabismo es aplicado como religión de estado —pese a ser considera casi herética por múltiples corrientes musulmanas— en base a la unión político-religiosa entre Abdel Wahab y la tribu Al Saud, que se haría con el poder en la península Arábiga y crearía el actual estado.
A partir del wahabismo han surgido algunos de los grupos extremistas suníes más activos en la actualidad, tales como la organización terrorista Al Qaeda y otras organizaciones 'takfiríes' y salafistas.