Un lesionado medular denuncia el trato que recibió en un proceso de selección
Óscar Jiménez recorrió hace un año 700 kilómetros del Camino de Santiago en silla de ruedas. Pero parece que, para algunos, sigue sin ser válido para un trabajo en el que su discapacidad no importa.
Este hombre de 34 años publicó el viernes una queja en Twitter que ha tenido repercusión en la red social. Entró en un proceso de selección para gestionar las redes sociales de dos empresas. Todo iba bien. En la compañía le habían asegurado que tenía las cualidades que buscaban, que prácticamente era el candidato perfecto. Pero todo se torció cuando dijo que era lesionado medular.
Óscar, residente en la localidad barcelonesa de Sant Sadurní d’Anoia, afirma que no quiere quedarse estancado. Que, aunque ahora está cobrando una pensión, no quiere seguir siendo pensionista toda la vida. Así que empezó a buscar trabajo en varias plataformas, entre ellas Job Today. Allí vio un chat, lo abrió y se presentó. “Me dijeron que les gustaba mucho, que tenía todas las cualidades”, recuerda.
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"VENGA, HASTA LUEGO"
Entonces le citaron en las oficinas de la compañía, en Barcelona, y fue cuando todo cambió. Preguntó a la empresa si el lugar era accesible o si tenía ascensor. “Me respondieron: ‘Bueno, ¿y eso qué más da?’. Les dije: ‘Hombre, soy usuario de silla de ruedas, soy lesionado medular’. Y me dijeron: “Ah, pues no entras en nuestras candidaturas ya. Venga, hasta luego”. Y me bloquearon directamente. Fueron 10 minutos de conversación, no fue más”, asegura.
Dice que les contestó con un simple: “¿Perdona?”. Pero ya fue inútil. Lo siguiente que vio fue un mensaje que decía: “El usuario te ha bloqueado”. Óscar asegura que la plataforma Job Today se ha portado “genial”, que se pusieron en contacto con él y eliminaron al perfil de la compañía. “A través de los datos que tienen saben quiénes son y no van a poder publicar nunca más”, celebra.
Con todo, Óscar admite que se enfadó mucho. “La gente se piensa que la silla de ruedas la llevamos en la cabeza. Y no, la llevamos en el culo. Somos muy aptos para muchísimas cosas. Tengo una lesión medular, no un problema mental. Eso, en tal caso, lo tienen ellos cuando deciden no coger a una persona con discapacidad”, subraya.
"VAMOS MAL, MUY MAL"
Aunque admite que es la primera vez que le sucede algo así, recuerda una experiencia similar que ha sufrido. “Yo tenía un conocido que había montado una empresa y estaba loco detrás de mí para contratarme para una oficina. Eso era antes de que yo acabase en una silla. Luego ya no he sabido nunca más de él”, indica.
Insiste en que, así, los empresarios ponen más trabas a algo que no es sencillo: reciclarse tras acabar en una silla de ruedas. En su caso, él era maquinista de excavaciones. Un oficio que no puede ejercer desde 2012, cuando entró en un quirófano del Hospital Comarcal de l’Alt Penedès para operarse de una hernia discal. Según su relato -el caso se está investigando judicialmente- durante la intervención le reventaron el saco dural, “que es donde va el líquido cefalorraquídeo”, y terminó en una silla de ruedas.
“Yo no me pensaba que estuviéramos tan atrasados. Es jodido. Vamos mal, muy mal, en la edad de piedra”, asegura mientras insiste en que él no es ni menos ni más que nadie por ir en silla de ruedas. “Uno se recicla para trabajar, no para que te contraten porque tienes una discapacidad y den a la empresa una bonificación. Yo quiero ser igual que otro, ni más ni menos”. Parece que aún hay mucho camino por recorrer.