Niñas que parecen mujeres: el sexismo y la hipersexualización en los disfraces de Carnaval

Niñas que parecen mujeres: el sexismo y la hipersexualización en los disfraces de Carnaval

Que el sexismo sigue presente en muchos aspectos de nuestra vida cotidiana es algo que cualquiera que se pare a mirar a su alrededor percibe. No hay más que echar un vistazo a las series de televisión, algunos medios de comunicación, la publicidad de algunas empresas, el mundo del deporte... O incluso a los disfraces de Carnaval.

Esta discriminación puede resultar peligrosa hasta el punto de afectar también a las niñas pequeñas. Las alarmas saltaron hace unos días al publicarse una foto de un disfraz de un bazar madrileño en el que se vendían trajes de "enfermera sexy" para niñas de 4 a 6 años. La modelo de la foto es una menor en una clara posición de seducción como si su cuerpo fuese el de una mujer. Facua denunció ante la Fiscalía la venta del disfraz, ya que considera que hay una hipersexualización de la joven.

Pero hay a quien esta imagen no le sorprende a primera vista. Esto no es de extrañar, teniendo en cuenta cómo son la mayoría de los disfraces típicos de Carnaval para adultos. Si alguien quiere hacer una lista de roles y estereotipos de género enraizados en las sociedades, no tiene más que ir a una tienda y observar la diferencia entre unos y otros disfraces: todos los de chicos tienen su versión sexy para las chicas. Ellos son vaqueros, futbolistas, curas... Y ellas son vaquera sexy, futbolista sexy, monja sexy. Además, estos disfraces para mujeres se presentan en muchas ocasiones de manera vejatoria y discriminatoria. De forma que siempre aparecen mostrando su cuerpo lo máximo posible y de manera sensual, muy lejos de las verdaderas profesiones que quieren representar.

Tacones, trajes apretados, escotes descomunales, poses sensuales... ¿Alguien se imagina los mismos disfraces para un hombre? Algunas de las diferencias son evidentes...

NIÑAS QUE PARECEN MUJERES

El problema no es sólo que esto lo luzcan mayores de edad, sino que estas pautas afectan también a los más pequeños. Los roles de género contribuyen a que los niños crezcan encasillados en estos estereotipos hasta el punto de representarlos desde edades muy tempranas. Las niñas han entrado en un mercado de consumo muy pronto y se explota su sexualidad hasta ser mostradas como mujeres adultas cuando algunas no llegan a la edad de poder decidir por ellas mismas lo que quieren ponerse o cómo quieren ser.

Esta hipersexualización no es más que una manera de vender productos, tanto para niños como para adultos. Pero resulta muy peligroso, ya que condiciona el desarrollo y crecimiento de las más pequeñas y puede derivar incluso en problemas de alimentación o extrema delgadez.

"Esto resulta un problema grave", asegura la terapeuta y bloguera de Mente Libre Elena Mayorga: "Después nos sorprendemos cuando vemos un repunte machista en la adolescencia". Considera que hay una "vuelta a la misoginia al usar a la mujer como objeto desde niña".

"TAMBIÉN ES VIOLENCIA DE GÉNERO"

"Si desde pequeñas las visten sexy, las niñas pasan a ser un objeto de consumo", asevera. Y se acuerda de aquellas "que se han esforzado de verdad para ser policías, médicos, enfermeras...", lamentando que "ahora se las represente así, que se reduzca a ser sexis". Relaciona con esto también el "boom de las princesas Disney, que por mucho que intenten ponerlas como mujeres liberadas, no se autorrealizan y acaban dependiendo del amor romántico. Ese mensaje es una bomba".

Mayorga considera que son pasos hacia atrás: "Hemos ganado posiciones desde los años 60 y 70 y, ahora, con este tipo de cosas, nos vuelven a reducir". Este es el modelo que venden a las niñas, según la terapeuta, pero "también depende de lo que compren los padres". Considera que se trata de "un tipo de violencia de género, el hacer creer a una niña que es un objeto". Critica, además, que esto es caldo de cultivo para el maltrato: "Cuando te tratan como a un objeto desde pequeña es grave, ya que puedes dejarte manipular, dominar o chantajear".

"UNA INVOLUCIÓN EN LA IGUALDAD"

En este sentido, la psicóloga del Grupo de Sociología de la Infancia y la Adolescencia Heike Freire, considera también que "se está produciendo una involución en la igualdad en general y en la educación de género en particular". "Niñas y niños tienen ahora mucha más presión social para seguir los estereotipos: la mayor parte de los objetos que poseen e incluso de los entornos donde se mueven y las actividades que realizan están diferenciados por género", añade.

Pero Freire advierte de que "no hay que demonizar solo a determinados agentes, como las grandes marcas, los supermercados, la moda o las redes sociales. Todos tenemos parte de culpa". A pesar de que cada vez hay más personas concienciadas con esto, sigue sin haber formación en Igualdad en los colegios y, este año, el Gobierno ha suprimido las subvenciones para estudiarlo en las universidades.

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