Al menos 69 muertos y más de 300 heridos en un atentado suicida en Lahore
Al menos 69 personas han muerto y 300 más han resultado heridas en el atentado perpetrado este domingo en el parque infantil Gulshan e Iqbal (en Lahore, capital de Pakistán), que en esos momentos estaba abarrotado al tratarse de un día festivo.
El elevado número de víctimas se debe a las celebraciones de Pascua entre la comunidad cristiana, por la que muchas familias estaban paseando y haciendo picnics. El ataque ha sido reivindicado por el grupo islamista talibán Tehreek-i-Taliban Pakistan Jamaatul Ahrar (TTP JA), según varios medios locales.
"Reclamamos la responsabilidad del ataque contra los cristianos que celebraban la Pascua", dijo un portavoz de los terroristas al diario paquistaní The Express Tribune.
La organización terrorista indicó que este atentado forma parte de una serie de operaciones bautizadas como "Saut-ul-Raad" (la voz del trueno), que continuarán a lo largo de 2016.
Las autoridades del país, sin embargo, no han informado sobre la fe de los fallecidos y heridos.
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Dichos medios informan -citando fuentes de las fuerzas de seguridad y de los servicios de rescate- que el atentado fue provocado por la explosión de una bomba que portaba un suicida que detonó la carga en el aparcamiento del parque, a escasos metros de los columpios. El atentado fue perpetrado en torno a las 18.40 horas (las 15.40 horas en la España peninsular).
Los primeros indicios apuntan a que la bomba contaba con rodamientos de metal, que hicieron las veces de metralla, por lo que se sospecha que el atentado pretendía causar el mayor número de víctimas y de forma indiscriminada. El Ejército ha sido ya desplegado en la zona, que ha quedado acordonada por las fuerzas de seguridad.
Gran parte de las víctimas son mujeres y niños, dado que el Gulshan e Iqbal es un parque infantil, que además se encuentra en una importante zona residencial de la ciudad.
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Testigos de la explosión han explicado que las víctimas están siendo trasladadas a hospitales en taxis y carricoches. Hay más de 23 ambulancias en el lugar del atentado.
Los testigos han informado de que no existía presencia policial en el parque. "Es un lugar enorme y tiene una gran cantidad de entradas. La presencia de seguridad era prácticamente nula", ha lamentado un testigo al diario Dawn.
El Gobierno provincial del Punjab, de la que Lahore es la capital, informó en su cuenta de la red social Twitter que ha declarado el estado de emergencia en los hospitales de la ciudad y ha organizado transportes para llevar donantes de sangre a los centros médicos, al tiempo que anunció tres días de luto oficial.
GOLPE EN EL CORAZÓN DEL GOBIERNO
El atentado suicida es una puñalada en el corazón de la base política del primer ministro de Pakistán, Nawaz Sharif. Lahore, capital de Punjab -en el norte del país-, ha sido un lugar tradicionalmente pacífico pero los críticos del primer ministro le acusan de haber canjeado seguridad a cambio de una enorme permisividad con los milicianos para no perder su granero de votos.
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La tensión, sin embargo, se encuentra en un punto álgido desde hace dos años, cuando Pakistán lanzó una importante ofensiva contra las milicias yihadistas en Waziristán del Norte, frontera con Afganistán, para cortar las rutas de suministros de los talibán.
Se trata del mayor atentado insurgente en el país desde el ataque del Tehrik-e-Taliban Pakistan a una escuela de Peshawar que causó la muerte de 125 estudiantes en 2014. El TTP afirmó que ese asalto era una venganza por la operación militar que lanzó el Ejército en las zonas tribales del noroeste del país en junio de aquel año y que continúa en la actualidad.
Esa operación ha golpeado duramente la capacidad de los grupos islamistas y el número de víctimas en atentados había disminuido a su nivel más bajo en ocho años. A pesar de ello, se han seguido produciendo ataques, principalmente contra objetivos civiles, como tribunales y universidades.
A mediados de marzo, 15 personas murieron y 30 resultaron heridas en un atentado con bomba contra un autobús en el que viajaban empleados del Gobierno en la ciudad de Peshawar, en el noroeste del país.
Una semana antes, 14 personas fallecieron y otras 26 resultaron heridas en una acción suicida a la entrada de un tribunal en el norte del país en venganza por la ejecución de un islamista.
CONDENA INTERNACIONAL
El ataque sectario ha cosechado rápidamente las condolencias y la solidaridad de las principales potencias mundiales. El más contundente pésame ha sido el de EEUU, que ha condenado "en los términos más fuertes" el "atroz" ataque del parque.
"Este acto cobarde en el que ha sido durante mucho tiempo un parque pintoresco y apacible ha matado a decenas de civiles inocentes y ha dejado a muchos heridos", dijo en un comunicado el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ned Price.
"Enviamos nuestras más profundas condolencias a los seres queridos de las víctimas mortales, al igual que nuestros pensamientos y oraciones están con los muchos heridos en la explosión", agregó.