La abadesa pro-referéndum que abrirá su monasterio para el 1-O
Anna María Camprubí: "Creo que es una manera de que el pueblo pueda decidir. Sin más".
El monasterio de Santa María de Vallbona es la comunidad cisterciense femenina más importante de Cataluña. Situado en la localidad de Vallbona de les Monges, a 52 kilómetros de Lérida, allí se hospedaron, según explica su web, los reyes Alfonso el Casto, Jaime el Conquistador y Alfonso el Sabio "con sus respectivas esposas y cortes y fue motivo de inspiración para los trovadores de la época".
Desde que fue construido en el siglo XII, ha sido habitado por monjas que, según su página, es un lugar "con una disciplina perfecta, un paraíso enclaustrado, donde se vive en unidad".
Una disciplina que parece ser que no pasa por acatar las leyes. No las divinas sino las terrenales por las que vela el poder judicial. La abadesa del monasterio, Anna María Campubrí, ha explicado en una entrevista en la televisión pública catalana que piensa ceder un local del monasterio para que los 251 habitantes del pueblo puedan votar el 1 de octubre, en el referéndum ilegal del gobierno catalán si, finalmente, no lo cede el Ayuntamiento.
"El Monasterio está abierto para todos", explica Campubrí. "Nosotras estamos convencidas de que hacemos bien. Bueno, ni bien ni mal. Creo que lo normal es esto".
No es la primera vez que la madre superiora toma una decisión así. Ya lo hizo en la consulta, también declarada ilegal, del 9 de noviembre de 2014 por la que este lunes el Tribunal de Cuentas le ha pedido a Artur Mas 5'2 millones de euros. En aquella ocasión, el Monasterio cedió una sala para poder votar.
"Creo que es una manera de que el pueblo pueda decidir. Sin más", asegura la abadesa mientras se encoge de hombros. "No tengo miedo. Ni yo ni la comunidad. Nosotras lo encontramos natural. Es votar en un país democrático".
Campubrí es tía de la periodista Joana Bonet que este lunes ha publicado una columna en La Vanguardia y en su web titulada Mi tía, la abadesa en la que cuenta "el revuelo que se armó cuando dijo que se metía a monja" y el salto que su tía ha dado a los medios tras su decisión de apoyar el 1-O.
"La llamé al monasterio en el horario permitido. Escuché como la avisaban por megafonía, oí los pasos, recordé el hábito austero. 'No vivimos de espaldas al mundo: estamos en el mundo, pero no somos del mundo', me dijo la tieta monja, y añadió: 'El monasterio tiene que estar arraigado a la tierra, a Cataluña, es así desde hace 850 años'. También me contó que, de noche, los vecinos vieron una pareja de la Guardia Civil paseando alrededor del monasterio", escribe Bonet.
Camprubí le explicó a su sobrina en esa llamada que había recibido centenares de correos felicitándola por la decisión pro-referéndum. Y le aseguró que sólo dos personas se habían quejado. "Una señora de Barcelona: la atendió otra monja y la dejó turulata. La otra fue de un señor de Tarragona, muy enfadado".
De momento, para la madre abadesa, hasta que la autoridad pertinente tome cartas en el asunto- si las toma-, el 1-O está en manos del Altísimo. "Mi tía admitió que el asunto ya se lo ha encomendado a Dios hace tiempo, que rezan por él cada día".