Las claves de la dimisión de Esperanza Aguirre en el PP de Madrid
Eran las 14.22 horas de este domingo cuando Esperanza Aguirre pronunciaba la frase que provocaba el murmullo unánime de la prensa: "Dimito como presidenta del Partido Popular de Madrid.
Ahora vendrá una gestora y luego la renovación. Pero eso son cuestiones operativas que un gigante de la política como el PP superará sin problema. Lo complicado de tragar es que se marche la lideresa, posiblemente la mujer más poderosa en la historia de la formación, porque se ve rodeada por los escándalos de corrupción. Presuntos, reales, falsos. En algunos casos se está probando, en otros está por ver. Pero son muchos, y graves, y afectan a gente demasiado cercana a su abrigo. Tocaba irse.
No obstante, Aguirre no dejará su cargo de portavoz en el Ayuntamiento de Madrid y este lunes reunirá a su grupo municipal para darles cuenta de la situación.
Estas son las claves de su despedida.
1.- La gente quiere gestos
Aguirre ha confirmado que presenta su dimisión por "responsabilidad política", días después de los registros en la sede del partido relacionados con el caso Púnica y la posible financiación ilegal del PP de Madrid. Alega que "la gente quiere gestos" y que su obligación es por tanto "asumir" su carga, pese a que no tiene "ninguna responsabilidad material", ni puede "estar encausada en nada". Si algo hicieron los responsables de la oficina económica del PP madrileño -"Eso eran otros": tesorero, gerente, contable y secretario general-, ella nunca tuvo constancia de que así fuera.
Tras su rueda de prensa, ha publicado un tuit en el que ha escrito una de las frases del día, apuntalando la idea anterior: "La corrupción nos está matando a todos".
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Los ciudadanos y los votantes del PP en particular están "indignados", dice, y por eso había que reaccionar. "La corrupción está haciendo un daño enorme a todos los partidos políticos", añadió.
2.- Por qué ahora
La "gravedad de las informaciones" aparecidas en los últimos días relacionadas con su formación, que "habrá que confirmar y calibrar" y que no hay que dar por "absolutamente ciertas", han llevado a Aguirre a tomar la decisión. La ya ex presidenta del PP de Madrid ha recordado que Francisco Granados -dueño de la agenda en la que se han encontrado anotaciones sospechosas que llevaron de urgencia al registro de la Guardia Civil en la sede de Génova- fue su secretario general porque ella misma lo propuso y el hecho de que un juez lo mantenga en prisión durante tanto tiempo es un dato que la hace pensar que "algo grave debe de haber". Los datos que se investigan en estos días corresponden, además, al periodo en el que Granados era su número dos (2004-2011). "Eso es lo que ha cambiado ahora", ha respondido reiteradamente a la prensa.
Por eso, dice que va a asumir su responsabilidad política "in eligendo", por designar a Granados, e "in vigilando", por considerar que "debería haber vigilado mejor". Y pese a asumir que pudo fiscalizar con más celo, remacha: "No me consta ninguna financiación irregular".
3.- Nada que tapar
"No soy la principal culpable, pero sí tengo la responsabilidad política y como soy una buena probritánica la asumo dimitiendo", ha insistido Aguirre. Ha descartado por completo que haya tocado dinero del PP ni tenga relación alguna con financiación ilegal alguna que, insiste, hay que demostrar en los tribunales. "Sin duda, sin duda", ha repetido varias veces, ante las preguntas de la prensa, rechazando su relación con una hipotética trama.
"No he tenido nunca ni firma en la cuenta corriente, ni he firmado nunca un contrato ni tengo tarjeta ni tengo nada", ha añadido.
4.- ¿Un mensaje para Rajoy?
Aguirre ha informado de que el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, le ha transmitido que "entiende" su decisión. Sin embargo, la aún edil popular en el consistorio de Madrid ha rechazado que con su forma de actuar quiera marcar el camino al presidente del PP, asediado por los casos de corrupción que afectan a esta formación -esta misma semana, los de la Comunidad Valenciana y Murcia-.
Ha opinado que Rajoy debe seguir su propio camino en la actual situación de formación del Gobierno de España y que "él mejor que nadie sabe lo que tiene que hacer". Eso, de palabra. Sin embargo, los críticos con Rajoy lo entienden como una chinita lanzada e incluso avala la corriente creciente en el partido, que pide a su líder un compromiso más contundente contra la corrupción.
El PP, sucinto, no hizo declaraciones sobre la decisión de Aguirre y se limitó a publicar un sencillo tuit:
5.- Y la papeleta pendiente
Tras conocerse la dimisión de Aguirre ha llegado la noticia de una segundo dimisión, que complica el futuro del PP de Madrid y nos pone en otro escenario. El expresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González también presentó su renuncia a seguir como secretario general del PP de Madrid hace aproximadamente un mes. Aunque González comunicó hace ya semanas que se apartaba, la renuncia todavía estaba pendiente de ser ratificada en la Junta Directiva del PP de Madrid, cuya reunión se esperaba en los próximos días. Ahora se desconoce cuándo tendrá lugar dicho cónclave.
Ignacio González sustituyó precisamente en el cargo a Francisco Granados, imputado en la Operación Púnica y uno de los motivos que han llevado a la expresidenta madrileña a dimitir este domingo. Aguirre le apartó primero del Gobierno regional y después del PP de Madrid por "pérdida de confianza". El que fuera 'número dos' durante todos los Gobiernos de Esperanza Aguirre -de hecho, asumió la presidencia de la Comunidad tras la marcha de ella en septiembre de 2011, cuando alegó motivos de salud- esperó a que se celebraran las elecciones generales para apartarse de la cúpula, y se lo comunicó a la hasta ahora presidenta del PP madrileño en una carta. El escándalo de su ático en la Costa del Sol es otro de los fantasmas de Aguirre.
