Theresa May no responde a qué votaría en otro referéndum sobre el Brexit
Se ha limitado a decir que no contesta a "preguntas hipotéticas".
La primera ministra británica, la conservadora Theresa May, ha guardado silencio al ser cuestionada sobre cómo votaría si hubiera otro referéndum para el Brexit, respondiendo que no contesta a "preguntas hipotéticas".
La jefa del Gobierno, que votó a favor de la permanencia en la Unión Europea (UE) en el referéndum del año pasado, se ha negado hasta tres veces a responder a la pregunta cuando fue entrevistada por la radio británica LBC, según recogen este miércoles los medios locales.
"Yo voté en su momento por la permanencia por buenas razones pero las circunstancias cambian. Soy la primera ministra que debe asegurar que cumple con el Brexit para la población británica", ha contestado May cuando el presentador abundaba en la misma cuestión.
Ante la negativa a dar una respuesta concreta y la insistencia del locutor, la primera ministra ha dicho: "Puedo estar sentada aquí y podría decir que aún votaría por la permanencia o que votaría por la retirada sólo por darle una respuesta a su pregunta".
"Voy a ser abierta y honesta con usted. Lo que hice la última vez fue observarlo todo y sacar la conclusión y esta vez haría exactamente lo mismo", ha añadido la líder "tory" (conservadora). "Pero no vamos a tener otro referéndum y eso es absolutamente crucial", ha recalcado la jefa del Gobierno.
Tras conocerse la opinión de la política, el eurófobo y exlíder del Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP) Nigel Farage se ha preguntado, a través de su cuenta de la red social Twitter, "¿Cómo Theresa May puede negociar el Brexit si no cree en él?".
Además, según recogen los medios, May ha insistidp en que el Gobierno no tiene intención de "sacar" a los comunitarios que viven en el Reino Unido pero que "habría que ver" qué ocurre si no se llega a un acuerdo como parte de la retirada del país del bloque europeo.
Londres y Bruselas mantienen actualmente la quinta ronda de la primera fase de las negociaciones sobre la retirada británica y, de conseguirse progresos, sobre todo acerca de la factura que deberá pagar el Reino Unido por su salida, ambas partes pasarán a la segunda fase sobre su futura relación