El músico italiano DJ Fabo, ciego y tetrapléjico, muere en Suiza por suicidio asistido
El italiano Fabiano Antoniani, tetrapléjico y ciego, falleció el lunes en una clínica de Suiza en la que se sometió al suicidio asistido tras continuos e infructuosos llamamientos para que su país permita la eutanasia, algo que ha reabierto el debate al respecto. Fabo, apodo que utilizaba en su época de disc-jockey, falleció en una clínica de Zúrich, informó en Twitter Marco Cappato, del Partido Radical y presidente de la asociación Luca Coscioni para la "libertad de escoger de principio a fin", quien acompañó al enfermo a Suiza.
"Fabo ha muerto a las 11.40. Ha elegido marcharse respetando las reglas de un país que no es el suyo"', dijo Cappato, para subrayar después que la voluntad del enfermo era morir en su país. Al día siguiente, el miércoles 28, Cappato se entregó en el cuartel de los Carabinieri en Milán. Puede enfrentarse a más de cinco años de cárcel.
Fabiano Antoniani, de 39 años y apasionado por la música y el deporte, había trabajado como operador bursátil y DJ en distintos países del mundo hasta que en 2014 quedó tetrapléjico y ciego tras sufrir un accidente de tráfico cerca de Milán. Desde entonces había dirigido numerosos llamamientos a las autoridades, como al presidente de la República, Sergio Mattarella, para que se apruebe una ley sobre la eutanasia, pero sus peticiones no fueron atendidas.
También en Twitter se difundió una grabación en la que Antoniani se despedía: "He llegado finalmente a Suiza y lo he hecho por desgracia con mis propias fuerzas y no con la ayuda de mi Estado", denunció. Según la agencia de noticias France Press, al menos 150 ciudadanos italianos decidieron morir en Suiza en 2016.
La asociación Luca Coscioni dijo que ahora "Fabo es libre y la política ha perdido" y advirtieron de que "el exilio de la muerte es una condena incivil" pues "el deber del Estado es asistir a sus ciudadanos, no obligarles a refugiarse en soluciones ilegales". El Código Penal italiano pena con entre cinco y doce años de reclusión a quien "determine o refuerce el propósito de suicidio de terceras personas o agilice de cualquier modo su ejecución".
El Parlamento de Italia ha pospuesto por tercera vez en dos meses el estudio de un proyecto de ley que, entre otras cosas, establece que cualquier mayor de edad, ante una futura incapacidad, pueda rechazar un tratamiento médico e incluso la nutrición y la hidratación. Después de que el texto fuera nuevamente retrasado, Fabo dijo que era "verdaderamente una vergüenza que ningún parlamentario tenga el valor de dar la cara por una ley dedicada a las personas que sufren". Unos enfermos que Fabo consideraba "esclavos de un Estado que obliga a acudir al extranjero para liberarnos de una tortura insoportable e infinita".
Este caso ha reabierto el debate público en Italia entre quienes consideran que se debe dar respuesta a estos supuestos de hecho y quienes por contra rechazan de plano esa posibilidad. El secretario de Izquierda Italiano, Nicola Fratoianni, dijo que se avergüenza de un país "incapaz de dar dignidad y libertad a quienes piden autodeterminación" y la diputada del gubernamental Partido Demócrata, Marietta Tidei, dijo que el caso de Fabo "impone aprobar lo antes posible la ley sobre el fin de vida".
Monseñor Vincenzo Paglia, presidente de la Pontifica Academia para la Vida, dijo a Il Corriere della Sera que esta derrota es "amarga" para quien se rinde y para "una sociedad que se resigna a la impotencia". Por otro lado, Filomena Gallo, de la asociación del Partido Radical, recordó que su compañero Cappato podría ser condenado hasta a doce años de cárcel por acompañar a Fabo a Suiza para que se sometiera al suicidio asistido.