Los creadores de Astérix hablan del futuro del irreductible galo: "Nunca ha estado cansado"
Los 56 años le han llegado a Astérix en pleno estado de salud. Si el irreductible héroe galo tuviese que visitar hoy a un médico para hacer un chequeo propio de la edad, lo único que podría decirle el facultativo es que "tiene una nariz muy grande". Nada más.
El dibujante Didier Conrad, a los lápices desde 2013, se ríe mientras da esa respuesta. Él y el guionista Jean-Yves Ferri visitan estos días Madrid para presentar la última aventura del héroe galo, El papiro del César. La número 36 de sus hazañas salió a la venta el pasado 22 de octubre en 24 idiomas diferentes (incluidos español, catalán, euskera, gallego y bable) y las primeras cifras de la editorial ponen de manifiesto su buen estado de salud. "Nunca ha estado cansado", añade Conrad. Claro que él tiene truco: la poción mágica de Panorámix ayuda a luchar contra el paso del tiempo.
La conversación entre ambos fluye como si se conociesen de toda la vida y las risas y chistes constantes parecen de dos personas que se ven todas las semanas. Sin embargo, la realidad es otra totalmente diferente. Conrad y Ferri se conocieron en abril de 2013 cuando Albert Uderzo presentó al primero como su sucesor. Y verse se ven, sí, pero por la pantalla del ordenador. Uno vive en Estados Unidos y el otro en Francia, así que sus encuentros son casi siempre Skype mediante.
El guionista Jean-Yves Ferri y el dibujante Didier Conrad, en Madrid
La fórmula les funciona y confiesan que ya están empezando a pensar en la siguiente aventura del galo. Dos años tardaron en preparar ésta, así que siguiendo su lógica cabe pensar que 2017 sería una buena fecha de regreso. "Se tarda aproximadamente un año y medio en escribirlo, y luego se invierten seis meses en descansar y en la promoción", explican. "Además, nosotros somos más lentos que Goscinny y Uderzo. No es nuestro terreno habitual, tenemos que acostumbrarnos, y también hay muchos intermediarios, por lo que hay que hacer paradas técnicas para que todos los que intervienen en el proceso vean cómo va el bruto. Eso lo dilata", aclara Conrad.
Según terminaron con Asterix y los Pictos —su primer trabajo como padres adoptivos del galo— se pusieron manos a la obra con El papiro del César y pronto empezarán con la aventura 37. No avanzan de qué irá pero sí que será fuera de la Galia, siguiendo la tradición establecida por los creadores de la saga: una dentro, otra fuera, una dentro... "De momento, vamos a seguir así, pero como no hay tantos países habrá un momento en que tendremos que pararlo", asegura Conrad.
Esta pareja de la generación de Astérix —Conrad y Ferri también nacieron en 1959— no oculta su intención de ir introduciendo cambios paulatinos en este mundo, sin dejar de lado la esencia de los creadores. "Como lector he entrado de lleno en el universo, y como autor quiero indagar las zonas que Uderzo y Goscinny dejaron más oscuras, los puntos más negros de la historia", explica Conrad. "Es como entrar en la habitación de los padres para ver qué se cuece ahí y descubrir los secretos que esconden". Precisamente esos secretos marcarán el futuro de la saga. "Meterse dentro de estas lagunas puede ser una de las claves de los próximos álbumes", revela Conrad.
MÁS RELAJADOS QUE NUNCA
Los herederos de Astérix muestran en persona la relajación que se ha notado en las 48 páginas del cómic. La críticas y los fans coinciden en que este número ha resultado mucho menos encorsetado que el anterior. Más libres y más ellos, Conrad y Ferri reconocen que han sentido menos presión. Eso no significa que Uderzo haya estado al margen. Como en el caso anterior, supervisó todos sus movimientos, "aunque su actuación fue muy liviana". "Aprobó el tema y después le dimos pinceladas aunque ya habíamos ganado su confianza con el otro álbum". Para terminar de ganársela incluyeron un sorprendente y rompedor post-scriptum para cerrar el ciclo iniciado en 1979, que no sólo ha gustado el creador, sino que le ha emocionado.
Asterix y el papiro del César gira en torno a la Guerra de las Galias, un tema ya clásico en la saga, aunque lo más novedoso es que introduce elementos actuales. Un editor —Bonus Promoplús, inspirado en el publicista Jacques Séguéla, al que le ha encantado el personaje— que quiere manipular la información; una filtración de esa información en los medios de la mano de la figura de Doblepolemix, el personaje inspirado en Julian Assange al que barajaron llamar Wikilix; y la aparición constante de las nuevas tecnologías son los asuntos de actualidad que trata.
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Aunque pueda parecer raro, internet y las nuevas tecnologías se cuelan con total naturalidad en el año 50 a.C. ¡Como si llevasen ahí toda la vida! "Ha sido algo natural. Como siempre que se crea una nueva tecnología se intenta asociar a un animalito, hemos hecho el proceso al revés", cuentan. La ardilla que les guía en su camino por el bosque se llama tuitera (y repite tuit, tuit sin parar) y el nuevo sistema de correo viene en forma de paloma mensajera.
Y si ahora han introducido las nuevas tecnologías, ¿llegará también la crisis a la aldea de los irreductibles galos? Ni Conrad ni Didier lo tienen claro. "Este es el principio, aún no se sabe si habrá más", asegura Conrad. "Ni siquiera sabemos si la próxima barrerá el capitalismo", añade Ferri. Los dos prefieren esperar, igual que para elegir el rostro conocido que incluirán en la siguiente aventura. "Eso siempre se decide al final, cuando la historia ya está encaminada", dicen al unísono.