La cama como espacio de almacenamiento: ¿es una buena idea?
Por muchos armarios que tengamos en casa nunca parecen suficientes. En la búsqueda de nuevos espacios para almacenar, la cama parece un lugar idóneo, ya que en la parte inferior disfruta de un hueco —casi siempre—infrautilizado que permite guardar elementos voluminosos y queda totalmente oculto. Precisamente por eso, cada vez son más los modelos de cama que incorporan elementos como arcones abatibles o cajones. Tres organizadoras profesionales —María Gallay, directora de Organización del Orden; Adelaida Gómez, directora de Orden Studio y Silvia Llorens, cofundadora de AorganiZarte— responden sobre la efectividad e idoneidad de aprovechar este espacio.
Una cama doble ocupa mucho espacio en el conjunto de la habitación y rentabilizar el hueco bajo ella parece una excelente opción (a priori), aunque hay que tener en cuenta una serie de factores al hacerlo.
"Si consultamos las teorías del Feng shui nos dirán que nunca guardemos nada bajo las camas, pero probablemente el que inventó el Feng shui no vivía en pisos con tan poco espacio como el que tienen hoy día muchas viviendas", apunta Silvia Llorens, cofundadora de AorganiZarte. "La clave está en que lo guardemos bajo las camas esté ordenado y organizado y que no acumulemos nada que no nos haga realmente falta", añade.
María Gallay, directora de Organización del Orden, se muestra también partidaria de sacar partido a este hueco, aunque sólo "si en la casa no hay suficiente espacio para almacenaje en los armarios. Me vale que se utilice para almacenar el edredón de invierno de esa cama durante el verano, los juegos extras de toallas o las maletas, pero no ropa de cama en general de varios tamaños, que no encontraremos cuando la necesitemos"; algo en lo que coincide con Adelaida Gómez, directora de Orden Studio.
Las ventajas que ofrece este espacio a la hora de guardar son muchas, aunque también plantea posibles inconvenientes. "Uno de los puntos fuertes es que se puede coger una maleta o hacer el cambio de temporada sin tener que desplazarse al trastero o tener que subirse a una escalera para poder acceder a un altillo", dice María Gallay. Sobre los puntos débiles apunta "la acumulación de polvo si las cajas no son las adecuadas y perder la noción de lo que se almacena porque está siempre tapado".
En esto último, se muestra de acuerdo Silvia Llorens, para quien el único inconveniente está relacionado con la comodidad de acceso a lo guardado, aunque apunta que "tiene fácil solución con cajones o contenedores que se deslicen fácilmente".
Adelaida Gómez apunta como posible obstáculo "el precio de equipamientos como los canapés con cajones o arcones, en caso de no tener mucho presupuesto aunque, por lo demás, solo le veo ventajas al almacenaje bajo la cama".
¿QUÉ GUARDAR?
La capacidad del hueco bajo la cama es innegable pero, ¿resulta adecuada para todo tipo de cosas? "Puesto que es una zona de acceso limitado, siempre hay que intentar guardar cosas en ella que no se vayan a usar a diario, como ropa de otra temporada, mantas, disfraces, material eléctrico, zapatos que no se usen habitualmente o, como en mi caso, ropa blanca", responde Silvia Llorens, de AorganiZarte; algo en lo que también coincide María Gallay, que apunta también "elementos voluminosos como los edredones, ropa de abrigo o maletas y bolsos".
"Dada la evolución en practicidad y precio de los somieres-arcón en los últimos años, como organizadora, cuando un cliente va a cambiar su cama, le propongo que valore esta opción", dice María Gallay, que apunta varios argumentos a favor de éstos: "se abren fácilmente y se mantienen abiertos con seguridad. Además, se aprovecha todo el espacio bajo la cama. Es casi como un armario en horizontal. Por otro lado, son prácticamente estancos: al bajar la tapa no entra polvo; y se pueden compartimentar con cajas/fundas con cremalleras o abiertas que permiten ordenar fácilmente e ir guardando diferentes cosas en diferentes zonas, sin tener que apilar cajas".
