Por qué no deberías cortarte las cutículas

Por qué no deberías cortarte las cutículas

Cuando vamos a hacernos la manicura nos da un escalofrío cada vez que nos preguntan si queremos que nos corten las cutículas. En el fondo, sabemos que no deberíamos, pero ver esos padrastros que adornan nuestras uñas hace que acabemos cortándonos las cutículas para poder lucir una manicura de portada de revista.

Después nos arrepentimos de esa decisión irracional cuando nos damos cuenta de que tras unos días volvemos a tener las cutículas secas y con padrastros.

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Entonces, ¿cuál es la función de las cutículas?

Según Dana Stern, dermatóloga y especialista en uñas, la cutícula es la protección natural de la uña. Evita que penetren en ella el agua, la humedad o los organismos. "La cutícula cubre la parte más importante de la uña, la matriz. Cualquier alteración del área de la cutícula (cortarla, morderla, tirar de ella) puede afectar a la matriz y provocar irregularidades en la uña (depresiones, rugosidades, decoloración)", explica.

"La piel es el órgano más grande del cuerpo y la cutícula es la última defensa de la uña, que actúa como barrera protectora evitando que penetren las bacterias en el interior de la uña", añade la famosa manicurista Deborah Lippmann.

Cuando las bacterias penetran en los pliegues de la uña a través de la cutícula, pueden acabar provocando una infección conocida como paroniquia aguda. Según la dermatóloga, este tipo de infecciones tiene que tratarlas un especialista y lo más probable es que el paciente necesite tomar un antibiótico.

Si la humedad penetra en la uña a través de una barrera dañada, la piel que rodea a la cutícula se pondrá roja, se hinchará y será susceptible de desarrollar una infección por hongos, explica Stern. Este caso se conoce como paroniquia crónica. La uña crecerá de una manera anormal si la cutícula continúa dañada.

Cortar la cutícula facilita la aparición de bacterias e infecciones y puede dañar la uña. En vez de cortarla, empújala hacia atrás.

Stern recomienda utilizar un paño para empujar las cutículas después de una ducha o de lavarse las manos con agua caliente. También advierte sobre los productos para quitar cutículas, ya que dañan la barrera protectora porque suelen contener "materiales alcalinos que destruyen la queratina".

Seguir una rutina de cuidado de cutículas efectiva te ayudará a prevenir y a tratar los padrastros.

"Lima, pule y empuja las cutículas", explica Lippmann. "Y después hidrata, hidrata e hidrata. Utiliza aceite hidratante para cutículas y crema para manos".

Para mantener las uñas en forma, Lippmann aconseja seguir estos pasos por la noche. "Inmediatamente después, ponte una toalla caliente sobre las manos para que absorban todos los nutrientes. Además, sienta genial", añade.

Para tener unas uñas sanas hay que cuidarse.

Uno de los consejos de belleza de Lippmann es beber mucha agua. "La hidratación, además de ser muy importante para la piel, también es beneficiosa para las uñas y las cutículas", asegura.

Este artículo fue publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido adaptado del inglés por Lara Eleno Romero.

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