Bagdad se hace con el control de áreas determinantes de Kirkuk, la provincia disputada con el Kurdistán
Cientos de familias kurdas han abandonado ya hoy la zona rumbo a la región autónoma, tras la irrupción de las fuerzas iraquíes y el estallido de la violencia con los peshmerga.
Las fuerzas iraquíes se hicieron hoy con el control de varias áreas e instalaciones estratégicas de la provincia de Kirkuk (norte), que se disputan con el Gobierno kurdo y en la que están desplegadas las tropas peshmerga, con las que se han enfrentado.
La Comandancia de las Operaciones Conjuntas, que dirige la operación militar lanzada tras el fin del ultimátum de Bagdad para la entrega de Kirkuk, aseguró que unidades de las Fuerzas Antiterroristas se desplegaron en la base militar K1, la principal de la zona.
La base fue establecida por EEUU y fue sede del Ejército iraquí hasta que las tropas kurdas le arrebataron su control durante la ofensiva contra el grupo yihadista Estado Islámico en 2014.
Desde entonces, los peshmergas tienen presencia en varias áreas de Kirkuk, aunque estas se encuentren fuera de los límites territoriales de la región autónoma del Kurdistán reconocidos por Bagdad.
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Las fuerzas iraquíes también consiguieron hacerse con la Compañía de Petróleo del Norte, una instalación de gas, una refinería cercana y una planta eléctrica, así como con los campos de crudo de Baba Karkar, situados al noroeste de la ciudad de Kirkuk, capital de la provincia homónima.
Asimismo, unidades de la Policía Federal y del cuerpo policial de Respuesta Rápida tomaron el control del aeropuerto militar de Kirkuk, conocido como base Al Hurriya. También recuperaron el municipio de Yaiyi y el de Lilan, y conquistaron varias carreteras de la zona.
La estratégica comarca de Tuz Jormato, a 70 kilómetros al sur de Kirkuk y que fue en los pasados días escenario de enfrentamientos entre los dos bandos, fue dominada también por las fuerzas conjuntas, después de que las unidades kurdas se retiraran hacia la provincia kurda de Suleimaniya.
Tuz Jormato pertenece a la provincia iraquí de Saladino y acoge a una población de árabes, turcomanos y kurdos, al igual que Kirkuk, y estas áreas mixtas han sido el foco de la tensión entre el Gobierno central y el del Kurdistán tras la celebración del referéndum de independencia kurdo del pasado 25 de septiembre.
En Tuz Jormato y en el municipio de Mula Abdala, al oeste de Kirkuk, murieron diez combatientes "peshmergas" en choques con las milicias progubernamentales Multitud Popular, indicaron a Efe fuentes de las fuerzas kurdas.
Los uniformados iraquíes también entraron en la ciudad de Kirkuk y tomaron el control de varios edificios estatales, entre ellos la sede del Gobierno de la provincia, ubicada en el centro de la urbe, informaron a Efe fuentes militares y de seguridad iraquíes.
Las tropas izaron la bandera nacional sobre esos edificios y la policía estableció un toque de queda en la ciudad desde las 19.00 hora local (una hora más que en la España peninsular) hasta las 06:00 de la mañana.
¿QUÉ PASA CON LOS CIVILES?
Mientras, Al Abadi designó a un exgeneral como nuevo gobernador de Kirkuk, en sustitución de Neshmedin Karim, destituido por el Parlamento iraquí a mediados de septiembre.
Asimismo, pidió a los ciudadanos de la urbe que cooperen con las fuerzas nacionales y aseguró que las operaciones militares responden a los "deberes constitucionales" del Gobierno de "imponer la seguridad y proteger la riqueza nacional", en referencia a los yacimientos de petróleo.
No obStante, cientos de familias kurdas han abandonado ya hoy Kirkuk rumbo a la región del Kurdistán tras la irrupción de las fuerzas iraquíes y el estallido de la violencia con los peshmerga. El portavoz de la Policía de Kirkuk, Afrasio Kamel, confirmó a Efe que las familias que se han marchado de la ciudad a lo largo del día lo hicieron "por temor a ser objetivo de actos de venganza". Kamel invitó a esas familias a que regresen a Kirkuk, asegurando que la situación de seguridad "es estable".
Por su parte, las fuerzas peshmerga aseguraron que defenderán el territorio y al pueblo del Kurdistán, tal y como declaró el Ministro de Defensa kurdo en funciones, Karim Sinyari.
Al mismo tiempo, invitó a Bagdad a que solucione los problemas con el Kurdistán mediante el diálogo, porque la situación impuesta por las armas en Kirkuk "no se mantendrá".
Por otra parte, una fuente de la oficina de prensa del primer ministro kurdo, Nechirvan Barzani, dijo a Efe que el "ataque es una declaración de guerra contra la nación del Kurdistán".
Además, subrayó que las operaciones están siendo desarrolladas por las tropas iraquíes, la Multitud Popular y fuerzas de la Guardia Revolucionaria iraní en "venganza" contra el pueblo del Kurdistán, "que ama la libertad y votó por su futuro".
Ayer, las autoridades kurdas rechazaran anular los resultados del referendo de independencia -en el que un 92 % de los votantes apoyó la separación de Irak-, como exige el Gobierno central, que también acusó al Kurdistán de haber movilizado a combatientes de la guerrilla kurda del PKK en Kirkuk.