El único lugar en el que ninguna de las tres organizadoras consultadas recomienda una cama tipo arcón es en el dormitorio infantil. "Un somier-arcón no debería contener juguetes que el niño quiera coger por el peligro que supone el que intente abrirlo y pueda quedarse dentro. Desde luego, es un espacio a aprovechar, pero me inclino más bien por guardar sólo cosas que le resulten aburridas, como ropa o lencería de cama o accesorios de bebé, en caso de no tener otro espacio para ello", resume María Gallay.
"Los juguetes de los niños deben estar accesibles, lo que les ayuda a mejorar su autonomía y autoestima y permite a los padres ir encomendándoles responsabilidades de forma gradual", apunta Adelaida.
Otra cosa son los cajones integrados en algunos modelos de camas, que ofrecen un acceso más fácil a los pequeños de la casa. En cualquier caso, tal como dice María Gallay, "si se trata de cajones de su propia cama, hay que considerar la edad, la fuerza y habilidad del niño para abrir y cerrar, o si necesita la ayuda de un adulto. Si el caso es el segundo, no sirve para los juguetes preferidos, sino para cajas o juegos que se sacan sólo cuando hay amigos, por ejemplo. En todo caso hay que priorizar seguridad antes que aprovechamiento".
De forma similar se manifiesta Adelaida Gómez, que menciona también la cuestión de posibles pequeños accidentes, como pillarse los dedos con la estructura y que, en términos generales, asegura que no pondría nada bajo la cama de un niño, "salvo en el caso de que tengamos un problema de espacio que no podamos solucionar de ninguna otra manera".
Más allá de los muebles con espacio de almacenaje, tanto para guardar juguetes como cualquier otro tipo de piezas, hay toda clase de cajas con o sin tapa, con y sin ruedas, etc. Antes de decidirse por unas u otras se deben tener en cuenta algunos consejos. "Antes de comprar: observar con qué juguetes juegan los niños y cuáles no tocan y, a partir de ahí, evaluar las opciones según el presupuesto y el espacio disponible", indica María Gallay. En todo caso, asegura que antes de comprar nada, "hay que considerar las ventajas de revisar, contar y clasificar los sobrantes para ganar espacio y capacidad de gestión. Además, es la mejor manera de enseñarles a ser conscientes de la cantidad de cosas que tienen".
Silvia Llorens añade otros consejos al respecto. "Todo lo que guardemos debe hacerse en contenedores amplios, preferiblemente con ruedas o que se deslicen con facilidad. Y, si no quieres que se vean siempre se puede vestir la cama con faldones que lleguen hasta el suelo".
Adelaida Gómez apunta como truco el clasificar la ropa de otras temporadas por prendas y etiquetar cada una de las cajas o fundas con su contenido "para evitar perder tiempo a la hora de buscar alguna cosa".
Tradicionalmente, uno de los argumentos en contra del almacenaje bajo la cama ha sido la dificultad de limpieza de este espacio, pero eso está cambiando. "Al tratarse de espacios dentro de la cama o cajas con tapa, no suelen acumular mucha suciedad, lo que no quiere decir que no haya que limpiarlos", asegura Adelaida Gómez. También hace hincapié en la importancia de "devolver las cosas siempre al lugar asignado una vez usadas para mantener el orden".
"En el caso del somier-arcón o los cajones integrados nos ahorra trabajo, aunque puede ser un poco difícil aspirar detrás del cabecero porque pesan bastante cuando están llenos —puntualiza María Gallay—. Además, en el caso de las cajas o cajones con ruedas, hay que hacer un esfuerzo porque no se puede aspirar adecuadamente entre ellos y parece que todas las pelusas de la casa son atraídas especialmente hasta allí. No hay más remedio que quitarlas para limpiar".
"Este espacio requiere el mismo mantenimiento que cualquier otra zona que no se use habitualmente", concluye Silvia Llorens, que no pierde oportunidad de recordar que "es importante de vez en cuando hacer revisión, organizar lo que hay dentro y asegurarse de que lo que se mantiene se quiere realmente. Si no, es mejor donarlo o regalarlo a alguien que vaya a hacer uso de ello".