El español afincado en San Francisco que ha enamorado a Google
"Echo de menos España, pero es complicado volver porque está a otra velocidad en cuanto a oportunidades"
A Danny Mola le cambió la vida la isla de Oahu, en Hawaii. Un día del verano de 2015 estaba allí y decidió emprender una ruta por la montaña Ko'olau junto a su mujer. Charlando mientras hacían la caminata, comenzaron a hablar del fenómeno Do-It-Yourself (Háztelo tú mismo), surgido gracias a herramientas tecnológicas que, por ejemplo, permiten que cualquiera pueda crear páginas web sin tener conocimientos informáticos o hacer la declaración de la renta sin haber tenido formación contable. En ese momento, a Mola se le encendió la bombilla: ¿Y si él creaba algo similar para el posicionamiento en Google?
Dicho y hecho. En cuanto llegó a su casa, en San Francisco, se puso a buscar si ya existía algo similar. No encontró nada. Así que este leridano de 36 años se puso manos a la obra. Tras lo que denomina "maratones de código de programación", Mola 'parió' una plataforma llamada Kolau, en honor a aquel lugar en el que se le ocurrió la idea y que le ha llevado a convertirse en socio estratégico de Google.
El funcionamiento, a priori, es sencillo. Lo que hace el invento es facilitar la vida a las pequeñas y medianas empresas (pymes) para que su página web aparezca en los primeros resultados que da Google en una búsqueda. "Por primera vez no tienen que estar mirando fuera para posicionarse en el buscador, sino que pueden mirar dentro. Cualquiera de la pyme es ya un experto en márketing como es un experto contable. Porque hay herramientas que lo hacen tan fácil que respondes a cinco preguntas y ya te imprimes la declaración de la renta", explica Mola a El HuffPost.
La pyme que quiera utilizar Kolau debe responder a cinco preguntas básicas como cuál es su producto, su horario o qué es lo que hace especial a su empresa. A partir de ahí, la plataforma consigue que en cinco minutos la web de la compañía aparezca en las primeras posiciones de Google, que son de pago. La plataforma también asesora a sus clientes para que sus páginas figuren en las llamadas posiciones orgánicas del buscador, aquellas que no son anuncios. Todo ello, insiste Mola, de forma gratuita para las pymes que tienen un presupuesto para Google inferior a 100 euros, que son "la mayoría".
LA EXPERENCIA TELEVISIVA
Mola ya ha llevado su startup, además de a EEUU, a España, México, Costa Rica y Panamá y logró ser semifinalista del popular programa de la televisión estadounidense Shark Tank, en la que inventores buscan el apoyo de famosos inversores. "Pasé la primera ronda y en las semifinales me dijeron que no tenía empresa todavía y que preferían compañías físicas porque, si no, la audiencia no vibra", recuerda.
Pero su mejor momento estaba por llegar. Consiguió que Google probara su plataforma y la compañía le invitó a participar en un evento en San Diego. Allí, Mola comprobó que el producto, que todavía estaba en fase de pruebas, era necesario. El gigante tecnológico le seleccionó como socio estratégico.
"Mantenemos sinergias. Ellos nos forman y así pueden tener el último conocimiento. Somos independientes completamente, pero contamos con su experiencia, la formación y eso nos ayuda a poder llegar a más gente", explica Mola.
"EN ESPAÑA TODAVÍA EXISTE EL MITO DE SILICON VALLEY"
Fue el paso más importante de este leridano que se marchó a Estados Unidos con 19 años, justo cuando explotó la burbuja punto com. "Estaba estudiando todavía el Bachillerato. En Cataluña tenemos el instituto de educación secundaria a distancia. Hice los exámenes en el despacho del agregado cultural del consulado de San Francisco", recuerda mientras asegura que esa experiencia hizo que quisiera ser diplomático.
Estudió, de hecho, ciencias políticas. Pero cuando terminó, en 2009, el Gobierno congeló las plazas y se tuvo que reinventar. Así que hizo marketing y se metió de lleno en lo que llama "la burbuja de las startup". "Empecé a trabajar en ellas aprendiendo lo que hay que hacer y, sobre todo, lo que no hay que hacer", asegura.
Por eso mismo, asevera, Kolau no hubiese sido posible en España. "Allí todavía se miran las startup desde las gafas del Silicon Valley y, si no estás aquí, es mucho más complejo saber qué es lo que es importante y qué es accesorio", explica a la vez que admite que vivir allí las 24 horas ayuda a desmitificar todo. "En España existe todavía el mito del Silicon Valley. Al estar aquí me he dado cuenta de que es un mito, es humo. Y esto también te ayuda a saber que, de todo lo que escuchas del Silicon Valley, créete una cuarta parte", advierte.
Y Mola admite que, aunque echa de menos España, ve inviable regresar porque "está a otra velocidad en cuanto al mundo de las oportunidades". "Me da un poco de lástima que España no sea el motor que debería ser. A España no se le ve ni se le espera ni en EEUU ni en América Latina y tendríamos que trabajar más en esa falta de liderazgo internacional. Las empresas españolas son las que están haciendo la diplomacia exterior hoy en día", se lamenta. Aunque ve un claro punto fuerte en su país: el "envidiable" sistema social. "Las garantías sociales son algo de lo mejor que tenemos en España. Aunque hay factores como el paro que desvirtúan un poco el bienestar, la garantía social es un lujo", asegura.
"EN MI VIDA HE APROBADO DOS EXÁMENES DE MATEMÁTICAS"
Este año, Kolau lanzó en Balaguer (Lleida) y Elda (Alicante) una iniciativa para formar en materia de programación a jóvenes desempleados en España que se llama #YouthCanDoIt2020. "Una mañana leí en el periódico, y fue la gota que colmó el vaso, que el paro en España estaba mejorando un poco pero que en el grupo de jóvenes era de un 45%. Y lo volvía a leer y me preguntaba cómo podía ser eso. Evidentemente, puede ser porque yo mismo en España estaba en el paro porque realmente no hay trabajo", explica Mola.
Con la iniciativa, dice, pretende también desmitificar la programación, un campo que muchos jóvenes creen reservado sólo para unos pocos. "Yo en mi vida he aprobado dos exámenes de matemáticas y, si he podido hacer programación, todo el mundo lo puede hacer. Más negado que yo para las cosas técnicas no lo hay. Si yo he podido programar Kolau, ellos también pueden", zanja después de asegurar que la programación es "un idioma como cualquier otro".
Un idioma con el que este español ha conseguido enamorar a Google.