Entrevista al primer actor español de 'Star Wars': "Me dirigió personalmente J. J. Abrams"
El canario David Santana sale en 'El despertar de la Fuerza' y 'Rogue One'.
¿Qué fan de La guerra de las galaxias no soñaría con aparecer en las películas? Ningún español había tenido esa suerte hasta 2014, cuando el canario David Santana se convirtió en uno de los stormtroopers —soldados del Imperio/Primera Orden— de El despertar de la Fuerza.
Santana, de 32 años, se licenció en Traducción e Interpretación. Con la crisis económica en su cénit, decidió irse a vivir a Reino Unido, donde ya había estado de Erasmus. En Londres, encadenó una serie de trabajos variopintos hasta que llegó a sus manos una tarjeta de contacto para hacer de extra. Envió su currículum al email que indicaba y le llamaron para ir a un casting de vestuario de Star Wars.
Después de participar en varias superproducciones, ha decidido centrarse en su carrera como actor mientras recorre el mundo invitado por la productora Lucasfilm. Uno de esos viajes le ha llevado recientemente al festival Metrópoli Gijón, donde ha contado su experiencia en la saga.
"El título que me dieron fue AVCO. Pensé que sería la siguiente de Los Vengadores", recuerda. Cuando descubrió que era Star Wars, lo primero que sintió fue tristeza porque le iban a tapar la cara. "Pensé: 'Con todos los personajes que hay, voy a ser uno superrepetido'. Pero lo siguiente fue darme cuenta de que estaba en La guerra de las galaxias. Soy fan desde que nací. Me viene de familia", asegura.
UN ENTRENAMIENTO MILITAR DE TRES DÍAS
Santana es el primer español que ha actuado en la saga. "Algunos han trabajado en otros departamentos, pero nadie en un feature role, un figurante con acción especial que siempre está en el set. Cuando hay que interactuar con los actores principales, lo hacemos nosotros; cuando hay que hacer una escena coordinada por el director, nos cogen a nosotros", explica.
"Una vez escogidos como candidatos, nos fuimos ganando el puesto. Hicimos un entrenamiento militar de tres días", recuerda. El actor había asegurado que sabía artes marciales —había hecho algún curso— y que sabía manejar armas, aunque su experiencia se limitaba a las de aire comprimido. Aún así, resultó uno de los diez elegidos como Core Troopers o "soldados núcleo", los más importantes de la cinta.
El canario le puso a los otros nueve un mote, que van desde Dancing Trooper (el soldado bailarín) porque uno hacía danza hasta Handsome Trooper (el soldado guaperas) porque otro era guapete, pasando por Wise Trooper (el soldado sabio) al más mayor... "Ellos me llamaban a mí el Gurú Trooper porque, cada vez que alguien se hacía una pregunta de Star Wars, le decían: '¿Ves a ese chico de ahí? Es español, pregúntale a él'. Una vez me dijeron que me contuviera porque corregí a uno de los extras", recuerda.
LA CONSOLIDACIÓN DE ROGUE ONE
Cuando se dispusieron a rodar el primer spin off de la saga, Rogue One, lo primero que hicieron fue llamar a los de la anterior entrega.
"Algunos habían crecido un poco de barriga. Al que no le subía la cremallera de la pechera imperial, le hicieron soldado de la Alianza. A mí me tocaron ambos papeles, aunque como rebelde no salgo en el metraje final", lamenta. Sí aparece en las cartas oficiales de la saga que saca Lucasfilm.
Volvieron a realizar el entrenamiento para ver que no habían perdido habilidades e instruyeron a los recién llegados. Santana aclara que no es un entrenamiento de acción. "Cualquier trooper que se cae o al que le crujen la cara es un especialista. Nosotros aparecemos ya en el suelo. Algunos se quedaban dormidos porque te pasas horas ahí tirado", asegura.
¿DÓNDE SE LE PUEDE VER EN LAS PELIS?
Su escena "más carismática" es una de las más populares del episodio VII: Kylo Ren se enfada y destroza una habitación; dos soldados aparecen por el pasillo y deciden no seguir adelante. Él es el trooper al que le ponen la mano en el pecho.
"Los fans nos han apodado los Nope Troopers (los soldados ni-de-coña); otros, los Soldados Cobardes. Yo creo que somos los más listos, sabíamos que si nos metíamos en la sala íbamos a morir", opina él.
Según Santana, les dirigió personalmente J. J. Abrams y fue una escena muy improvisada. "Estaba Carrie Fisher viéndola, que luego nos felicitó. Flipamos cuando la vimos en el metraje final. Pero lo más bonito es ir al cine y escuchar a toda la sala partiéndose de la risa. Hasta me han llegado a decir que es una de las mejores escenas de la peli porque les da un toque de humanidad a los stormtroopers", sostiene.
