Estos siete alimentos se consideran afrodisíacos, pero, ¿realmente lo son?

Estos siete alimentos se consideran afrodisíacos, pero, ¿realmente lo son?

Si abusas de alguno de ellos, corres el riesgo de adaptarte y dejar de notar sus efectos.

Desde el nacimiento de la humanidad, los afrodisíacos han sido un tema recurrente en todas las culturas. Si un alimento se granjea la fama de estimular el apetito sexual, la gente lo va a probar.

Pero ¿de verdad funcionan o simplemente al ser humano le gusta engañarse y creer que esas ostras albergan un poder primitivo que les ayudará al final de la noche en el dormitorio?

Para resolver la duda, el HuffPost Estados Unidos ha pedido la opinión de tres expertos acerca de la influencia que ejercen los ¿afrodisíacos? más conocidos en la vida sexual de las personas.

Antes de nada: ¿Qué es un afrodisíaco y cómo afecta al cuerpo?

Un afrodisíaco, término derivado de la diosa Afrodita de la antigua Grecia, es un alimento o sustancia que provoca excitación sexual o aumenta el deseo.

"Los afrodisíacos también suelen contener nutrientes que mejoran la salud de los órganos sexuales", añade Kat Van Kirk, terapeuta sexual y sexóloga experta de AdamandEve.com. "Se cree que los alimentos afrodisíacos intensifican las sensaciones que provoca la excitación sexual, como el aumento de la temperatura corporal, del ritmo cardíaco o de la energía del cuerpo, haciéndote sentir más ganas de practicar sexo".

Aunque claro, el efecto placebo podría ser también el causante: por ejemplo, como has oído que los higos aumentan el deseo sexual, es fácil que sientas más ganas de acostarte con alguien por el simple hecho de que tienes muchas esperanzas depositadas en la fruta. De una forma u otra puede funcionar, ¿no?

Siete alimentos considerados afrodisíacos:

La sandía tenía fama de alimento afrodisíaco mucho antes de que Beyoncé le dedicara la canción Drunk In Love.

No es una locura que la gente ponga sus esperanzas en este alimento, según explica Diana Hoppe, obstetra, ginecóloga y autora de la obra Healthy Sex Drive, Healthy You: What Your Libido Reveals About Your Life.

La sandía es una fuente rica en citrulina, un aminoácido no esencial que relaja y dilata los vasos sanguíneos de forma similar a la viagra y otros medicamentos diseñados para tratar la disfunción eréctil.

"La citrulina aumenta el flujo sanguíneo, dilata los vasos sanguíneos y facilita la excitación sexual".

Suena muy bien, pero ¿funciona? Como la citrulina está casi toda concentrada en la corteza de la sandía, "habría que comer mucha corteza para notar sus efectos en la práctica".

¿A qué esperan para crear zumo de corteza de sandía? O, mejor aún, todos a probar los encurtidos de corteza de sandía.

El chocolate es uno de los regalos por excelencia de San Valentín. Está delicioso y cuesta encontrar a alguien a quien no le guste ninguna de sus clases: negro, con leche, blanco o incluso rosa.

Pero, ¿funciona como afrodisíaco? Por desgracia, los estudios actuales parecen indicar que el chocolate no tiene ningún efecto significativo en la libido, según Steve McGough, sexólogo clínico y profesor asociado del Instituto de Estudios Avanzados de Sexología Humana.

No obstante, el chocolate contiene sustancias químicas como la feniletilamina, que puede provocar una sensación de bienestar general. Con un poco de suerte, ese buen humor puede transformarse en un momento íntimo con tu pareja.

Las ostras tienen una historia bien documentada como afrodisíacos. Según la leyenda, Giacomo Casanova, el famoso seductor veneciano del siglo XVIII, desayunaba ostras crudas todas las mañanas para mantener su resistencia y su libido. Aparte queda el parecido que hay entre las ostras y el órgano genital femenino, tanto en su aspecto como en su tacto.

