Déficit: Barato lo vendes, Rajoy
El candidato a la presidencia del Gobierno presume de que vamos a necesitar ahorrar poco para cumplir con Bruselas, "si los ingresos van bien". Pero a Mariano, que lo vende barato, los datos le rebaten el optimismo. La cosa empieza a ir un poco menos bien y este tercer trimestre el PIB ya comienza a moderar su crecimiento. Por el momento, una décima menos que el periodo anterior, pero las perspectivas futuras ruedan cuesta abajo.
Dice el todavía presidente en funciones que, si esto marcha, igual Bruselas se conforma con un recorte inferior a los 5.500 millones de euros que le pide ahorrar a España para ajustar el déficit al 3,1% en 2016 al 2,2% en 2017. Pero esto empieza a flojear.
Los economistas consultados por El Huffington Post aseguran que, una España que crece principalmente porque los ciudadanos gastan más, el principal motor español en el tercer trimestre del año, es un pozo seco, mientras que un crecimiento impulsado por políticas de inversión es un manantial fértil. Pero en el Gobierno hacen como si no supieran de qué va el tema.
Mientras que el Gobierno en funciones habla de un ajuste de 5.500 millones, los economistas apuntan el tiro a un mínimo de 10.000 millones de euros menos en 2016 para cumplir los objetivos de déficit y fuentes más pesimistas calculan una rebaja de hasta 20.000 millones de euros. Si además el PIB cae, los recortes no va a haber quien los evite.
Bruselas ha pedido al Gobierno unos presupuestos reales. “Los de 2016, prorrogados, ya son presupuestos ficticios que presumen unos ingresos falsos y fijan un gasto, también incierto y que se ha disparado por culpa del déficit electoral”, explica Carles Manera, catedrático de Historia Económica de la Universidad de las Islas Baleares.
RECORTES, SÍ
Por lo tanto, recortes: Sanidad, Educación y servicios sociales serán las partidas que más adelgazarán en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2017. Y es que, como dice Santiago Carbó, “la realidad económica es cabezona”.
El director de Estudios Financieros de Funcas admite poco margen para cambiar la estructura de los presupuestos, por lo que recomienda al Gobierno concentrarse en generar ingresos y gastar con cabeza, en lugar de recortar, recortar y recortar. “La inversión es la pieza seminal del crecimiento”, resume coincidente Carles Manera.
Los economistas ven muy probable que en los próximos consejos con las comunidades autónomas el Gobierno centrifuge el déficit. “Con lo que parece claro que serán las autonomías las que apechugen con los recortes”, señala preocupado el catedrático balear.
Bruselas no mide cómo, sino cuánto. Y, en una carta remitida ayer al Gobierno español, el presidente de la Comisión Europea para el Euro, Valdis Dombrovskis, y el comisario de Economía y Finanzas, Pierre Moscovici, recordaron a España que, aunque cumpla con el objetivo de reducción de dos décimas del déficit para este año, por debajo del 4,6% comprometido, el próximo ejercicio el desvío se quedará medio punto por encima de lo deseado, en un 3,6%. Este medio punto porcentual de diferencia son esos 5.500 millones de euros, que Mariano Rajoy todavía ve posible reducir. Efluvios.
MALDITO 2017
Y el problema no es 2016, sino 2017, cuando Bruselas va a mirar con lupa porque es un año clave para avanzar hacia equilibrios presupuestarios más sostenibles. "España crecerá menos el año próximo y aún menos crecerá también la economía internacional en un periodo decisivo para evitar una nueva recesión", aventura Carles Manera.
Mientras Europa sigue manteniendo tipos de interés negativos, la esperada subida en Estados Unidos empeorará la capacidad adquisitiva de países emergentes que son compradores de productos europeos. La lenta subida de los salarios en Alemania perjudicará también a la economía española. Nada de esto nos viene bien. Y aún faltaba nombrar al rey de la Corona, el Brexit, cuyo efecto sobre el turismo será menor en 2017, para cuando la mayoría de plazas hoteleras ya están vendidas y no meteremos al bolsillo una libra de más, y mayor en 2018. Maldito, 2017. ¿Espera una nueva recesión mundial a la vuelta de la esquina?
CAÑA A ESPAÑA
La teoría dice que el déficit se corrige bien recortando gastos, bien aumentando impuestos. Rajoy le tuerce el gesto a una y otra vía. Pero Moscovici mete caña a España y le requiere un esfuerzo de corrección fiscal, además de recortes. Para cumplir con el ajuste, las modificaciones en el Impuesto de Sociedades no bastan. La cosa es más gruesa que lo que nos quieren vender. En medio de las presiones de Bruselas para reducir el déficit, Rajoy prometió una rebaja fiscal. “No subiremos los impuestos”, dijo. No los directos, pero el IVA lo van a tocar y bien, como por otro lado también pide la UE, porque además urge llenar las arcas del Estado.
“Cuando tienes un problema de déficit”, subraya Carles Manera, “es imposible no subir impuestos”. Los últimos datos de presión fiscal de España muestran que su nivel es reducido, inferior en un punto respecto a la media de la OCDE y en siete respecto a la UE (muy alejado de los países nórdicos, más de 12 puntos, de los principales países de referencia, e incluso inferior a los niveles de Grecia). Margen queda, pero sólo si baja el paro y se dignifican los salarios. Porque los bolsillos de la clase media le ponen caras a los impuestos. De las feas, además.
España que salvó los muebles de milagro porque la Comisión le perdonó la multa por incumplimento, sensible al bucle electoral perenne que parece poder cerrarse por fin este sábado noche. En cuestión de deuda, al futuro presidente del Gobierno de España todavía le falta por aclarase en el suma y resta y descifrar de dónde pretende sacar el dinero que le pide Bruselas.