Ignatius Farray: "Tengo ganas de ir a la cárcel"
Ignatius Farray, Miguel Esteban y Raúl Navarro presentan la 2ª temporada de 'El fin de la comedia'.
El fin de la comedia es una anomalía. Una sucesión de despropósitos llevaron a Ignatius Farray, a Miguel Esteban y a Raúl Navarro a concebir una de las series más aclamadas de España, que contra todo pronóstico —dicho por sus propios autores— ha tenido una segunda temporada en Comedy Central.
Firmas de gente de Nueva York en despachos muy importantes han posibilitado esa segunda temporada. No lo digo yo, lo dice Miguel Esteban, uno de sus creadores.
La ficción —que narra cómo es el día a día de Ignatius Farray— se llama El Fin de la Comedia pero en realidad lo que transmite Ignatius Farray es dolor, tedio y desasosiego. "Empieza donde termina la comedia", asegura Raúl Navarro, guionista de Andreu Buenafuente.
La inspiración para elaborar los capítulos viene de lugares muy diversos. Sus creadores no ocultan que en un principio el cómico estadounidense Louie CK fue uno de los referentes más importantes. Un tipo de comedia de estilo anglosajón —representado en serie como Portlandia o Curb your enthusiasm— que no busca hacer reír y que trata de llevar al espectador al límite de sus emociones.
Este tipo de series nacen con una libertad absoluta. El guión permite que cada episodio pueda beber de distintos estilos. Tanto Esteban como Navarro se inspiran en la filosofía Louie —historias que no terminan, tramas en las que no hay un cierre— y que cada episodio sea algo distinto.
Esa visión de cada capítulo es una pequeña película que dura 25 minutos y que aborda distintos estilos cinematográficos dentro de la trama. "El algunos episodios, con guiones más cerrados y con una estructura circular, sí nos parecemos más a Larry David", afirma Miguel Esteban.
En Estados Unidos hay una tradición de cómicos que se representan a sí mismos. Aunque en las últimos años parece que —sobre todo los humoristas negros— tienen el deber de empezar haciendo stand up —monólogos— y de acabar haciendo de policía gracioso con una pistola en la mano en alguna saga de acción.
Todos los episodios se basan en las vivencias de los tres creadores. "Hay cosas que me han pasado a mí y cosas que le han pasado a ellos. La idea inicial es la honestidad de respetar la naturalidad de las situaciones sin subrayar los chistes", afirma el cómico protagonista.
Ignatius es uno de los cómicos del momento en España. "Lo pillamos ante de que fuera un tótem, ahora no podríamos pagarle", dice entre risas Esteban. Sus apariciones en Late Motiv y sus comentarios en el programa de la cadena SER La vida moderna corren como la pólvora en Twitter y Facebook. "Por eso, esta nueva temporada tiene que tratar sobre su paso por esos espacios. Partimos de su realidad y nos adaptamos a lo que él está haciendo", asegura Navarro.
En cuanto a los límites del humor, los tres cómicos consideran que en España se está viviendo una cacería contra ellos. "No sería raro que nos dieron un toque a nosotros", dice Ignatius en referencia a su programa en la SER que ha llegado a ser analizado por Antonio García Ferreras en Al rojo vivo (laSexta). Asegura que en la radio alguna vez le han dado un toque por decir demasiado la palabra "semen". "El límite del humor de la SER es la palabra semen", suelta con una carcajada Miguel Esteban.
Esto no ocurre en Estados Unidos, donde es normal hacer chistes sobre grandes tragedias como el 11 de septiembre. El propio Louie tiene un monólogo en Saturday Night Live hablando de la pederastia y su nuevo show —que se puede ver en Netflix— habla de la muerte, el aborto o el suicido.
Mientras, en España Dani Mateo y El Gran Wyoming han sido procesados por una pequeña chanza sobre el Valle de los Caídos. "La ofensa me parece normal. Pero es que han admitido a trámite una demanda contra dos personas que leen un cue", asegura Navarro. "No saben que hay guionistas detrás de esto", apostilla Ignatius.
Farray considera que si a él le ocurriese algo parecido habría un contexto social que lo apoyaría: "Tengo ganas de ir a la cárcel".
Esperemos que eso no suceda.