¿Son verdaderos afrodisíacos? Sí, hasta cierto punto, según Diana Hoppe: "Las ostras contienen altos niveles de zinc, un mineral necesario para la producción de testosterona, esperma y para el sistema inmunitario". También contienen grandes cantidades de tirosina, un aminoácido esencial para que el cuerpo produzca dopamina. Un nivel bajo de dopamina en el cuerpo afecta negativamente a la libido.

"Un persona tendría que ingerir una enorme cantidad de ostras para que la dopamina tuviera algún efecto notorio, pero, oye, comer ostras tampoco apaga la llama de la pasión", señala.

¿Cuántas ostras son suficientes, entonces?

"Algunas personas, con dos ya consiguen activar su deseo sexual. Otras personas pueden necesitar más. Pero la alimentación es solo una variable más en la ecuación de la libido. El ambiente también es importante. No es lo mismo una cena romántica con velas que cenar en un restaurante lleno de ruido", puntualiza Hoppe.

Esta escurridiza verdura con forma alargada debe su reputación a los franceses. En el siglo XIX, a los novios les servían tres platos de espárragos el día anterior a la boda para aumentar su deseo sexual con vistas a la gran noche.

¿Tenían motivos los franceses para fundamentar esa tradición? Posiblemente sí, según Steve McGough.

Los espárragos son una fuente rica en varios nutrientes necesarios para la estimulación sexual, como la vitamina E, B y potasio.

"Ya que es un alimento tan nutritivo, no veo motivos para no probar a ver si funciona. Personalmente, aún no lo he puesto a prueba, pero me gustan los espárragos y me ha picado la curiosidad", comenta McGough.

Otras verduras con nutrientes similares deberían tener también efectos similares, pero el experto recomienda no pasarse de la raya: "Una observación personal es que si comes mucho de algo que te gusta y te hace sentir bien, no conviene comer siempre mucho de eso a no ser que sea por alguna deficiencia nutricional. Algunos alimentos afectan a la psicología de las personas de una forma u otra (y a veces viene muy bien), pero con el tiempo, corres el riesgo de adaptarte y dejar de notar nada".

"Lo ideal es ser moderados y mantener una dieta sana y variada todos los días. Guarda los espárragos, las ostras crudas y las cortezas de sandía para las ocasiones especiales", sugiere.

Un poco de picante en tu vida sexual. Según Diana Hoppe, el chile contiene una sustancia aceitosa incolora e inodora llamada "capsaicina" que estimula las terminaciones nerviosas de la lengua. "Produce una sensación de cosquilleo que libera epinefrina (o adrenalina) y endorfinas, los opiáceos naturales del cuerpo", señala.

¿Y funciona? Sí. Ese subidón de endorfinas que provoca el picante probablemente ayude a encenderte. Además, el chile marida bien con otro alimento afrodisíaco: los nutritivos aguacates.

Los higos han sido considerados alimentos afrodisíacos desde hace mucho tiempo, en gran parte porque aparecen mencionados en la Biblia como uno de los frutos del Edén. Algunos piensan incluso que es el verdadero fruto prohibido que hizo que Adán y Eva se metieran en problemas.

Vale, bonita historia, pero ¿tiene algún fundamento científico? Según asegura Kat Van Kirk, no, pero no dejan de ser buenos para la salud general: "Los higos tienen una elevada concentración de antioxidantes, flavonoides y polifenoles, sustancias que te proporcionan una sensación de relajación y bienestar".

(Por cierto, si te gustan los higos, quizás no quieras saber cómo crecen. Es un poco desagradable).

Debido a su forma de corazón y a su color rojo, los antiguos romanos consideraban la fresa como un símbolo de Venus, la diosa del amor. Dejando a un lado su bonito aspecto, las fresas están repletas de vitamina C, necesaria para la circulación de la sangre por todo el cuerpo.

A lo que interesa: ¿funciona? "Como sucede con muchos afrodisíacos, contiene nutrientes muy importantes para la producción de hormonas sexuales, pero no se puede garantizar que incremente el deseo sexual. Lo que es seguro es que las fresas son buenas para la salud en general", apunta Hoppe.

Y mantenerse sanos nunca está de más.

Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' Estados Unidos y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.

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