Otra escena en la que es fácilmente localizable es cuando Finn es incapaz de disparar, al principio de la película; Santana es el soldado a su derecha. "Fue la primera vez que me dirigió Abrams. También lo hizo cuando el General Hux se vuelve hacia sus hombres durante el ataque rebelde y dice: 'Lance todos los escuadrones'. El primero que sale de pantalla soy yo, con un distintivo de oficial", cuenta.
En Rogue One es más difícil localizarle, pero afirma que está en todas las escenas donde hay soldados imperiales y tuvo sensación de participar mucho más. "Imposible saber dónde estoy. Yo aún no me he descubierto, y la he visto siete veces", asegura. Como fan, le gusta más el spin off que el episodio VII.
"YO SOY TEAM FELICITY JONES"
De las dos nuevas protagonistas, Santana se inclina también por la de Rogue One: "Yo soy Team Felicity Jones, en vez de Team Daisy Ridley. Nos parecía muy guapa, tan tierna... Me despertó un amor platónico cuando la vi en La teoría del todo, su personaje es maravilloso".
Otros dos actores de la cinta le impresionaron. "Ben Mendelsohn (Krennic) soltaba las frases de forma diferente en cada toma. Es algo maravilloso para el editor", recuerda. Y cuando coincidió de nuevo con Mads Mikkelsen (Galen Erso) en Doctor Extraño, en la que Santana hacía de doble de uno de los ayudantes del malo, se reafirmó en lo que ya pensaba: "Es el actor más grande que he visto".
Con quien más habló en El despertar de la Fuerza fue con Anthony Daniels (C-3PO), ya que al actor le gustó que le reconociera porque nadie más lo hacía. "Se probó mi casco y dijo: 'Coño, qué bien ven'. No me imagino cómo ve él, porque yo me caí y me fracturé el codo. Un regalo de Star Wars. No me lo curé, me habría tenido que ir del rodaje", explica.
De las nuevas estrellas recuerda sobre todo a John Boyega (Finn), que le recomendó "la academia en la que yo me convertí en actor, la Identity School of Acting, porque fue la suya". A los demás los define en pocas palabras: "Adam Driver (Kylo Ren) es un actor de método, muy metido en el papel; estaba siempre retraído, muy serio. Daisy Ridley (Rey) me pareció bastante tímida. Oscar Isaacs (Poe Dameron) me parece un actor cojonudo pero tuvo muy poco papel. Gwendoline Christie (capitana Phasma) es muy profesional, nada dada al colegueo. Era nuestra jefa, una tía de armas tomar, impresionaba".
El gran hito para Santana es haber conocido a Harrison Ford: "Nunca olvidaré cuando rodamos el ataque al castillo de Maz Kanata. De repente, lo vi; me temblaban las piernas, la baba me colgaba, estaba viendo a mi ídolo. Nos habían dicho que nos controláramos, pero yo no dejaba de mirarlo. Al final se dio cuenta y me dijo: '¿Estás bien, hijo?'. Le estreché la mano, diciéndole que era un sueño hecho realidad". Antes de saludarlo, admite que "intimidaba y no invitaba a decirle nada" en el set.
¿ESTARÁ EN 'LOS ÚLTIMOS JEDI'?
Sobre si estará en el episodio VIII, Los últimos jedi, no suelta prenda. "No puedo decir nada de nada. Me cortan la cabeza. Hasta que no se estrene, no puedo decir 'esta boca es mía'. Me podría llegar un toque de alguna alta esfera. Son muy herméticos", lamenta.
Aunque se le conoce por la saga galáctica, ha aparecido en más superproducciones. Sale en Wonder Woman haciendo de soldado turco. Hizo de masajista de Motorola para The Program. En Misión Imposible 5 es un agente de la CIA. También hizo de doble de Miguel Ángel Silvestre en Sense8, la serie de Netflix.
Santana se ha trasladado a Madrid para dejar atrás los papeles de extra y doble y desarrollar su carrera como intérprete. "Para mí, ser stormtrooper ya no funciona. Como actor, busco algo diferente. A un director de casting no le puedes poner escenas con casco. Si eres actor, tienes que trabajar de ello. Si eres extra, sólo eres eso. Es un negocio muy superficial", revela.
Actualmente se le puede ver en una obra de microteatro llamada Crush en La escalera de Jacob de Lavapiés (Madrid). En 2018 se muda con su novia a Los Ángeles (EEUU) para tratar de conseguir su sueño: convertirse en actor de Hollywood. "Estoy a punto de meter la cabeza en algo grande", considera. ¿Su espina clavada? "Poder hacer un papel en El Ministerio del Tiempo. Me encantaría".