Le Pen abandona la presidencia del Frente Nacional para ganar más votos
Su renuncia es temporal.
La ultraderechista Marine Le Pen ha dado un giro de 180 grados a la campaña francesa al anunciar que se aparta temporalmente de la presidencia de su partido, el Frente Nacional (FN).
Su movimiento, de pura estrategia política, surge con el fin de ensanchar su base electoral y hacer frente al socioliberal Emmanuel Macron, su rival en las presidenciales del 7 de mayo.
"Creo que es indispensable apartarme de la presidencia del FN. Esta noche, no soy la presidenta del FN, soy la candidata a las presidenciales, una candidata que desea unir a los franceses en torno a su proyecto de esperanza, de prosperidad, de seguridad", ha señalado en una entrevista al canal televisivo France 2.
La eurófoba y proteccionista Le Pen atribuyó su decisión a la necesidad de sentirse "más libre", sin estar "bajo consignas de partido".
La intención de Le Pen es la de ganar votos en general y arañar papeletas procedentes del electorado de izquierda. El discurso populista de la francesa —prioridad en las contrataciones a los nacidos en Francia, aumento de salarios...— ha calado en la clase obrera, ya sin referente tras la caída de Jean-Luc Mélenchon.
La candidata ultraderechista, que anoche pasó a la segunda de las presidenciales con el 21,43 % (7,6 millones de votos), por detrás de Macron (8,6 millones de votos, 24,01 % de los sufragios), aún no ha obtenido respaldos públicos de peso político.
Todo lo contrario que Macron, quien ha logrado el apoyo del presidente de Francia, François Hollande, de líderes del partido de centro-derecha Los Republicanos y del gobernante Partido Socialista (PS).
Las encuestas da como favorito en la segunda vuelta Macron, que lograría en torno al 60% de los votos, frente al 40% de Le Pen.